Estafa Maestra

Exauditor especial de la ASF niega haber enterrado investigación sobre la Estafa Maestra

Gerardo Lozano Dubernard rechazó las acusaciones Muna Dora Buchahin, extitular del área de Auditoría Forense en la ASF, quien afirmó que no se investigaron fraudes por mil 500 millones de pesos.
jueves, 2 de octubre de 2025 · 20:28

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Gerardo Lozano Dubernard, quien fungió como auditor especial de Cumplimiento en la Auditoría Superior de la Federación (ASF) entre 2018 y 2021, sostiene que no enterró ninguna investigación relativa a los esquemas de desvíos de dinero perpetrados durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, conocidos como Estafa Maestra. 

Lozano ejerció su derecho de réplica para “limpiar su nombre” y responder a los señalamientos en su contra que hizo Muna Dora Buchahin, otrora titular del área de Auditoría Forense en la ASF, en un reportaje publicado por Proceso el pasado 25 de agosto. 

La auditora acusó a Lozano y a David Colmenares Páramo, el titular de la ASF, de haber frenado investigaciones de la Estafa Maestra que iban a destapar fraudes por mil 500 millones de pesos. 

En entrevista con Proceso, Lozano desmiente las acusaciones de la exfuncionaria, pues recalca que entre el momento en que asumió como auditor especial de Cumplimiento Financiero, en mayo de 2018, hasta su renuncia en noviembre de 2021, su equipo presentó 30 denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por los esquemas fraudulentos de la Estafa Maestra, que amparan irregularidades superiores a los 3 mil 218 millones de pesos. 

Según el auditor, seis de las denuncias presentadas estaban relacionadas con los asuntos denunciados por Buchahin –tenían que ver con convenios celebrados por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en 2016--, lo que en su opinión muestra que la acusación carece de sustento. 

Agrega que, a lo largo de su gestión, presentó 136 denuncias por los fraudes que la ASF detectó en otros casos de corrupción del sexenio pasado, como las adquisiciones de las plantas de fertilizantes Agronitrogenados y Fertinal, los contratos a la constructora brasileña Odebrecht o el caso del socavón en la autopista México-Cuernavaca.  

“Hice todo lo que pude”, sostiene Lozano, quien añade que después de su salida presentó 13 denuncias, a título personal, por casos de corrupción documentados por la ASF, como Segalmex. 

Lozano también rechaza que, cuando notificó a Buchahin que estaba despedida –por instrucciones de Colmenares--, el equipo de la ASF se haya robado expedientes e incursionado a la fuerza con policías en el área forense para robar información, como Buchahin afirma en su libro La Casa Sucia (Grijalbo, 2024). “En su salida no cometí ningún acto de corrupción”, recalca. 

El auditor asevera que la exauditora forense fue “muy ruda” con él en su libro, en artículos y en entrevistas, y anuncia que presentará una nueva denuncia en su contra; ella, por su parte, acusa a Lozano de haber presentado una queja en su contra con pruebas falsificadas ante la Unidad de Evaluación y Control (UEC), la cual quedó congelada durante más de siete años hasta “revivir” de manera inexplicable este año. 

De nueva cuenta, Lozano rechaza haber montado un expediente contra la auditora; dice que recibió una denuncia anónima, fechada a finales de abril de 2018, y la canalizó al área de auditoría interna y a la UEC. “Fue todo lo que hice, de ahí no participé en las entrevistas, no le ofrecí ascensos a nadie a cambio de sus testimonios”, dice. 

De manera general, el exauditor señala que Buchahin no tiene por qué decirse perseguida, pues ella “soltó la primera denuncia por daño moral” contra Lozano, y subraya que “se la gané tres veces”. 

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