Hidalgo

Familiares de policía asesinado en Hidalgo por su compañero, exigen justicia frente a juzgados

Entre protestas por la imputación con el tipo penal de homicidio culposo –un delito de menor penalidad– en lugar de homicidio doloso, fue vinculado a proceso el agente Irving H. C.
viernes, 15 de agosto de 2025 · 10:47

HIDALGO (apro).- Entre protestas por la imputación con el tipo penal de homicidio culposo –un delito de menor penalidad– en lugar de homicidio doloso, fue vinculado a proceso el agente de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) Irving H. C., acusado de privar de la vida a su compañero Bernardino C. C. el pasado 7 de agosto en un domicilio en la colonia San Cayetano de Pachuca. 

Bernardino, de 32 años, murió por un impacto de bala a la altura de la frente. Yacía acostado boca arriba, con la espalda apoyada en el suelo cuando fue encontrado por la policía de Pachuca que acudió por una llamado de emergencia al 911; un usuario reportó que uno de sus familiares tenía una lesión en la cabeza y cortó la llamada. 

En la vivienda, en el punto específico de los hechos, estaban solo los dos policías, aunque en el domicilio había más personas, de la tercera edad. 

En la colonia, testigos vieron huir corriendo a un sujeto con uniforme de policía tras escuchar los disparos en la calle Nevado de Zontehuith. Horas después, la corporación estatal afirmó que el agente que se encontraba cuando su compañero recibió el impacto de bala se presentó “con plena voluntad” para dar su testimonio, sin proporcionar más detalles, 

La familia de Bernardino protestó en los juzgados orales de Pachuca, ubicados sobre bulevar Minero, por el tipo de delito con el que el Ministerio Público presentó los cargos. La esposa del exelemento pidió justicia, una sanción justa para el probable agresor, quien, dijo, le quitó la oportunidad a Bernardino de estar con su hija pequeña. 

Irving H. C. fue vinculado a proceso por homicidio culposo y se mantendrá bajo la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa. El juez estableció un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria. 

La defensa del elemento acusado de disparar buscó presentar como argumento que Bernardino accionó su propia arma, para deslindar responsabilidad. La familia de la víctima acusó irregularidades en la “entrega voluntaria” del agente, pues reclamó que pasaron horas para que supuestamente lo hiciera, aunque la autoridad les dio otra versión, además de cuestionar que haya dejado el sitio donde se encontraba con su compañero herido mortalmente. 

La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) emitió un comunicado en el que informó sobre la vinculación a proceso, en el cual refiere que los hechos ocurrieron “cuando (los policías) se encontraban manipulando un arma de fuego y la víctima recibió un disparo que lo privó de la vida”. 

El día del deceso, los primeros informes obtenidos referían que el probable agresor había sido identificado también como elemento de SSPH, y que cuando se dio a la fuga iba uniformado. También se conoció que ambos agentes se encontraban comisionados al municipio de Jacala de Ledezma, en la Sierra Gorda de Hidalgo. 

Aproximadamente a las cinco de la tarde, la Secretaría de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad de Pachuca implementó un operativo de búsqueda de un posible homicida (en ese momento así lo habían categorizado, y se referían a él como una persona con ropa tipo táctica, cuya media filiación había sido descrita por testigos).  

A las 7:03 de la noche, la SSPH emitió una tarjeta informativa en la que reconoció que la víctima pertenecía a su corporación, pero afirmó que se encontraba fuera de servicio. Asimismo, mencionó que en el lugar de los hechos fue localizada un arma, la cual era propiedad de su elemento; además, expuso que “se presume”, Bernardino “estaba conviviendo con otro compañero”. 

Añadió que, posteriormente, sin especificar la hora y cuando había un operativo de búsqueda, Irving arribó a las instalaciones de la secretaría “para brindar su testimonio”, “con plena voluntad para colaborar con las investigaciones”, y que quedó a disposición de las autoridades, sin dar más pormenores sobre alguna probable responsabilidad en el deceso ni pormenores de los hechos. 

La familia de Bernardino teme un posible encubrimiento y pidió al gobierno recategorizar el delito y evitar impunidad, porque “lo mató y lo dejó ahí solo, porque al final de cuentas disparó; él le disparó y le quitó a la vida”, dijo su esposa en entrevista con medios de comunicación estatales, durante una protesta en el que portaron cartulinas con leyendas como “Berna no murió, a Berna lo mataron” y “encubrir a un asesino es un delito”. 

 

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