Maíz transgénico
México y el dilema del maíz transgénico
La derrota de México ante Estados Unidos en el panel del T-MEC se refiere a la instrumentación de las políticas biotecnológicas durante el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, en contra de las importaciones de maíz transgénico.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un mes antes de que Estados Unidos informó que derrotó a México en el panel de resolución de disputas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre el maíz transgénico, el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM publicó un trabajo sobre la disputa.
El trabajo escrito por Andrea Guadalupe Virgen Rojas, David Israel Rentería Quevedo y Agustina Rodríguez Alegría, analiza el conflicto entre México y Estados Unidos, que surgió a partir del decreto emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2020.
"En los últimos años se ha creado una controversia entre ambos países, por que el gobierno mexicano decidió prohibir la importación de maíz transgénico para el consumo humano. En este escenario, se tienen dos visiones contrastantes: por un lado, Estados Unidos defendiendo su seguridad y los beneficios económicos que representa el maíz genéticamente modificado para el sector agrícola. Por otro lado, México, basándose en el principio de precaución y la protección de su patrimonio biocultural, busca restringir el uso del maíz transgénico en su territorio", detalla el trabajo.
Los investigadores detallaron que "una de las razones del éxito de Estados Unidos como exportador es que este país tiene la capacidad para darle dinamismo a su campo, así como para proveer a sus productores de herramientas tecnológicas e industriales que hacen que sean capaces de producir de manera masiva. En este sentido México no tiene las mismas capacidades de producción y, por lo tanto, representa una competencia débil ante su vecino del norte".
Una de las conclusiones medulares señala la parte central de la disputa:
"Si bien es cierto que no existe evidencia contundente de que la producción del maíz con herbicidas como el glifosato, tenga relación directa con daños a la salud humana, tampoco hay la certeza de que no sean los causantes de diversas enfermedades. Varios autores coinciden en que se deben incrementar y ampliar los estudios que den mayores evidencias".
En uno de los comentarios finales, apuntan que el gobierno deberá poner más atención "a la producción agrícola mexicana, que la infraestructura", así como dar créditos y otros programas de apoyo a los agricultores, para incrementar la producción y la competitividad. Sentencian: "Tal cual lo hace Estados Unidos en ese sector y en los agricultores, invertir en el campo debe ser prioritario".
Fallo
La derrota de México ante Estados Unidos en el panel del T-MEC se refiere a la instrumentación de las políticas biotecnológicas durante el gobierno del expresidente López Obrador, en contra de las importaciones de maíz transgénico.
Bajo las reglas del tratado comercial tripartita que López Obrador personalmente suscribió en la Casa Blanca al lado de Donald Trump en su primera presidencia, México tiene un plazo de 45 días para cumplir con el fallo.
La USTR agregó que, de enero a octubre de 2024, las exportaciones de Estados Unidos a México de maíz transgénico alcanzaron los 4 mil 800 millones de dólares, lo que representó que el mercado mexicano es el principal consumidor del maíz estadunidense.
Proceso publicó en su edición mensual de noviembre un reportaje sobre la inminente derrota, debido a que el gobierno mexicano incumplió los procedimientos que establece el T-MEC al emitir el decreto del 31 de diciembre de 2020 (sustituido el 13 de febrero de 2021) firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues omitió notificar a sus contrapartes y darles oportunidad de pronunciarse al respecto.
David Rivero Fragoso, representante legal de la acción colectiva, que, desde hace 11 años, presentaron 53 ciudadanos y 22 organizaciones civiles, consideró que el gobierno de México debió haber contrademando a Estados Unidos, porque al no hacerlo aceptó jugar en los términos de referencia que fijó ese país en este panel. “Si hubiera contrademandado, habría reglas del juego más parejas”.
Consumo
Basta recordar que en 2017, el 90% de las tortillas que se consumen en México contienen secuencias de maíz transgénico, así lo reveló el estudio elaborado por el Instituto de Ecología y del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM.
En el artículo publicado en la revista Agroecology and Sustainable Food Systems, el equipo de investigadores conformado por: Emmanuel Gonzáles, Alma Piñeyro, Elsa Gómez, Eduardo Monterrubio, Marlenne Arleo, José Dávila y Claudio Martínez encontraron la presencia de transgenes, es decir, genes que provienen de maíz transgénico, de plantas que fueron transformadas en laboratorios de Estados Unidos, principalmente.
De acuerdo con esa misma investigación, encabezada por Elena Álvarez-Buylla Roces, exdirectora del Consejo Nacional de Ciencias, Humanidades y Tecnologías (Conahcyt), se indicó que en las tostadas, harinas, cereales y botanas hechas a partir de maíz, el nivel de transgénico es del 82%.
“Más del 85% del maíz transgénico que se produce en Estados Unidos es tolerante al glifosato, que es rociado sobre los maíces transgénicos que lo toleran, penetra en las plantas y llega a los granos, pero no pensábamos encontrarlo en nuestras tortillas y otros alimentos hechos con maíz”, dijo Álvarez-Buylla Roces en aquel momento.
El texto de Virgen Rojas, Rentería Quevedo y Rodríguez Alegría puede ser consultado en el siguiente enlace.