CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- En los próximos días, 229 estudiantes de la Licenciatura en Medicina General y Comunitaria, generación 2021-2026 de la Universidad de la Salud de la Ciudad de México (UNISA) comenzarán a hacer su internado médico de pregrado en clínicas y hospitales de la capital mexicana y de otras entidades, en su mayoría, Veracruz. 

Se trata de los alumnos de la segunda generación de la universidad creada oficialmente el 13 de enero de 2020, cuando la actual presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, era jefa de gobierno, y el mandatario federal era Andrés Manuel López Obrador.  

Es la misma que, en su campaña presidencial, Sheinbaum ofreció elevar a nivel nacional para compensar la falta de médicos que tiene el país, aunque hasta ahora no se han dado pasos oficiales para ello. 

Este jueves, en la sede de la UNISA, los secretarios de Salud (SSA), David Kershenobich, y de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), Rosaura Ruiz, encabezaron la ceremonia de Imposición de Bata 2025, como signo de que los alumnos terminaron su formación teórica en las aulas y seguirán la práctica ya en clínicas y hospitales, como parte del fortalecimiento del sistema de salud pública del país. 

Dijeron que el acto de las batas fue “inédito” y a iniciativa de la propia comunidad estudiantil, y les pidieron que usar esa prenda debe ser un puente que los acerque a los pacientes y no una barrera que los aleje de ellos.  

Según las autoridades, los estudiantes serán distribuidos de la siguiente manera: 65% en unidades de la Sedesa; 29% en unidades del ISSSTE y 6% en unidades del IMSS. La cobertura geográfica incluye la CDMX y diversas entidades federativas, aunque Xalapa y el puerto de Veracruz, en la entidad del mismo nombre, tendrán mayor representación.  

Del total de 229 estudiantes, 142 son mujeres –62 por ciento– y 87 son hombres –38 por ciento–. En cuanto a la modalidad de internado, 149, o 65 por ciento, realizarán su rotación en unidades de Atención Primaria a la Salud (APS), en congruencia con el enfoque comunitario de la licenciatura, mientras que 80 –35 por ciento– estarán en hospitales de segundo nivel, bajo la modalidad ordinaria.  

Rumbo a “comunidades pequeñas” 

Durante la ceremonia, el secretario de Salud, David Kershenobich, enfatizó que la medicina comunitaria necesita médicas y médicos que entiendan que “la salud no es simplemente la ausencia de la enfermedad, sino un estado de bienestar integral que incluye aspectos físicos, mentales y sociales de las personas”. 

A los estudiantes les encomendó ser “promotores de la salud, educadores, consejeros y fundamentalmente profesionales capaces de comprender y abordar las determinantes sociales que influyen en la salud de su comunidad”. 

Y les dio una ligera pincelada de los desafíos que hallarán a su paso: “La elevada frecuencia de enfermedades crónicas en nuestro país, las enfermedades emergentes transmisibles, la resistencia antimicrobiana y la necesidad de integrar nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial”. 

La secretaria de Ciencia, Rosaura Ruiz, quien ideó la creación de la UNISA cuando estaba en el mismo cargo, pero en el gobierno capitalino, recordó que ésta fue creada “para atender la falta de profesionales con este enfoque familiar y comunitario”. 

Agregó que en un grupo de trabajo que encabeza la Secihti, se trabaja en la revisión de los planes y programas de estudios de medicina ante la necesidad de formar doctores que atiendan a las comunidades pequeñas que no tienen actualmente servicios de medicina: “Es la valía que tienen en comparación con otras escuelas”, destacó.