Guerra en la Franja de Gaza

Europa no ha hecho lo suficiente para detener a Israel

Borrell ha calificado la guerra en Gaza de ser una guerra contra la infancia, según los miles de niños que han muerto o que, debido a sus heridas, vivirán mutilados el resto de sus días.
jueves, 8 de mayo de 2025 · 05:00

El mea a culpa de Josep Borrell, ya como ex Alto Comisionado Representante de la Unión Europea, cargo que dejó el 1 de diciembre de 2024, expresa sus sentimientos por no haber logrado sancionar al Estado de Israel por parte de los países que representa, pese a que el Tribunal de la Corte Penal Internacional de La Haya aprobó tomar medidas cautelares para detener la que calificó de “conducta genocida” por parte de Israel.

El anterior Alto Comisionado recordó, usando la tribuna del diario Mundo del 28 de abril de 2025, que Benjamin Netanyahu rompió la tregua aceptada por las partes en conflicto en Gaza, en los días previos a la toma de posesión por su segunda presidencia del estadunidense Donald Trump. En pocas horas los bombardeos israelíes causaron 400 muertes, incluyendo mujeres y niños, que se suman a las más de 50 mil víctimas que ha arrojado la guerra, y no importó la amenaza que pesa todavía sobre los rehenes vivos que Hamás mantiene en su poder.

Borrell. Fracaso. Foto: Comisión Europea.

La ONU ha diagnosticado que la situación en Gaza ha alcanzado su peor momento de la catástrofe que viven los supervivientes sin alimentos y sin agua debido al bloqueo que Israel mantiene y a la infraestructura de agua destruida, con todas las consecuencias que arroja para la salud de la población sitiada. Y el ministro israelí de la guerra, Israel Katz, ha dicho que ninguna ayuda humanitaria entrará en Gaza, pese a tratarse de una violación grave del derecho internacional que protege a las personas. Por su parte, Bezalel Smotrich, líder del Partido Sionista Religioso de derecha y ministro de Finanzas, confirmó que se ejerce una presión máxima para realizar una “evacuación hacia el sur [de Gaza] para imponer el plan de migración voluntaria según Trump...”. Y ya añade Borrel, presentó Israel Katz al Consejo de la Unión Europea ese proyecto cuando Israel ya controlaba la mitad de Gaza y se daba la orden de evacuación de dos tercios transformados en “zonas de seguridad”, incluida la ciudad fronteriza con Egipto de Ráfah. Quizás no era todavía un plan, pero ya se realizaban los desplazamientos cuando los palestinos debían ir de un campo a otro de acuerdo con los bombardeos que Israel realizaba y que finalmente arrasaron sin respetar la zonas propuestas.

El objetivo era crear las condiciones para llevar a cabo el proyecto de la depuración étnica más grande desde la Segunda Guerra Mundial, por lo que resulta imposible no ver el intento de exterminación que la Corte Penal Internacional tomó en consideración con la orden de arresto de Benjamin Netanyahu y de su exministro del ejército que Borrell consideró tan grave como cuando la justicia internacional se impuso en el pasado en Srebrenica y Ruanda.

Es lamentable que esa intención se está reafirmando en el momento actual mientras Israel refuerza el bloqueo contra Gaza, tal como se demostró el 2 de mayo pasado, cuando un buque con ayuda humanitaria fue bombardeado por drones frente a Malta. La ONG de la Flotilla de la Libertad alegó que Israel era responsable y pese a exigir una respuesta al ministro de Asuntos Extranjeros, se negó a responder por la agresión.

Al mismo tiempo en Cisjordania, el ejército israelí llevó a cabo la más amplia ofensiva realizada en mucho tiempo provocando el desplazamiento de 40 mil palestinos, con la intención de crear en sus posesiones más colonias que el derecho internacional considera ilegales. Habitadas y controladas por los grupos judíos más conservadores, cuentan con todo el apoyo de la coalición política que gobierna Israel. Y ya se ha visto su actuación incluso fuera de los territorios cuando grupos semejantes han pretendido establecer sus colonias en el sur de Líbano, tomado también por Israel.

Por si no fuera poco, Borrell ha calificado la guerra en Gaza de ser una guerra contra la infancia, según los miles de niños que han muerto o que, debido a sus heridas, vivirán mutilados el resto de sus días. Así lo ha dejado ver la representativa fotografía del niño sin brazos Mahmoud Ajjour, cuya conmovedora imagen que encierra los contenidos más brutales de la guerra dio a la fotoperiodista Samar Abu Elouf el premio de la World Press Photo de 2025.

Víctimas. Foto: Samar Abu Elouf vía World Press Photo.

El mismo Borrell critica que las múltiples resoluciones de las Naciones Unidas y las decisiones de la Corte Penal Internacional no hayan tenido éxito. Tampoco logró que el Consejo y la Comisión de la Unión Europea actuaran contra las “violaciones masivas y repetidas del derecho internacional y de los derechos humanos”, como sí se logró frente a la agresión a Ucrania de Vladimir Putin.

Al final de su mandato dice haber comprobado la existencia de un doble rasero que ha debilitado a la Unión Europea frente al mundo. No solamente el que concierne al de los musulmanes, sino también de África, América Latina y Asia. España y otros países europeos elevaron su voz y pidieron a la Comisión examinar el comportamiento de Israel conforme a sus obligaciones de acuerdo con su asociación con Europa. En respuesta sólo obtuvo el silencio. Lo explica en razón de la mala conciencia de ciertos países europeos frente al Holocausto que, según él, se ha convertido en “razón de Estado” para justificar el apoyo incondicional a Israel, con el riesgo de que los europeos se conviertan en cómplices de crímenes contra la humanidad.

No resulta sino extraordinario que el antiguo Alto Comisionado representante de la Unión Europea pueda manifestarse de la forma que lo ha hecho y en lo que había venido insistiendo, por ejemplo cuando desde el 23 de septiembre de 2024 había dicho que Europa no puede huir de sus responsabilidades en Gaza y no contribuir a encontrar una solución pacífica.

En los primeros días de mayo toman mayor fuerza los argumentos de Borrell por las amenazas de parte de autoridades israelíes para iniciar la nueva incursión por tierra en la Gaza devastada, y que ya han llamado "Los carros de Gedeón", invocando la tradición religiosa de un líder al que Dios le pide encabezar a los judíos para acabar con sus enemigos. Esta vez tomará Europa alguna acción concreta, como dejar de vender armas a Israel o solamente continuará sus discursos contra esa guerra.

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