CDMX

Grupo “incel” en Facebook planea más ataques como los del CCH Sur

Tras el homicidio en el CCH Sur, comunidades "incels" en Facebook glorifican al agresor "Lex Ashton", justifican la violencia misógina y organizan nuevos ataques.
sábado, 27 de septiembre de 2025 · 07:13

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Después del homicidio del estudiante Jesús Israel Hernández en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur surgieron páginas y grupos en redes sociales que glorifican las acciones del agresor. 

Una de esas comunidades está Facebook. Denominada "Fans de Lex Ashton", promueve abiertamente discursos misóginos y justificativos del asesinato comparando al agresor del CCH Sur con Elliot Rodger, estudiante británico responsable de una matanza en California en 2014. 

El mensaje principal de dicha página social dice: “Estas acciones buscan generar conciencia sobre nosotros los incels (acrónimo en inglés de célibes involuntarios), de tanta injusticia que se vive el día a día sobre mujeres y sus estándares (altos). El asesinato del alumno es totalmente justificable, ya que es una manera de que la sociedad nos deje de reprimir tanto y no seamos discriminados ni perseguidos. Es totalmente justificable y no tiene nada de malo, ya que las mujeres nos reprimen muchas veces, pero su movimiento feminista no es más que una carga inútil para la sociedad”. 

El texto también muestra una tendencia ideológica conservadora, pues condena el aborto, así como la libertad sexual y social de las mujeres. 

La amenaza. Foto: Especial

En sus publicaciones, los integrantes de la página sostienen que las acciones de Ashton “buscan generar conciencia” sobre la supuesta opresión que viven los hombres incels y alientan la organización de futuros actos violentos a través de grupos de mensajería: “Buenas noches, brocels (hermano incel), les comparto el número de WhatsApp de la administración: +52 55 7688 5626. Manden un mensaje para agregarlos a un grupo de seguidores de Lex y organizar más actos como el que hizo nuestro líder Lex por ahí”.

El agresor del CCH Sur en sus redes sociales. Foto: Especial

En estas páginas de Facebook, además de glorificar la violencia, se fomentan dinámicas de burla y presión entre los propios integrantes. Los usuarios son etiquetados con términos como mentalcels o fakecels si no cumplen con los estándares del grupo, generando un entorno de exclusión y humillación interna.

Lo anterior se convierte en una manifestación de bullying que refuerza la frustración y el aislamiento de los jóvenes, normalizando la violencia como respuesta tanto hacia otros miembros como hacia la sociedad en general.

Este tipo de comunidades funcionan como ecosistemas digitales en los que se legitiman discursos de odio, se comparte terminología específica y se refuerza la idea de que la violencia contra mujeres o personas que ellos perciben como exitosas sexualmente es “justificable”, incluso, hacia la sociedad en general.

Apología en Facebook. Foto: Especial

 

Resentimiento, el detonador

Una investigación publicada en la revista académica Frontiers in Psychology en 2024 destaca que los miembros de comunidades incels en línea a menudo se agrupan en torno a creencias misóginas y agresivas, creando un entorno que puede facilitar la radicalización y la adopción de ideologías extremistas

En tanto, la directora interina del Instituto de Liderazgo Social y Bienestar (ILSB), Silvia Soler, explica en entrevista con Proceso que el caso del CCH Sur evidencia la necesidad de intervenciones integrales: 

No se trata únicamente de sancionar, sino de generar referentes y discursos que permitan a estos jóvenes construir su identidad y masculinidad de manera sana, sin recurrir a la violencia ni a la misoginia. 

La agresión en el CCH Sur se convierte así en un punto de alerta: no sólo por la tragedia individual, sino por cómo hechos violentos pueden activar comunidades digitales que celebran y reproducen discursos de odio, dice la especialista, subrayando la importancia de la prevención, la educación en género y la atención a la salud mental desde un enfoque estructural y colectivo.

Los ataques perpetrados por individuos vinculados a comunidades incels en el mundo han mostrado un patrón de violencia motivada por el resentimiento hacia las mujeres. 

Las armas de Lex Ashton. Foto: Especial

Uno de los casos más conocidos ocurrió en Isla Vista, California, en 2014, cuando Elliot Rodger, un joven de 22 años que se identificaba como incel, asesinó a seis personas e hirió a otras 14 antes de quitarse la vida. 

Rodger dejó un manifiesto y videos en los que expresaba su odio hacia las mujeres y su frustración por no poder establecer relaciones afectivas, convirtiéndose en un ejemplo paradigmático de cómo la ideología incel puede derivar en agresiones extremas.

Elliot Rodger. Matanza en California en 2024. Foto: Especial

Otro caso significativo ocurrió en Toronto, Canadá, en 2018, cuando Alek Minassian, de 25 años, condujo una furgoneta por una acera, matando a 10 personas e hiriendo a 16; Minassian publicó en Facebook minutos antes del ataque un mensaje en el que declaraba: “La rebelión incel ha comenzado”, evidenciando que su acción estaba inspirada directamente por esa motivación. 

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