Elecciones judiciales
Elecciones judiciales no fueron "ni justas ni democráticas": Conferencia del Episcopado Mexicano
“México necesita confianza en sus instituciones, y eso no se logra si la percepción de manipulación persiste en procesos que deberían ser transparentes”, dijo el CEM.CUERNAVACA, Mor (apro).– Para el presidente la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, las elecciones judiciales y sus resultados “no son ni lo más justo ni lo más democrático” y eso, dijo, “debería hacer pensar a nuestras autoridades”.
La declaración fue hecha en entrevista en el marco del Día de la Libertad de Expresión, conmemorado el 7 de junio, durante el cual fue reconocido por su labor en favor de la libertad de expresión. Ahí, el también obispo de Cuernavaca fue cuestionado sobre las denuncias ciudadanas y de trabajadores del estado que, tal como documentó Proceso, apuntan a presuntas operaciones desde estructuras del gobierno federal, estatales, municipales y de la organización civil “Construyendo Justicia” para favorecer una lista de aspirantes afines al partido Morena, en la elección judicial del pasado 1 de junio.
Castro confirmó que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un mensaje oficial previo a la jornada electoral, donde se expresó preocupación por los riesgos de la reforma judicial impulsada por el gobierno federal.
“Hemos escrito un mensaje de parte de la Conferencia Episcopal, en donde reflejamos precisamente esa preocupación tan grave que tenemos los obispos de que esta reforma quizás no ha sido el mejor instrumento para reformar el Poder Judicial”, explicó.
Aseguró que los efectos de esa reforma ya se reflejan en el proceso electoral: “Lo estamos diciendo, lo repetimos y ahora tristemente se refleja el acordeón en las elecciones. Eso hace pensar, hace reflexionar y hace dudar”.
Las denuncias sobre supuesta coacción del voto señalan que beneficiarios de programas sociales, familiares de trabajadores del gobierno y ciudadanos aliados habrían sido convocados para respaldar perfiles predefinidos en distintas regiones del país. Diversas organizaciones sociales han advertido que este mecanismo compromete la autonomía judicial y reproduce prácticas clientelares.
Al respecto, Castro señaló que el proceso debería revisarse con seriedad: “Ojalá que esto pudiera de alguna manera revisarse y corregirse si fuera necesario”.
Consultado sobre la participación de actores civiles en el proceso, evitó descalificaciones, pero insistió en que los métodos deben ser éticamente sostenibles: “Sus razones deben tener, y no creo que hablen nada más para hablar, sino que tienen argumentos que nos hacen decir algo que es tan importante que nos debe también a todos hacer reflexión”.
El posicionamiento público de la CEM alertaba desde días antes sobre los riesgos de una reforma que no garantizara la independencia judicial. Para el Episcopado, el proceso propuesto podría derivar en una mayor politización del Poder Judicial, lo que atenta contra su función autónoma y equilibradora dentro del sistema democrático.
Hasta ahora, ni el Instituto Nacional Electoral ni autoridades judiciales han respondido a las denuncias. Tampoco ha habido pronunciamiento por parte de “Construyendo Justicia”, organización señalada en múltiples estados por participar en la supuesta promoción de perfiles afines.
“México necesita confianza en sus instituciones, y eso no se logra si la percepción de manipulación o imposición persiste en procesos que deberían estar guiados por la transparencia y la equidad”, concluyó Ramón Castro.