EDIMBURGO, Escocia (AP) — El presidente Donald Trump se dirigió el domingo a conversaciones con la directora de la Comisión Europea exigiendo un comercio más justo con el bloque continental y amenazando con fuertes aranceles para lograrlo, mientras insiste en que Estados Unidos no bajará los impuestos de importación por debajo del 15%.

Las conversaciones podrían evitar aranceles punitivos de Estados Unidos y la prometida represalia de Europa. Ambos podrían enviar ondas de choque a través de las economías de todo el mundo.

La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sentada junto a Trump en su resort de golf en la costa escocesa, pidió un reequilibrio del comercio bilateral por valor de miles de millones de dólares entre los socios vitales. Hablando con los periodistas antes de su reunión privada, ella y Trump pusieron las posibilidades de alcanzar un acuerdo en un 50-50 mientras se acercaba el plazo del viernes de la Casa Blanca.

“Este acuerdo es el más grande que cualquier otro”, indicó Trump. Sugirió que podrían cerrar un trato en poco tiempo.

Trump calificó a von der Leyen de “altamente respetada” y aseveró que reunirse con ella en su campo de golf de Turnberry, donde jugó por la mañana, fue un honor. “El principal punto de fricción”, sostuvo el presidente republicano, es “la equidad”.

Durante meses, Trump ha amenazado a la mayor parte del mundo con grandes aranceles con la esperanza de reducir los grandes déficits comerciales de Estados Unidos con muchos socios comerciales clave, incluida la UE.

Trump ha insinuado que cualquier acuerdo con la UE tendría que “reducir” la tasa arancelaria actualmente programada del 30%. Durante las declaraciones ante los medios el domingo, señaló un reciente acuerdo con Japón que estableció tasas arancelarias para muchos bienes en un 15% y sugirió que la UE podría acordar algo similar.

Preguntado si estaría dispuesto a aceptar tasas arancelarias más bajas que eso, Trump respondió “no”.

Su reunión se produjo después de que Trump jugara al golf por segundo día consecutivo en su campo de Turnberry en la costa suroeste de Escocia, esta vez con un grupo que incluía a sus hijos Eric y Donald Jr. La visita de cinco días de Trump a Escocia está centrada en el golf y en la promoción de propiedades que llevan su nombre.

Un pequeño grupo de manifestantes ondeó banderas estadounidenses y levantó un cartel criticando al primer ministro británico Keir Starmer, quien planea su propia reunión en Turnberry con Trump el lunes. Otras voces se escucharon animando y coreando "¡Trump! ¡Trump!" mientras él jugaba cerca.

El martes, Trump estará en Aberdeen, en el noreste de Escocia, donde su familia tiene otro campo de golf y abrirá un tercero el próximo mes. El presidente y sus hijos planean ayudar a cortar la cinta del nuevo campo.

Acompañando a von der Leyen estaban Maros Sefcovic, el principal negociador comercial de la UE; Björn Seibert, jefe del gabinete de von der Leyen; Sabine Weyand, directora general de comercio de la comisión, y Tomas Baert, jefe de comercio y agricultura de la delegación de la UE en Estados Unidos.

Estados Unidos y la UE parecían estar cerca de un acuerdo a principios de este mes, pero Trump amenazó con una tasa arancelaria del 30%. El gobierno de Trump ha estado cambiando el plazo para imponer aranceles, pero ahora asegura que es firme.

“No más prórrogas, no más períodos de gracia. El 1 de agosto se imponen los aranceles, entrarán en vigor, Aduanas comenzará a recaudar el dinero y nos pondremos en marcha", dijo el secretario de Comercio norteamericano Howard Lutnick, a “Fox News Sunday”. Sin embargo, agregó que incluso después de eso “la gente aún puede hablar con el presidente Trump. Quiero decir, él siempre está dispuesto a escuchar”.

Lutnick sostuvo que la UE “necesita hacer un trato y quiere hacer un trato y están volando a Escocia para hacer un trato con el presidente Trump. La pregunta es si ofrecen al presidente Trump un trato lo suficientemente bueno que valga la pena para que se aleje de los aranceles del 30% que estableció”.

Sin un acuerdo, la UE dice que está preparada para tomar represalias con aranceles sobre cientos de productos estadounidenses, que van desde carne de res y piezas de automóviles hasta cerveza y aviones Boeing.

Si Trump finalmente cumple con su amenaza de aranceles contra Europa, podría hacer que todo, desde queso francés y productos de cuero italianos hasta electrónica alemana y productos farmacéuticos españoles, sea más caro en Estados Unidos.

Mientras tanto, Estados Unidos y Gran Bretaña anunciaron un marco comercial en mayo y un acuerdo más amplio el mes pasado durante la reunión del Grupo de los Siete en Canadá. Trump dice que ese acuerdo está concluido y que él y Starmer discutirán otros asuntos, aunque la Casa Blanca ha sugerido que aún necesita algunos ajustes.