CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- No los unió el amor, sino el espanto.
El conocido refrán podría aplicarse a la unión de fuerzas que recientemente anunció la empresa Match Group para que su aplicación estrella, Tinder, cuente próximamente con un botón de pánico.
Antes de ser detallada en el
blog de la compañía, la noticia fue dada a conocer el pasado miércoles por el diario financiero
The Wall Street Journal. Lo que no es casual porque implica, de entrada una inversión económica.
Y es que Match Group anunció su alianza con
Noonlight, una plataforma que ofrece a sus usuarios la posibilidad de notificar a las autoridades en caso de advertir algún problema de seguridad o peligro.
Lo que Noonlight ofrece cotidianamente como seguridad hogareña, sería trasladado al ámbito de las relaciones románticas. O, como diría la propia nota del WSJ, cuando una mala cita se convierte en una horrible de verdad.
Adiós a las reticencias
En nuestros días, son cotidianas las
aplicaciones para buscar pareja, ya sea casual –la propia Tinder– o de más largo plazo –como la antigua Match.com. Pero, cuando surgieron hace ya casi cuarto de siglo, no eran pocos los que desconfiaban.
Siempre había motivo para pensar que del otro lado de la pantalla, detrás de una encantadora personalidad de prosa seductora, se ocultaba algún tipo de sicópata.
Y tal vez porque la vida moderna dejó cada vez menos espacios para conocer personas a la antigüita, la gente dejó a un lado las reticencias y comenzó a confiar en este nuevo tipo de Cupido digital.
Ahora, Tinder cuenta con más de 50 millones de usuarios globales y más de 5 millones de suscriptores de pago, de acuerdo con la nota del
WSJ. Tan sólo desde el punto de vista estadístico es imposible una seguridad al 100 por ciento. Y dadas las terribles experiencias de usuarios de otras aplicaciones que al principio parecían infalibles –léase Uber y Airbnb–, la búsqueda de una mayor seguridad es ineludible.
Según la información referida, Tinder planea lanzar la función de forma gratuita para los usuarios de Estados Unidos a fines de enero.
Método discreto
La idea es sencilla y consiste en ofrecer a los usuarios la opción de presionar un botón de pánico que estará dentro de la aplicación Noonlight, en la que habría personal en tiempo real (no robots) responsable de contactar a las autoridades en caso que el usuario reporte alguna amenaza o incomodidad.
"Deberías dirigir un negocio de citas como si fueras una madre", declaró la directora ejecutiva de Match Group, Mandy Ginsberg, quien según el WSJ tiene una hija de 21 años.
“Pienso mucho en la seguridad, especialmente en nuestras plataformas, y en lo que podemos hacer para reducir el mal comportamiento. Hay muchas cosas que les decimos a los usuarios que hagan. Pero si podemos proporcionar herramientas además de eso, también deberíamos hacerlo”, explicó.
Una vez que Tinder se enlace con Noonlight, los usuarios podrán dar cuenta de que la están usando, para ser además un elemento disuasorio para probables atacantes. Aunque el hecho de que funcionen como aplicaciones separadas tiene como finalidad que el posible agresor no se dé cuenta de que está a punto de pedir ayuda para impedirlo.
Asimismo, Noonlight asegura tener un mecanismo para casos de que se oprima el botón por error o de que la presunta amenaza sea una falsa alarma.
Palomita azul
Tinder planea lanzar un sistema de verificación –actualmente en fase de pruebas-- que requeriría que los usuarios demuestren que realmente se parecen a las fotos que envían.
La herramienta pediría a los usuarios que tomen fotos en ciertas poses, como con el pulgar hacia arriba, para luego comparar las fotos con las imágenes de sus perfiles. Tinder les daría a los usuarios insignias de verificación azules, si es que las fotos coinciden.
"Odio responder la pregunta sobre si es suficiente (la seguridad, porque nunca lo será", dijo Ginsberg al WSJ. "Siempre debemos esforzarnos por hacer más".
No exageró. Apenas unos días antes el portal Gizmodo había revelado un supuesto robo de miles de imágenes de usuarios de Tinder, con posibilidad de ser usadas para crear perfiles falsos en otras redes sociales, con fines no del todo nobles, por supuesto.
Se vale hacer todo con tal de un feliz (y seguro) día de San Valentín.