CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Carlos Ortigoza Sequeiros, el médico que realizó la cirugía estética de nariz a Fernanda, la menor de 15 años que sufrió un infarto cerebral en la Ciudad de México, no era un desconocido para las autoridades sanitarias y tampoco enfrentaba su primer señalamiento. 

De acuerdo con el periodista Carlos Jiménez, quien dio a conocer el caso en medios nacionales, Ortigoza Sequeiros ya había sido boletinado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en 2018, por el mismo tipo de prácticas: realizar cirugías estéticas en una clínica irregular, luego de una denuncia presentada desde 2015. 

A pesar de ese antecedente, el médico continuó ejerciendo.  

La clínica Sequeiros Beauty, propiedad de Carlos Ortigoza, había sido clausurada previamente, tanto por la Fiscalía de la Ciudad de México (FGJCDMX) como por el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA). 

El procedimiento a Fernanda se realizó en el hospital privado Max Medic, el cual figura con un estatus de “regularización”, es decir, no ha concluido los requisitos necesarios para operar de manera formal. 

Según el Registro Nacional de Profesionistas, Carlos Ortigoza Sequeiros cuenta con el título de Médico Cirujano por la Universidad Anáhuac y una maestría en Cirugía Estética por el Instituto de Estudios Superiores en Medicina. 

El caso 

Fernanda solicitó la cirugía como regalo por sus 15 años, por lo que acudió junto con sus padres a la clínica Sequeiros Beauty, ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo, donde fueron atendidos directamente por Carlos Ortigoza Sequeiros. 

Durante la consulta, el médico se presentó, junto con su pareja Yasmín “Jazz” Martínez, como especialista en procedimientos para adolescentes de entre 13 y 16 años.  

Martínez se identificó como anestesióloga, aunque en realidad es administradora. 

La intervención quirúrgica se llevó a cabo el 24 de agosto en el hospital Max Medic, ubicado en la colonia Dos Lagos. 

Tras la cirugía, Fernanda no despertó con normalidad y comenzó a presentar vómitos con sangre. A pesar de ello, fue dada de alta, incluso con la oposición de sus padres. 

Horas después, la menor fue trasladada de emergencia al Hospital General, donde los médicos confirmaron el diagnóstico de infarto cerebral, presuntamente provocado por la obstrucción de una arteria que conecta la nariz.