Opinión
¿Viene a México el papa León XIV?
Roma no tiene prisa y antes quiere comprobar que la relación Iglesia-Estado en México vaya creciendo en confianza y respeto, porque vienen de un menosprecio en el sexenio anterior.El gobierno de Claudia Sheinbaum "está haciendo milagros" para que el papa León XIV venga a México el próximo año, como parte de su gira en América Latina por Argentina, Uruguay y Perú.
La Curia Vaticana evalúa que obispos católicos y gobierno local coincidan en la invitación, pero no es razón suficiente; Roma no tiene prisa y antes quiere comprobar que la relación Iglesia-Estado en México vaya creciendo en confianza y respeto, porque vienen de un menosprecio en el sexenio anterior.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ha tomado el encargo como una cruzada personal y ha urgido a Alberto Barranco, el embajador de México en la Santa Sede, a cabildear con la secretaria de Estado Vaticano y el Dicasterio de Relaciones Exteriores para hacer posible la visita del Papa a nuestro país.
Durante la investidura del cardenal Prevost como Sumo Pontífice, la secretaria Rodríguez, a nombre del gobierno de la 4T, hizo la invitación oficial para que el nuevo dirigente de la Iglesia católica visitara México tan pronto como su agenda lo permitiera.
El nuevo gobierno Vaticano que encabeza el Papa agustino León XIV toma las cosas con calma, particularmente los viajes al exterior del líder de los católicos. A pesar de que Robert Prevost ha dicho que su pontificado será misionero.
Hasta ahora se sabe que el Papa viajará a Turquía del 27 al 30 de noviembre y luego irá a Líbano entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre. En Turquía conmemorará los 1,700 años del Concilio de Nicea.
En los círculos vaticanos se comenta que el líder de los católicos irá a España y Portugal en 2027, particularmente a Santiago de Compostela; antes, el próximo año, el papá León estará en Sudamérica, en aquellos países que el jesuita Francisco no visitó; se habla de Argentina, Uruguay y Perú, país adoptivo del estadunidense porque fue obispo de Chiclayo.
En el poco tiempo al frente de la Iglesia católica, los vaticanólogos consideran que León debe ordenar la casa respecto a la forma particular en que Francisco llevó el gobierno de la institución durante 12 años (marzo de 2013 hasta su fallecimiento en abril de 2025).
Anotan en lo interno:
- Aumentar la unidad de la jerarquía y superar la polarización eclesial por motivos doctrinales, litúrgicos y grupos de poder.
- Recuperar la credibilidad ante los abusos sexuales de la jerarquía.
- Incorporar a los laicos católicos (1,400 millones) al trabajo de evangelización, pero sin ocupar funciones de sacerdotes.
- Resolver la situación financiera de la Santa Sede y reformar la curia vaticana.
En lo externo:
- Promoción de la paz: Trabajar por la paz en un mundo marcado por conflictos y la polarización política.
- Conectar con los jóvenes: Utilizar las redes sociales y otras plataformas modernas para conectar con las nuevas generaciones.
- Acercarse a nuevas regiones donde el catolicismo está en auge, como África y Asia; mantener y profundizar el diálogo interreligioso iniciado por Francisco.
Quienes conocen al papa León opinan que no será más de lo mismo respecto a Francisco, en lo doctrinal se parecerá más a Benedicto sin ser el teólogo que era el alemán; éste es canonista (abogado), experto en teología pastoral y conoce a fondo cómo funciona la curia.
Los mensajes papales en su giras internacionales estarán marcados por este equilibrio doctrinal y de gobierno: un paso atrás de Francisco en los social y muy cercano de la ortodoxia vaticana.
Roma no tiene prisa
Para que el Vaticano gire su mirada hacia México no basta con las gestiones que realizan el embajador mexicano y las autoridades encargadas de la relación con la Santa Sede.
Sobre la visita de León a México, el gobierno Vaticano mantiene la política de aceptar la invitación, siempre y cuando coincidan el interés del gobierno y los obispos del país, que en este caso se cumplen. Pero en este caso el pasado sí cuenta porque la Secretaría de Estado y el Dicasterio de Relaciones Exteriores van a esperar señales más claras de la relación entre la 4T y la jerarquía católica mexicana antes de "dar el sí".
El actual gobierno de México trae un déficit de confianza respecto de la jerarquía católica, producto del distanciamiento que promovió Andrés Manuel López Obrador durante todo el sexenio pasado. Y en Roma opinan que a la administración de Claudia Sheinbaum hay que darle tiempo para que aterrice y muestre cuáles son sus compromisos ante los valores que promueve la Iglesia, respeto a la vida, los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho.
Pero la misma evaluación vaticana ocurre respecto al gobierno de Donald Trump: el Papa no quiere contribuir en los países a la polarización política y social.
Por ello, los más optimistas en Roma y en México opinan que el papa León podría visitar México después de 2027.
Un obispo mexicano consultado respecto a la posible visita de León a México dijo: “¡No tendremos otro papa tan cercano a nuestro país como Juan Pablo II, las prioridades de León son otras! Tal vez venga en tres años o más”.