gusano barrenador

México culpa a EU por avance del gusano barrenador; pide abrir fábrica de moscas para frenar plaga

“México no tenía responsabilidad en controlar esa plaga cuando estaba al sur de Panamá; sí tenían responsabilidad nuestros socios norteamericanos estadunidenses, que tienen la única planta que existe en la región, en el continente, para producir las moscas estériles que se necesitan”, dijo Berdegué.
martes, 13 de mayo de 2025 · 13:31

CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- “México no tenía responsabilidad en controlar la plaga de gusano barrenador cuando estaba al sur de Panamá”, el responsable era Estados Unidos a quien se le salió de control, afirmó Julio Berdegué, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, quien además pidió a ese país que instale una planta de producción de moscas estériles en Chiapas. 

“México no tenía responsabilidad en controlar esa plaga cuando estaba al sur de Panamá; sí tenían responsabilidad nuestros socios norteamericanos estadunidenses, que tienen la única planta que existe en la región, en el continente, para producir las moscas estériles que se necesitan”, aseguró. 

Esta es la primera vez que el funcionario federal, desde que Estados Unidos impuso el cierre de frontera al ganado proveniente de México, habla de la responsabilidad de ese país sobre el conflicto que ahora tomó el presidente Donald Trump para volver a sentar a negociar al gobierno de Claudia Sheinbaum.  

“El asunto es que se les fue de control, viajó más de 3 mil 700 kilómetros hasta que llegó a México”, dijo.  

La administración mexicana pidió al gobierno de Estados Unidos su colaboración técnica para instalar una planta de moscas estériles en México, específicamente en Chiapas, pero no ha obtenido una respuesta.  

“Hemos pedido durante meses, sin respuesta, que se abra la planta de producción de moscas estériles en México, en el estado de Chiapas; seguimos esperando la respuesta de las autoridades, porque eso es esencial para poder combatir con efectividad esta plaga”, dijo el secretario. 

México alertó que, de esta manera, ambos países podrían hacerle frente a este tipo de plagas, dado que es la única forma que encuentran, hasta ahora, para erradicarla, y la prueba está en que Estados Unidos provee de este tipo de moscas estériles como una especie de plaguicida.  

Berdegué aseguró que México ha cumplido con todos los requerimientos que ha puesto Estados Unidos y que, incluso, se reforzará el control de este gusano en el ganado, con recorridos desde el Golfo de México hasta el Pacífico, para visitar todos los ranchos y se detecte donde exista plaga. 

El funcionario federal detalló que, aunque el gusano barrenador del ganado ya estaba totalmente controlado, en junio de 2023 reapareció en Panamá, porque además es endémica a Sudamérica, donde ya se tenía controlado, pero al brotar de nuevo avanzó por los 3 mil 700 kilómetros hasta llegar a la frontera de México con Guatemala. 

“Desde el mismo mes en que apareció en Panamá, el gobierno, nuestro gobierno anterior, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dispuso que se reforzaran las medidas de inspección en aeropuertos, en aduanas, etcétera, porque sabíamos que estos animales viajan, pueden viajar en personas, en animales”. 

Para mayo de 2024, la administración mexicana observaba que no lo estaban deteniendo, por lo que se activó una campaña preventiva de capacitación de médicos veterinarios, en 4 mil 400 clínicas y lugares donde la gente compra medicamentos para sus animales.  

Para julio, el expresidente López Obrador activó el Dispositivo Nacional de Emergencia, que le da atribuciones especiales a la Secretaría de Agricultura y al Senasica para aplicar una serie de controles. 

Al iniciar el actual gobierno de Sheinbaum Pardo, se pusieron en contacto con el entonces secretario de Agricultura de Estados Unidos, revisaron la campaña, acordaron las medidas con sus autoridades sanitarias y, del lado mexicano, concluyeron que “las cosas estaban funcionando bien y que teníamos que prepararnos para lo que pudiera venir”.  

Además de que recibieron la visita de la subsecretaría de Agricultura estadunidense, quien analizó lo que México hacía al respecto, es decir tenían un trabajo de la mano con las autoridades sanitarias del país vecino. 

El 24 de noviembre del año pasado, el gobierno detectó el primer caso en México y se hizo en los puntos de control que se establecieron con anticipación. 

“Todos los animales, el 100 por ciento de los animales que transitan del sur de México hacia el centro o hacia el norte, el 100 por ciento, uno por uno, se revisa, se inspeccionan, se tratan preventivamente con medicamentos que están aprobados internacionalmente para que el movimiento de ganado sea totalmente seguro, eso es muy importante”.  

En ese mismo noviembre comenzaron la dispersión aérea de estas moscas estériles, “porque los Estados Unidos son los únicos que tienen la fábrica de producción de moscas en Panamá. Y dispersamos todas las moscas que ellos nos facilitaron”. 

Desde entonces, aseguró Berdegué, mantuvieron el control de la movilización del ganado, con la vigilancia epidemiológica.  

“Cuando alguien reporta un caso o lo identificamos nosotros, 20 kilómetros a la redonda se aísla y se visitan todos los ranchos, para inspeccionar el ganado y ver que no haya otros casos; cuando son más al norte, el aislamiento es 40 kilómetros. Eso cuesta decenas de millones de pesos que ha invertido el Gobierno Federal”.  

Entre las acciones también está la capacitación y educación sanitaria dedicada a todos los ganaderos de México, así como a los médicos veterinarios. 

La llegada de moscas estériles a México va en 100 millones semanales, “que se dispersan en las zonas que, de común acuerdo con APHIS —la autoridad sanitaria norteamericana, priorizamos por ser de mayor riesgo—, vamos a llegar ya en estos días a mil millones de moscas dispersadas y vamos a mantener ese ritmo”.  

El secretario Berdegué se reunió también con su homóloga estadunidense, Brooke Rollins, el pasado 6 de mayo en su oficina, para revisar las medidas; no obstante, la decisión de cerrar la frontera por este aspecto se les notificó el 10 de mayo, apenas cuatro días después de su encuentro.  

“Ellos nos habían hecho saber algunas cosas que querían que mejoráramos; todas ellas, el 100 por ciento de las solicitudes se atendieron en horas o máximo en días, porque es de nuestro interés que la campaña funcione bien, no solo por las exportaciones, sino por la salud de los animales de nuestros ganaderos”, reprochó.  

Después de dicha notificación el secretario se comunicó con Rollins, el domingo 11 de mayo, en dicha conversación México logró que este cierre de la frontera se diera solo por 15 días, en lo que el gobierno de Sheinbaum analiza nuevas medidas para que Estados Unidos haga una “evaluación” y se logre reabrir la frontera.  

“Tomamos ayer un acuerdo con los gobernadores y gobernadoras de los estados exportadores y de los estados del sur que están afectados, también nos reunimos con todas las asociaciones ganaderas. Acordamos una serie de medidas que ya están en implementación: reforzar la movilización, el control a la movilización del ganado”. 

También especificó el “barrido”, que harán “desde el Golfo de México hasta el Pacífico, a la altura de Veracruz, hasta llegar a Oaxaca y sur de Guerrero, visitando el 100 por ciento de los ranchos e inspeccionar. Estamos teniendo reuniones diarias con APHIS, en fin, estamos haciendo todo lo que es materialmente posible hacer”.  

El gobierno mexicano no quiso detallar sobre las pérdidas que se podrían tener con este cierre de frontera por 15 días, pero la idea es que todo ese perjuicio se pueda subsanar una vez que se reabra el paso al ganado detenido por el momento. 

Comentarios