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Fallece Bulmaro Hernández Escobar, activista comunitario emblemático de Hueyapan
A lo largo de su vida, ocupó diversos cargos comunitarios como jefe de manzana, ayudante municipal en 1992 e integrante del comité de contraincendios del comisariado comunal. También participó en múltiples obras comunitarias, como el empedrado de caminos y la construcción de puentes.HUEYAPAN, Mor (apro).-Bulmaro Hernández Escobar, activista comunitario emblemático de Hueyapan y figura clave en la defensa de los derechos colectivos y la autonomía de los pueblos indígenas en Morelos, fue uno de los pilares en la organización del municipio indígena y en procesos históricos de autogestión y libre determinación que impactaron más allá de su comunidad.
Hernández Escobar nació el 20 de julio de 1943 en el barrio de San Andrés, en Hueyapan. A lo largo de su vida, ocupó diversos cargos comunitarios como jefe de manzana, ayudante municipal en 1992 e integrante del comité de contraincendios del comisariado comunal. También participó en múltiples obras comunitarias, como el empedrado de caminos y la construcción de puentes en los parajes Tsitsintitlan, Tsapotitlan y Kuatsontegmatl. Quienes lo conocieron recuerdan su entusiasmo por mejorar los caminos del pueblo y su frase constante: “Me gusta empedrar”, entendida como una manera de abrir caminos para la vida comunal.
El lunes 12 de mayo, Bulmaro Hernández falleció dejando tras de sí un legado que trasciende generaciones y fronteras comunitarias. Su contribución fue determinante en la conformación del primer Concejo Mayor del Municipio Indígena de Hueyapan, tras el decreto de creación emitido en diciembre de 2017. En esa etapa, formó parte activa del gobierno comunitario que enfrentó el desafío de consolidar la autonomía frente a obstáculos legales y administrativos impuestos por el Estado.
Hernández Escobar también fue parte de un proceso de articulación con otras comunidades indígenas del estado, como Cuentepec, Tetelcingo y Socio Costa. De manera coordinada impulsaron la exigencia de reconocimiento oficial ante el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que resultó en la entrega de la clave geoestadística el 18 de julio de 2020. Este reconocimiento fue un paso crucial para que Hueyapan accediera a recursos públicos y fuera plenamente reconocido como municipio indígena.
La lucha se sustentó en marcos legales como el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Constitución Federal. En ese contexto, la participación de Hernández Escobar fue clave para fortalecer el ejercicio de la libre determinación mediante la Asamblea Comunitaria como máxima autoridad y la organización horizontal del Concejo Mayor y el Concejo Administrativo.
Su legado no solo está en las estructuras institucionales que ayudó a consolidar, sino también en la práctica comunitaria cotidiana, en la persistencia del trabajo colectivo y en la defensa activa del territorio. Su ejemplo continúa vivo en las y los jóvenes que hoy retoman las banderas de lucha por un gobierno propio, autónomo y con justicia para las comunidades indígenas de Morelos.
Rinden homenaje póstumo
Este martes, integrantes del Consejo Mayor y miembros de la comunidad rindieron un homenaje póstumo a Bulmaro Hernández Escobar, quien formó parte del primer órgano de gobierno en el municipio indígena. El acto, realizado en la plaza principal, fue convocado como un reconocimiento al trabajo y la trayectoria de quien es considerado uno de los fundadores del proceso de autogobierno.
De acuerdo con testimonios recabados por Proceso, el camino hacia la conformación del municipio no estuvo exento de obstáculos. “Todo el proceso fue de hostigamiento, violencia, agresión”, compartió un exconsejero, quien pidió no ser citado con nombre. Señaló que parte de las agresiones provinieron de personas de la misma comunidad, “manipuladas por el mismo Estado”.
El homenaje fue organizado por sus compañeras y compañeros del Consejo Mayor, quienes solicitaron la presencia del actual órgano en funciones como un acto simbólico de respeto y continuidad. A las 14:30 horas, el cortejo salió de su domicilio particular y cerca de las 15:00 horas se llevó a cabo la ceremonia pública.
Aunque hasta el momento no se ha contemplado instalar una placa en su honor, exconcejales del Consejo Mayor y del Consejo Administrativo pasado consideraron la propuesta como una posible acción futura para preservar la memoria de quienes abonaron a la construcción del municipio indígena.