Vapeadores

Mercado negro de vapeadores es de 20 mil millones de pesos al año; siete cárteles lo controlan

Los expertos advirtieron que la prohibición absoluta de vapeadores en México, sin un esquema de regulación ni trazabilidad, creó el escenario perfecto para que los cárteles ocuparan todo el eslabón de la cadena: importación clandestina, reempaque, venta en redes sociales y distribución callejera.
martes, 25 de noviembre de 2025 · 17:38

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El crimen organizado mexicano ha encontrado en el mercado ilícito de vapeadores y tabaco una fuente de ingresos estratégica, estable y de bajo perfil que ya mueve entre 15 y 20 mil millones de pesos anuales. 

Lo que empezó en 2022 como un decreto presidencial terminó entregándole al crimen organizado un mercado millonario, que al menos, por ahora, es controlado por siete cárteles el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Chapitos, el Cártel del Golfo, el Cártel del Noreste, la Nueva Familia Michoacana, Cárteles Unidos y La Unión Tepito). 

“Lo que antes eran mercados marginales hoy son negocios esenciales para al menos siete cárteles”, resumió Miguel Alfonso Meza, presidente de Defensorxsm, durante la presentación del informe Humo, vapeo y poder, el nuevo negocio del crimen organizado.

“Este mercado ilícito financia armas, logística criminal y enfrentamientos armados en al menos 16 estados de alto riesgo”, advirtió el periodista Óscar Balmen, especialista en seguridad.

El informe es claro:

"Según los cálculos realizados por este informe, el mercado ilícito de tabaco vale entre 15 y 20 mil millones de pesos al año. Un monto que no pasa por las tesorerías nacionales ni por los registros estatales; engrasa los engranajes de organizaciones criminales que descubrieron que el cigarro de contrabando ofrece dinero, poder y control". 

Los expertos reunidos —entre ellos Armando Vargas (México Evalúa), Rodrigo Peña (Colmex) y Fernando Escobar (Causa en Común)— coincidieron en que la actual política de prohibición absoluta, lejos de proteger la salud pública, está entregando a los cárteles un negocio rentable, difícil de detectar y con márgenes de ganancia superiores a muchos narcóticos tradicionales.

Fotografía: Rodrigo Hernández López.

Demandaron una estrategia integral basada en regulación clara, trazabilidad efectiva, fortalecimiento aduanal y combate directo a las redes criminales, en lugar de medidas que solo empujen a consumidores y pequeños comerciantes al mercado negro controlado por el crimen organizado.

Los expertos advirtieron que la prohibición absoluta de vapeadores en México, sin un esquema de regulación ni trazabilidad, creó el escenario perfecto para que los cárteles ocuparan todo el eslabón de la cadena: importación clandestina, reempaque, venta en redes sociales y distribución callejera a través de menores de edad en escuelas y tianguis.

El control criminal

El informe advierte que rutas que se usaban exclusivamente para drogas, armas y migración indocumentada, ahora, son las principales vías para mover el tabaco clandestino: dos rutas por el Pacífico (Sinaloa-Nogales y Jalisco-Laredo), dos por el Golfo de México (Veracruz-Brownsville y Nuevo León-Laredo) y una por el centro del país (Guanajuato-El Paso). 

Los Chapitos dominan el mercado nacional de vapeadores; La Unión Tepito consolidó alianzas con proveedores asiáticos para inundar la Ciudad de México, y el Cártel del Noreste incluso marca sus productos con las siglas “CDN” —al estilo de lo que hicieron Los Zetas hace dos décadas— para diferenciarlos de la competencia.

De acuerdo con la investigación, el CJNG ya opera fábricas clandestinas en Jalisco, Estado de México y Morelos, e incluso experimenta con cultivos transgénicos de tabaco.

Por su parte, la Nueva Familia Michoacana usa este negocio para reforzar el control social en Tierra Caliente, mientras el Cártel del Golfo —presionado por la ofensiva estadunidense contra el fentanilo— recicla las mismas rutas hacia Texas para mover tabaco y vapeadores en lugar de opioides.

Cada año, entre el 10 y el 12% de los cigarros que se fuman en el mundo son ilegales y unos 400 a 460 mil millones de piezas que cambian de manos sin pagar impuestos ni cumplir normas sanitarias. En México, el problema es todavía más grave. Aquí, dos de cada diez cigarros que se consumen provienen del mercado negro.

El mercado negro del vapeo y el tabaco ilícito no necesita violencia espectacular: le basta con la complicidad silenciosa.

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