Avatar: el récord imposible de romper
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Los Vengadores de Marvel podrán haber cumplido la misión de derrotar al titán Thanos, pero hay una gema que no podrán capturar: la del récord como la película más taquillera de la historia. Una marca que hoy suena imposible de batir, más aún en una época en la que los nuevos hábitos digitales trastocaron por completo la manera de consumir el cine.
Estrenada hace casi una década, Avatar, de James Cameron, dejó un listón muy alto en materia de recaudación global: 2 mil 787 millones 965 mil 87 dólares, de acuerdo con la página Box Office Mojo. De ese total, 749 millones son resultado de al menos 34 semanas de exhibición en salas de Estados Unidos, aunque la mayor parte se logró en las primeras 15. México aportó 44 millones de dólares a la bolsa mundial, aunque sólo estuvo tres meses en sus pantallas grandes.
Avengers: Endgame, su más cercana perseguidora, lleva hasta el momento de escribir estas líneas 2 mil 733 millones 949 mil 99 dólares, logrados en su mayoría y espectacularmente durante las tres primeras semanas de exhibición.
Le faltan alrededor de 54 millones de dólares para alcanzar al líder. Sin embargo, el fin de semana anterior apenas si pudo recaudar 4 millones 870 mil dólares en Estados Unidos y una cantidad similar en el resto de los países en donde está a punto de concluir su corrida comercial, desplazada por nuevos estrenos y con una tendencia pronunciada a seguir cayendo. En México apenas si sobrevive en un puñado de salas, en la mayoría con sólo una función al día.
Esto significa que, aun cuando no ha cumplido ni siquiera dos meses desde su estreno, es prácticamente imposible que se convierta en el nuevo monarca. ¿Cómo puede explicarse esto?
De entrada, es necesario aclarar que este récord sólo tiene valor como trivia y mercadológico pues, en estricto sentido, desde el punto de vista económico, matemático y estadístico, resulta impreciso comparar ambas cifras por varios factores.
Uno de ellos es el ajuste inflacionario y eso sólo es medible en Estados Unidos: aunque Avengers ya superó a Avatar localmente en cifras brutas (casi 827 contra 760 millones de dólares), si se considera el valor actual de la moneda con el de hace una década la saga de Marvel apenas suma 826 millones contra 876 de la producción de Fox. Ambas cintas, por cierto, están muy lejos del líder histórico, Lo que el viento se llevó, que recaudó en EU en su estreno hace casi 80 años unos 200 millones de dólares, pero que equivalen a mil 822 millones de dólares de ahora.
Suponiendo que se pudiera hacer un cálculo similar, habría que ver a cuánto equivalen los 204 millones de dólares obtenidos por Avatar en China en relación con los 614 millones logrados por Avengers en el mismo país. Y aún así sería injusta la comparación, porque las condiciones de exhibición de hace 10 años no eran las mismas que las de ahora en la nación asiática, mucho más proclive hoy a aceptar (y a hacer negocio con) productos culturales occidentales (con todo y guerras comerciales).
Otro factor a considerar sería el de las hoy ya famosas “ventanas” de exhibición, que cada vez más tienden a acortarse. Avatarse pudo ver exclusivamente en salas del 18 de diciembre de 2009 al primero de abril de 2010, poco más de 100 días. Un día después, la película salió para su descarga en iTunes, que no era una plataforma tan popular entonces (ni siquiera la tenía en HD). El 23 de abril (cuatro meses y cuatro días después) estuvo a la venta en DVD.
Actualmente las ventanas en pantalla grande se han recortado a 90 días y esto es un handicap más en contra de Avengers, que estará disponible en edición digital a finales de julio o principios de agosto, cuando ya sea muy probable que haya salido por completo de la cartelera.
Pero el factor que puede hacer que el récord de Avatar siga imbatible por algunos años (salvo que surja un impensable por ahora blockbustermegaexplosivo) se llama internet, y éste hará que los periodos de exhibición en salas cinematográficas se vayan reduciendo cada vez más para futuras producciones, que dispondrán de tiempos cada vez más cortos para intentar vender el mayor número de boletos posibles.
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Como puede resultar obvio hoy, la tendencia más fuerte contra la que pelea la exhibición tradicional se llama streaming, y es previsible que cada vez más productores y estrellas migren a ese mercado dominado por Netflix y que se fortalecerá con el próximo ingreso de Disney, por cierto dueña de Marvel y de Fox, los estudios productores de los máximos reyes de la taquilla.
Y el factor que ya existía en tiempos de Avatar pero que fue mucho más determinante en el caso de Avengers se llama redes sociales. A la primera le benefició la recomendación tradicional de boca en boca, de tal suerte que muchos espectadores acudieron a verla movidos por la recomendación de los primeros asistentes y eso explica el número tan elevado de semanas que permaneció en cartelera, sobre todo en la Unión Americana.
Pero a los Vengadores les tocó lidiar con el fenómeno conversacional de las redes sociales, en las que prácticamente es imposible luchar contra el spoiler. Esta circunstancia obligó al estudio a estrenarla simultáneamente en todos los países, lo que no impidió que filtraciones previas circularan en los días previos arruinando el desenlace a cientos de miles de fans de la saga.
Las propias funciones de medianoche, con su respectiva oleada de comentarios reveladores de la trama, contribuyeron a que la mayoría de cinéfilos tratara de ver la película lo antes posible, una vez pasada la euforia del estreno. Eso explicaría que, conforme pasaron las semanas, se redujera el número de salas y éstas se vieran cada vez más vacías.
Y todo parece indicar que esa será la tendencia de consumo cinematográfico en el futuro. Una era en la que los ingresos por venta de boletaje en los complejos multiplex se hagan polvo, como si fueran víctimas del chasquido de Thanos.