Reciclaje
Empresa social mexicana gana premio internacional en soluciones ambientales
¿Cómo creamos un futuro libre de residuos? El emprendimiento social busca la respuesta a esta pregunta. En México se producen más de 53 millones de toneladas de desechos anualmente, para solucionarlo no sólo se requiere de la innovación en infraestructura de reciclaje...¿Cómo creamos un futuro libre de residuos? El emprendimiento social busca la respuesta a esta pregunta. En México se producen más de 53 millones de toneladas de desechos anualmente, para solucionarlo no sólo se requiere de la innovación en infraestructura de reciclaje sino el acompañamiento de concientización social a través de la educación.
Algunas empresas buscan reconocer y encontrar soluciones innovadoras lideradas por emprendedores sociales para abordar los diferentes desafíos ambientales y sociales más críticos que enfrenta el mundo actualmente.
Recientemente, la empresa mexicana Grupo Promesa México ha sido reconocida con el Premio global “Creación de Valor Compartido” (CVC) de Nestlé, presentado en colaboración con Ashoka y en el que participaron 173 proyectos de 56 países.
Grupo Promesa México no sólo se ubicó como Ganador general, sino que se convirtió en la primera empresa mexicana en ganar este certamen internacional con su propuesta para desarrollar programas de reciclaje masivo y sustentable, basados en educación ambiental y recibirá 100 mil francos suizos (2.1 millones de pesos aproximadamente) para replicar el programa y escalar su impacto.
Platicamos con Julio Álvarez, cofundador de Promesa, y nos comentó que “realmente tenemos que cambiar la cultura y la mentalidad con la que vivimos día a día, es fundamental que podamos ir capacitando a los chicos para no cometer los mismos errores y crezcan con un conocimiento ambiental”.
El proyecto ganador del premio CVC es gratuito y ha sido desarrollado “para todo tipo de modelos educativos: escuelas públicas y privadas y en otras partes del mundo para crear una base sobre problemas ambientales: consumo responsable, manejo de residuos, cuidado del agua, energía, etc.”. De esta forma, “estaríamos educando a una nueva generación con nuevos valores y una nueva forma de relacionarse con la naturaleza” no solamente en México sino en el mundo. Desde kínder hasta preparatoria, el tratamiento temático se adecua a edades desde los 3 hasta los 18 años: “En kínder se aprende experiencia y educación, pequeñas prácticas; en secundaria ya investigan, crean cuentos, hacemos concursos de mini cortos de cine y pueden verse visualizados en el futuro sustentable. En preparatoria ya crean sus propios proyectos de sustentabilidad”.
El cofundador de Grupo Promesa México dijo que “cuando una empresa como Nestlé que tiene un objetivo muy claro como la producción mediante productos biodegradables, el consumidor tiene las condiciones para reutilizar o reciclar en compostas o ponerlo en contenedores específicos. Trabajar con empresas como Nestlé con productos de café, por ejemplo, como Nespresso, Dolce Gusto, cápsulas y enseñarles cómo se pueden reciclar los mismos mediante estas campañas de educación, se vuelve una economía circular. Primero la gente tiene que saber el porqué, el tema ambiental no lo conocíamos, no lo aprendimos en nuestras escuelas: composición de materiales, cuántos tipos de plástico hay, cómo se degradan los materiales. Son cosas que nunca aprendimos”, comentó.
“Los niños se apasionan del tema muy padre y empiezan a generar reacciones de cambio infinitamente rápido”, Julio comenta que inicialmente comenzaron a trabajar con adultos y era muy difícil generar un cambio de hábito. Pero “cuando comenzamos a trabajar con sus hijos, los niños actuaban de manera inmediata e incluso, presionaban a sus padres para crear conciencia sobre la manera correcta de tratar los residuos, los niños lo entienden y lo hacen propio, los niños realmente lo creen y saben del impacto y saben que ellos tienen que hacer un cambio de manera inmediata, se vuelven realmente apasionados del tema y es como generamos activistas ambientales para generar un cambio trascendental”.
Julio comentó sobre la importancia del premio “Creación de Valor Compartido” de Nestlé y dijo que mediante la invitación de Ashoka “vimos una gran oportunidad, es uno en el que pudimos compartir muchas ideas con los finalistas e incluso propuestas de colaboración conjuntas con otros participantes en el futuro para integrar soluciones. Generando sinergias y redes de colaboración con las cuales es posible intercambiar información, experiencias, procesos para idear nuevas propuestas”.
También comentó que el objetivo es cómo sumar más acciones y empresas, afirmando que ahora están convencidos que la acción colaborativa es más poderosa que los esfuerzos individuales, la solución es unificar sectores para generar alto impacto que además es medible, a través de la educación ambiental para “cambiar el chip”.
Grupo Promesa México, ganador del certamen, ha conformado una red de 168,000 estudiantes activos en 500 escuelas, con lo cual han logrado reciclar más de 3,000 toneladas métricas de residuos en los últimos dos años, evitando la liberación de más de 5.5 millones de toneladas métricas de CO2 que habrían venido de los vertederos. Ahora, como primer acercamiento de colaboración, Nestlé México integraría a Grupo Promesa al Programa de Reciclaje de cápsulas de café NESCAFÉ® Dolce Gusto en CDMX, como parte de la cadena de acopiadores con los que trabaja en el país. De esta forma se ha conformado una sinergia de colaboración relevante.
El Consejo del Premio CVC estuvo compuesto por miembros de Ashoka y 50 colaboradores de la compañía suiza expertos en empaques, eligió a 10 proyectos finalistas (2 de cada continente) de los que, a su vez, se seleccionaron sólo 5 proyectos para tener 1 Ganador general y 4 con categoría de “Especialmente recomendados”, estos últimos recibirán apoyo financiero por 40 mil francos suizos.
Grupo Promesa México, con el apoyo de Nestlé, es un orgullo mexicano al mostrar que el cambio por el bien del planeta y en beneficio del país es posible.