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Consumo de energía de la inteligencia artificial: ¿cuánta electricidad requiere la nueva tecnología?

miércoles, 21 de agosto de 2024 · 13:08

En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha experimentado un rápido desarrollo y se ha convertido en una parte integral de muchas tecnologías y aplicaciones. Desde coches autónomos hasta reconocimiento de voz y sistemas de recomendación personalizados: los algoritmos de IA desempeñan un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana.

Pero si bien los beneficios y posibilidades de la IA son de gran alcance, también existen dudas sobre su consumo de energía. En este texto, analizaremos más de cerca el consumo de energía de la inteligencia artificial y discutiremos cuánta energía requiere realmente la nueva tecnología. Esto también se beneficia de la IA en muchos sentidos.

La creciente difusión de la inteligencia artificial

La difusión de la inteligencia artificial ha aumentado significativamente en los últimos años, tanto en el sector privado como en el comercial. Las empresas utilizan algoritmos de IA para analizar datos, predecir las necesidades de los clientes, automatizar procesos y optimizar productos.

Un buen ejemplo de esto es un casino online que utiliza IA, por ejemplo para ofrecer a los clientes ofertas de bonificación personalizadas y recomendaciones de juegos o para admitir chat en vivo con un bot basado en IA.

En investigación y desarrollo, las tecnologías de IA se utilizan para resolver problemas complejos e impulsar nuevas innovaciones. A medida que la IA se generaliza, también aumenta la necesidad de potencia informática y, por tanto, el consumo de energía.

El papel de los centros de datos

Los centros de datos desempeñan un papel central en las operaciones de inteligencia artificial (IA) a nivel internacional, proporcionando la potencia informática y la capacidad de almacenamiento necesarias para ejecutar algoritmos complejos y procesar grandes cantidades de datos. La creciente prevalencia de las aplicaciones de IA ha provocado un enorme aumento en la demanda de centros de datos.

Los centros de datos son instalaciones especializadas que incluyen una variedad de servidores, sistemas de almacenamiento e infraestructura de red para proporcionar la potencia informática y la capacidad de almacenamiento necesarias para ejecutar algoritmos de IA.

Estos servidores suelen estar equipados con potentes procesadores, unidades de procesamiento de gráficos (GPU) y aceleradores de IA especializados para realizar de manera eficiente cálculos complejos y tareas de procesamiento de datos. El funcionamiento de estos servidores requiere una cantidad importante de energía, especialmente si se utilizan de forma continua e intensiva.

La refrigeración como devoradora de energía

Los centros de datos operativos y de refrigeración también son procesos que consumen mucha energía. La alta potencia informática generada en los centros de datos produce grandes cantidades de calor que deben disiparse y controlarse para proteger los servidores del sobrecalentamiento.

Esto requiere el uso de aire acondicionado, sistemas de ventilación y otras tecnologías de refrigeración que consumen energía adicional. Además, gestionar y monitorear el suministro y el uso de energía en los centros de datos también requiere una gestión eficiente de la energía para optimizar el consumo de energía y reducir los costos operativos.

Otro aspecto importante del papel de los centros de datos en el contexto de la inteligencia artificial es su escalabilidad y flexibilidad. Los centros de datos deben poder adaptarse rápidamente a los requisitos cambiantes y procesar de manera eficiente grandes volúmenes de solicitudes y cargas de trabajo. Esto requiere una arquitectura e infraestructura flexibles que permitan escalar y distribuir los recursos según sea necesario.

Los expertos predicen: Para 2027, la IA podría consumir tanta electricidad como los Países Bajos

La proliferación de la inteligencia artificial (IA) ha alcanzado niveles sin precedentes en los últimos años, liderada por ChatGPT, un popular chatbot que ha llegado a millones de usuarios en todo el mundo.

Pero detrás de este brillante éxito se esconde una realidad preocupante: el inmenso consumo de energía de la IA. Según un estudio reciente, en 2027 este tamaño podría alcanzar el tamaño de un país entero como los Países Bajos.

La explosiva expansión de la IA y sus elevados requerimientos energéticos

La introducción de ChatGPT también ha impulsado enormemente el uso de la IA en el sector privado. Millones de estudiantes y usuarios han utilizado el asistente de IA, ya sea para ayudar con las tareas o para crear aplicaciones.

ChatGPT alcanzó en muy poco tiempo una base de usuarios de más de 100 millones, ya que la empresa OpenAI pone a disposición el chatbot de forma gratuita hasta una determinada versión. Como resultado, esto no sólo significa un enorme consumo de electricidad, sino también un considerable consumo de agua, necesaria para enfriar los enormes centros de datos.

Una mirada a los números y previsiones

El estudio, realizado por Alex de Vries de la Escuela de Negocios y Economía VU Amsterdam, arroja luz sobre el consumo potencial de energía de la IA para 2027. Basado en estimaciones de ventas de chips de IA del líder del mercado Nvidia, de Vries predice un consumo de energía anual de 85 a 134 teravatios hora (TWh) hasta el año especificado.

Esto equivale aproximadamente al consumo anual de energía de un país pequeño como los Países Bajos. Otros cálculos muestran que si empresas como Google integraran la IA en cada una de sus consultas de búsqueda, también podrían utilizar cantidades significativas de energía. En el peor de los casos, el consumo de electricidad de esta integración podría incluso ser equivalente al de un país como Irlanda.

El impacto ambiental y la necesidad de responsabilidad

Las alarmantes cifras sobre el desperdicio de energía y agua causado por la IA ponen de relieve la urgente necesidad de un uso transparente y responsable de esta tecnología. El inmenso consumo de recursos contradice los esfuerzos globales para proteger el medio ambiente y la sostenibilidad, especialmente en vista de la creciente escasez de agua en todo el mundo.

Por lo tanto, los expertos piden una mayor transparencia en la industria de la IA y un enfoque consciente en el uso de la IA. Se destaca que la IA no debe utilizarse de forma incontrolada para todas las aplicaciones posibles, sino de forma específica y responsable para minimizar la huella ecológica.

Una mirada crítica al futuro

Teniendo en cuenta estas cifras y pronósticos preocupantes, es hora de examinar críticamente el revuelo que rodea a la IA y considerar los impactos a largo plazo en el medio ambiente y los recursos.

La sociedad debe darse cuenta de que el uso de la IA no está exento de costos y que se requieren alternativas y limitaciones sostenibles para minimizar el impacto ambiental. El futuro de la IA depende de cómo nosotros, como sociedad, afrontamos su uso y qué responsabilidad asumimos hacia el medio ambiente y las generaciones futuras.

Conclusión

El consumo de energía de la inteligencia artificial es una cuestión importante que requiere una consideración equilibrada. Si bien los beneficios y oportunidades de la IA son de gran alcance, también es importante considerar el impacto de su consumo de energía en el medio ambiente y la sociedad.

Al desarrollar e implementar medidas para reducir el consumo de energía y promover el uso consciente y responsable de la IA, podemos garantizar que esta tecnología transformadora sea sostenible y esté preparada para el futuro.

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