COLIMA, Col. (apro).- Esta madrugada, a los 90 años de edad, murió el pintor y muralista Jorge Chávez Carrillo, considerado uno de los artistas plásticos más destacados de la entidad. De acuerdo con fuentes cercanas a la familia, su deceso ocurrió en un hospital donde fue internado luego de sufrir complicaciones derivadas de un padecimiento renal. En marzo pasado, la Universidad de Colima otorgó a Chávez Carrillo la medalla Lázaro Cárdenas, su máximo galardón, “en reconocimiento a sus méritos académicos y profesionales, por su extensa obra y su amplia trayectoria e incursión en el ramo de la pedagogía como promotor de la educación artística, su vocación de servicio, por sus aportaciones a diversos temas que han contribuido al desarrollo cultural de Colima; asimismo, como artista internacional, maestro y directivo universitario”. De igual manera, en 2006 las autoridades estatales rindieron al artista un homenaje en el Palacio de Gobierno, edificio donde pintó en 1953 su primer mural, denominado “México independiente”. Luego de conocerse la noticia de su muerte, el gobernador Mario Anguiano Moreno declaró que Colima pierde a uno de sus más grandes artistas plásticos, quien “deja grandes obras como legado al pueblo colimense”. El jefe del Ejecutivo estatal expresó sus condolencias al pueblo colimense y a la familia de Jorge Chávez, a quien reconoció su “alto espíritu de humildad, grandeza y amor por Colima”, además de que hasta sus últimos días mantenía contacto cercano con las nuevas generaciones de artistas y era un ejemplo para los jóvenes que desde las diferentes áreas de gobierno y de otras instituciones, se formaban o se desempeñan en el ámbito cultural. Originario de la ciudad de Colima, donde nació el 9 de enero de 1921, Chávez Carrillo estudió en la Escuela Normal de Educación Física, la Escuela Nacional de Artes Plásticas San Carlos, la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda, y en el Taller de Integración Plástica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y fue alumno del pintor Alfonso Michel. Obras suyas fueron expuestas en México y en las principales ciudades de otros países, como Río de Janeiro, Zurich, Berlín y Washington. Algunos de sus murales más importantes se encuentran en el aeropuerto internacional de Manzanillo, en el vestíbulo de la Universidad de Colima, en la presidencia municipal de Villa de Álvarez, en la escuela Carlos Oldenbourg y en el Museo Universitario de Arqueología en Manzanillo. En 2003 fue destruido uno de sus murales que se encontraba en la escuela Gregorio Torres Quintero, demolida totalmente como consecuencia de los daños ocasionados por el terremoto del 21 de enero de ese año. En su honor, le fue impuesto su nombre al Museo de Arte Contemporáneo que se encuentra en el primer cuadro de la ciudad de Colima.