Festival Axe Ceremonia 2025

Axe Ceremonia: el negocio millonario entre irregularidades y explotación laboral

Un empresario ligado al incendio de una estación migratoria y un grupo empresarial que maltrata y explota a sus empleados son los objetivos de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía capitalina sobre la muerte de dos fotógrafos en un festival de música.
sábado, 12 de abril de 2025 · 12:34

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El deceso de dos jóvenes fotógrafos en el Axe Ceremonia 2025 el pasado 5 de abril tiene diversas vías de investigación: desde la concesión federal del Parque Bicentenario —cuyo accionista mayoritario está ligado a la muerte de 40 personas en la Estación Migratoria de Ciudad Juárez— hasta la colocación de una grúa por el Grupo Eco el mismo día del evento, consorcio que agrupa a microempresas en las cuales los trabajadores sufrían violencia laboral y ningún protocolo de seguridad. 

Exploradas por Proceso, esas vías llevan a escenarios insospechados.

Por ejemplo, la concesión del parque pertenece a Operadora de Proyectos de Entretenimiento NLP, SA de CV, cuyo consejo de administración preside el mexicano George Mac McPhail Trouyet, titular a su vez del Grupo de Seguridad Privada CAMSA, la misma empresa de seguridad encargada de la Estación Migratoria de Ciudad Juárez, que sufrió un incendio en marzo de 2023 en donde fallecieron 40 migrantes. 

Se condenó entonces a cinco personas implicadas en el incendio, entre ellos a agentes, vigilantes y un migrante, pero de acuerdo con lo dicho por varias organizaciones en marzo de este año, está pendiente aún la investigación por violaciones a derechos humanos y las condiciones en las que operaba la estación migratoria, que según testimonios funcionaba peor que una cárcel, pues los detenidos vivían en condiciones insalubres, con privaciones de agua y comida, y sin comunicación. 

La caída. Omisiones Foto: Carlos Enciso.

El Parque Bicentenario —donde murieron Citlali Berenice Giles Rivera y Miguel Ángel Rojas Hernández, al caerles encima una estructura metálica durante el festival de música Axe Ceremonia— se inauguró en 2010 para conmemorar los 100 años de la Revolución mexicana y los 200 años de la guerra de Independencia. Diseñado originalmente como un espacio ecológico, durante ocho años tuvo la concesión la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dirigida entonces por Alan Daniel Cruz Porchini, actual director de Coordinación Laboral del IMSS. 

Pero en el último año del sexenio de Enrique Peña Nieto el Bicentenario pasó de la Semarnat al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), que a su vez otorgó la concesión por 25 años a la empresa Operadora de Proyectos de Entretenimiento NLP, SA de CV.

George y su hermano Charles Edward McPhail Trouyet aparecen como socios fundadores de dicha compañía, y ante el Indaabin Charles figura como “concesionario”. Aunque en la primera cláusula de dicho documento se establece que el uso principal del Bicentenario es para disfrute de los ecosistemas y recursos naturales de manera gratuita al público, se autoriza a limitar “temporalmente el acceso gratuito” con un máximo de 10 eventos privados al año que tengan costo, con previo aviso al Indaabin, y como contraprestación una cuota anual de 1 millón 270 mil pesos, correspondientes al 7.5% del valor del inmueble. 

Dicha cantidad resulta mínima si se considera el costo por boleto en festivales musicales. En el caso del Axe Ceremonia 2025, el acceso individual por día era de 3 mil 660 pesos, e individual por dos días de 5 mil 233 pesos. El estimado de asistentes al encuentro fue de 45 mil personas. 

En ese mismo “título de concesión” se lee: 

“Es obligación del concesionario realizar todos los trámites a la obtención de licencias, permisos, autorizaciones o cualquier otra similar que, en su caso, las autoridades de los órdenes de gobierno correspondientes requieran para llevar a cabo el uso, aprovechamiento y explotación del inmueble, en los términos del presente título de concesión.  

“El concesionario deberá adoptar las medidas conducentes para garantizar la seguridad del inmueble y, en general, de los bienes y personas que se encuentren en él o que esperen recibir servicios en el mismo”. 

Y respecto a las medidas para rescindir la concesión, pone:

“Vencimiento del término por el que se otorga; renuncia del concesionario; desaparición de su finalidad o del bien objeto de la concesión; desaparición de la persona moral; nulidad, revocación y caducidad; declaratoria de rescate; y cuando se afecte la seguridad nacional”. 

 

Las investigaciones 

Tanto la presidenta Claudia Sheinbaum como la jefa de gobierno capitalino, Clara Brugada, se pronunciaron públicamente sobre el posible retiro de concesiones al Bicentenario, y el 10 de abril último Sheinbaum recordó en la “mañanera” que la investigación se encuentra en manos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), que abrió una carpeta de investigación, cuyos resultados “se darán a conocer en los próximos días”. 

Tras ello, el Indaabin informó en un comunicado que “procederá a requerir al concesionario las autorizaciones de ejecución y en materia de protección civil que en su caso emitieron las autoridades para llevar a cabo el evento ‘Axe Ceremonia 2025’, con la finalidad de poder deslindar y determinar responsabilidades, y en su caso, revocar la concesión que en ese inmueble opera”. 

A lo anterior se suma la labor de la alcaldía Miguel Hidalgo y la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) de la CDMX, que se pronunciaron en torno a sus respectivas investigaciones del Axe Ceremonia. La segunda refirió que las autoridades de la Miguel Hidalgo tenían la responsabilidad de vigilar que se hicieran cumplir los señalamientos de la revisión in situ, que se documentaron en su visita del 4 de abril, un día antes del evento, y regresar el día posterior (lo cual no sucedió) para verificarlo, además de proporcionar personal para antes, durante y después del evento en concordancia con el Programa Especial de Protección Civil. 

Por otra parte, los comunicados de la SGIRPC y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señalan inconsistencias respecto a los decesos de Berenice y Miguel. Mientras el primero consignó que fallecieron en el Hospital General Dr. Rubén Leñero, el segundo asienta que llegaron ahí sin vida. 

Proceso solicitó una entrevista a la alcaldía Miguel Hidalgo respecto a los avances de documentación o investigación, pero el área de prensa informó que no había mayores añadidos y todo lo obtenido se proporcionó a la FGJ-CDMX. Lo mismo sucedió por parte de la SGIRPC. 

A su vez, en cuanto a la misma solicitud, la Fiscalía informó mediante su área de comunicación que “las agendas de trabajo no se liberan para dar información adicional a la proporcionada” y que su carpeta apunta a tres líneas: 

1. Se investiga a las personas y empresas que operan físicamente la maquinaria, cuya tarea era garantizar que la estructura no se derrumbara.

2. Las personas y empresas responsables de la organización del evento, quienes debían asegurarse que las instalaciones fueran seguras y que cumplieran con la normatividad de Protección Civil.

3. Las autoridades, en cuanto a sus obligaciones de supervisión antes, durante y después del evento. 

Centro Migrantes en Ciudad Juárez. Nexos. Foto: Juan Ortega / Cuartoscuro.

 

Grupo ECO 

Mención aparte lleva el Grupo ECO, cuyo fundador es Diego Jiménez Labora, quien a su vez se encuentra al frente del festival Axe Ceremonia. 

El grupo surgió de la fusión de Sicario Music y 8106. Con una década de funcionamiento en el sector artístico-musical, es la empresa detrás de varios festivales de música, como Trópico (Acapulco), Bravo y el mismo Axe Ceremonia. También se halla detrás de microempresas que dan servicio a todo el “ecosistema” de esos festivales, según se advierte en su web https://www.grupo.eco/

Bajo la presentación de “nos enfocamos en crear experiencias, plataformas e iniciativas artísticas y culturales que impulsen un cambio positivo en nuestra comunidad”, el grupo ofrece ocho servicios:  

  • ECO Live: Encargada de producción de eventos, conciertos y festivales. 
  • Evo Venues: Gestión de espacios para experiencias en vivo para cualquier tipo de evento. 
  • Cartel: Agencia interna de marketing, desarrollo y experiencias de marca. 
  • Surface: Especializado en producción y montaje de infraestructura. 
  • TSM: Agencia de representación artística, “somos una agencia que vincula a los creadores y su obra, con necesidades de iniciativas comerciales y culturales”. 
  • Realid@d: Especializada en “experiencias creativas” mediante el uso de tecnologías. 
  • Obra Negra: Estudio de dirección de arte, montaje de escenografías, diseño visual y ambientación. 
  • Código de barras: Especialistas en operación de alimentos y bebidas para eventos masivos. 

Jiménez Labora, ingeniero industrial y de sistemas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), también fue señalado por Fernando Belaunzarán, exdiputado federal y actual vocero del Frente Cívico Nacional, de sostener vínculos empresariales con Andrés López Beltrán, actual secretario del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) e hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador. 

El portal de noticias Latinus reportó en mayo de 2023 que Alejandro Castro Jiménez Labora, primo de Diego Jiménez, colaboró en proyectos relacionados con el gobierno, incluyendo el Parque Ecológico de Texcoco. 

La forma en que opera Grupo Eco fue criticada desde el mismo 5 de abril, al negarse a brindar mayor información a medios de comunicación sobre la situación de Berenice y Miguel, y continuar posteando “historias” en Instagram durante la misma noche del 5 de abril.

Lo anterior, después de que los dos jóvenes fotógrafos fallecieron a raíz de la caída de la “grúa de tijera” (conocida también como “genies”), cuyo estándar internacional —advierte la Federación Internacional del Acceso Motorizado (IPAF, por sus siglas en inglés)— establece que se debe operar por personal especializado, no se debe usar sobre un suelo inestable, ni elevarse a su altura máxima en exteriores, entre muchas otras consideraciones. 

Sin embargo, las indicaciones de seguridad de la IPAF para el uso de ese tipo de grúas al parecer fueron ignoradas por el personal técnico y operativo del festival, incluso una encargada de producción de eventos (de manera anónima) informó a Proceso que el uso de esas grúas requiere de una certificación especial, medidas de seguridad antes, durante y después del montaje, desde las mínimas, como el empleo de casco, hasta una “línea de vida” (sistema de protección para evitar siniestros). 

Según la fuente, todas estas medidas las tiene que supervisar el gobierno en conjunto con el equipo organizador, aunque aseguró que también es común que se violen esos protocolos para ahorrar tiempo. 

Ese día se anclaron figuras de osos de colores en lo alto de grúas para promocionar el Axe Ceremonia en las redes sociales como “puntos de encuentros seguros” para los jóvenes, y como referencia para escenarios y lugares. La que se colocó de color naranja, cerca del área de prensa, fue la que finalmente cayó. 

 

Historia de explotación 

Óscar Sosa es locutor de radio en el 105.5 FM en el Estado de México, y después del deceso de Berenice y Miguel “ahora sabe” que trabajó en una de las microempresas de Diego Jiménez Labora, específicamente en Código de Barras. En su acercamiento a Proceso, relató su experiencia personal, que conecta con el caso de la tragedia. 

Llegó a Grupo Eco a través de la invitación de una colega, y constató el maltrato laboral y negligencias que sucedían al ingresar a trabajar en el festival Axe Ceremonia de 2022 como “recargador de pulseras”. 

Éste es un sistema denominado cashless que desde hace algunos años se incorporó en los festivales de música. Se trata de una pulsera que suele entregarse de manera gratuita a los asistentes en puntos de recarga, en la cual se puede depositar el dinero que se considere necesario para comprar bebidas (incluidas las alcohólicas) y alimentos. 

Sosa explicó que por evento se contrataba a unas 300 personas que se colocaban en distintas áreas del parque; por cada día le pagaban entre mil y mil cien pesos. 

El locutor de 46 años, nacido en Veracruz, pero radicado en la Ciudad de México, contó a Proceso su “viacrucis” en esa empresa en la que finalmente lo corrieron “por solicitar ir al baño”: 

Hablo porque quiero que se haga justicia, porque supe lo que le pasó a Miguel y Berenice, porque hasta ahora entiendo quién era el dueño de esa empresa y porque no podemos vivir en un país donde el trabajo de entretenimiento es uno de los peores trabajos que sólo funcionan para el enriquecimiento de una sola persona. 

Dijo que el reclutamiento de esas microempresas se da mediante invitación directa de alguien más que trabaje dentro, sea familiar o amigo, “de boca en boca”, y que todo el contacto y comunicación laboral siempre es por WhatsApp: 

“Por ese medio se hace todo, así me registraron. Te piden INE y comprobante de domicilio, y luego te invitan al Auditorio Blackberry para la capacitación. Ahí aprendes a recargar las pulseras y el manejo de las terminales bancarias, te asignan un supervisor que se comunica contigo, y lo único que sabes de ellos es que se llaman Myriam, Luis, Juan, jamás te dan un apellido, y si los preguntas te dicen que no es necesario. 

Empresa Grupo Eco. Reclutamiento. Captura de pantalla de Óscar Sosa.

“Jamás te hablan de protocolos de seguridad, de qué hacer en caso de sismo, incendio o algo, nada. Trabajé en Axe Ceremonia 2022, 2023 y 2024. Te citan desde la mañana y empiezas a trabajar a la una de la tarde hasta que cierra el festival (dos-tres de la mañana), y no te puedes ir hasta que se haga el cierre final, que puede llegar a ser hasta las siete de la mañana. 

“Además, durante el periodo de trabajo no hay permisos para ir al baño, ni utilizar celular, sólo lo puedes revisar por una indicación de un supervisor. Manejamos dinero en efectivo y con la terminal, y en parte no vas al baño porque no hay quien se haga cargo de tu caja. Tu caja en efectivo es tu responsabilidad y no de los supervisores, y si protestas por algo se molestan y te corren”. 

Respecto a las recaudaciones, expuso haber llegado a reunir en caja, como máximo, cerca de medio millón de pesos en efectivo, más lo que se reunía en pago con tarjetas bancarias, y que el promedio era de 200 a 300 mil pesos en efectivo por cajero: 

“Entiendo que una vez un chico se fugó con cien mil pesos; nadie supo cómo ni de qué manera, simplemente se fue”. 

Relató que para cada evento les escriben, y a su vez les piden recomendar gente para trabajar.

“Para los eventos fuera de la Ciudad de México la experiencia era peor. Te citaban a las ocho de la noche en la Fuente de Cibeles, llegaba un autobús de transporte tipo escolar, no los de turismo, y te llevan ahí. Así fui al festival Trópico en Acapulco, a Guadalajara y a Querétaro. 

“Esos viajes son peor, porque puede ser un día de festival, pero como te citan un día antes para el transporte, viajas toda la noche, y los cortes son la madrugada del otro día. Regresas prácticamente dos días después sin dormir bien porque no hay dónde dormir, ni bañarte y por la paga de un día, de mil cien pesos”. 

—¿Y en qué horarios comían? 

—La comida es aparte, no hay horarios de comida, comes como puedas, y sí, te dan de comer en la tarde, pero me tocó que nos dieran la comida en mal estado, así que es cosa tuya. Cuando me salí supe que las condiciones de trabajo continuaron igual. 

—¿Cómo saliste de ahí? 

—Yo renuncié en el Axe Ceremonia de 2024 porque un supervisor no me dejó ir al baño. No había comido y tenía urgencia de ir al baño. Le reclamé, reportó que le grité y me corrieron. Primero llegó gente de seguridad, me rodearon, me revisaron, me cortaron las pulseras de recarga, me dieron la paga de ese día y me sacaron del lugar. Eran cerca de las cinco de la tarde, lo recuerdo porque todavía había luz cuando me fui. 

Detalló que incluso vivió violencia de parte de asistentes del festival, quienes lo llegaron a “cachetear” por no dar el servicio de recarga debido a que se cerraban las cajas después de cierta hora: 

“La gente te puede golpear. Como están tomados, se les hace fácil, pero nadie te defiende ni se mete, tampoco te explican qué hacer o cómo reaccionar”. 

—¿Qué pasa con otros servicios dentro del parque? 

—Sé que la gente que vende cervezas dentro o los que trabajan en el servicio de comida están quizá en peores condiciones. Pongo en duda que haya protocolos de limpieza. Mucha gente se aguanta porque no tiene estudios, o la secundaria, o no terminaron prepa, y van a veces hasta en familia, ves al papá, la mamá y el hijo. 

Para rematar: 

“Después de lo que sucedió pensé que tenía que hablar y comentar lo que viví, porque hay una injusticia laboral en ese sector y en esas microempresas, y porque si le hubiera sucedido a alguien que trabajara en Código de Barras quizá nadie se hubiera enterado”.

(Con información de Ximena Arochi

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