Donald Trump

“No es personal”: Deportaciones de Trump encuentran apoyo entre latinos

La reacción ha sido mucho más moderada que durante el primer mandato del magnate, lo que refleja el giro a la derecha del electorado latino y la creencia de algunas personas de que las medidas restrictivas en la frontera son necesarias.
jueves, 20 de marzo de 2025 · 04:55

MIAMI (AP) — En Hialeah, Florida, una ciudad con un 95% de población hispana, solo tres residentes se presentaron a una reunión reciente del ayuntamiento para hablar en contra de una alianza con el gobierno federal para hacer cumplir las leyes de inmigración.

Los departamentos de policía de Hialeah, donde tres de cada cuatro personas nacieron en el extranjero, y de Coral Gables, con una mayoría hispana de ascendencia cubana, han firmado acuerdos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) con muy poca resistencia aparente.

La duplicación de los arrestos por inmigración y el aumento de las deportaciones por parte del presidente Donald Trump podrían afectar de manera desproporcionada al sur de Florida, hogar de algunas de las comunidades más grandes de cubanos, venezolanos y otros latinoamericanos del país. Pero aquí, la reacción a la represión de Trump ha sido mucho más moderada que durante su primer mandato, lo que refleja el giro a la derecha del electorado latino y la creencia de algunas personas de que las medidas restrictivas en la frontera son necesarias.

"Entiendo que algunos se sientan un poco traicionados porque la mayoría votamos por él para el cargo", dijo Frank Ayllon, representante de ventas de 41 años de Miami. "Siento que muchas de estas personas se lo están tomando como algo muy personal. Y no es personal. Es solo que tienes que entender que esta ha sido una frontera abierta durante muchos años".

Ayllon hizo eco de los ataques de Trump contra el expresidente Joe Biden, cuyo gobierno registró cifras récord de cruces fronterizos ilegales antes de que disminuyeran al final de su mandato. Tras haber criticado en su momento las mentiras de Trump en las elecciones de 2020, Ayllon ahora menciona que le parece que el presidente ha tenido el inicio de mandato más lleno de acción que jamás haya visto.

Un cambio político empieza a consolidarse

Cuando el condado de Miami-Dade ordenó a los funcionarios penitenciarios en 2017 que retuvieran a personas sospechosas de estar en Estados Unidos sin autorización, decenas de personas hicieron fila para expresarse en contra de la orden en una reunión pública, y algunos gritaron: "¡Debería darles vergüenza!". Varios legisladores, entre ellos la exvicepresidenta Kamala Harris, quien era entonces senadora junior de California, se unieron a grandes protestas frente a un centro local de detención de inmigrantes.

Ahora, en el segundo mandato de Trump, el movimiento de protesta está fragmentado. Pero también se ha producido un cambio político más amplio en el sur de Florida y en las comunidades latinas.

Si bien Harris obtuvo más de la mitad del voto hispano en las elecciones presidenciales de 2024, ese apoyo fue ligeramente inferior al de aproximadamente 6 de cada 10 votantes hispanos que Biden obtuvo en 2020. Aproximadamente la mitad de los hombres latinos votaron por Harris, frente a los 6 de cada 10 que votaron por Biden.

En las elecciones de noviembre, 7 de cada 10 votantes hispanos de Florida dijeron estar a favor de reducir el número de inmigrantes a los que se les permitía solicitar asilo en Estados Unidos al llegar a la frontera del país, según AP VoteCast —una encuesta nacional de votantes y no votantes que es una instantánea detallada del electorado estadounidense—. Esta cifra era congruente con la del electorado de Florida en general.

En 2024, Trump ganó no solo el condado de Miami-Dade, sino también los condados de Seminole y Osceola, en el centro de Florida, a donde han inmigrado muchos venezolanos, y tuvo avances importantes en zonas de Pensilvania con una gran población puertorriqueña. También conquistó varios condados fronterizos del sur de Texas que fueron bastiones demócratas durante décadas.

Lo que inicialmente catapultó la popularidad de Trump en el sur de Florida fue su postura sobre los gobiernos socialistas de los que huyeron muchos exiliados y sus familias, junto con su enfoque en impulsar el crecimiento y reducir los precios. Sin embargo, en un mitin en Miami, días antes de anunciar su tercera candidatura a la Casa Blanca en noviembre de 2022, Trump sostuvo que, contrariamente a la creencia de algunos, a los hispanos les gustaban sus promesas de combatir la inmigración ilegal.

"Cuando hablé de la frontera, ¿saben quiénes fueron los mayores fans de eso? Fueron los hispanos, latinos", dijo Trump. "Sabían más de la frontera que nadie. Sabían más de ella. Todos decían: 'Oh, saldrá lastimado con los hispanos'. De hecho, resultó ser todo lo contrario".

Bárbara Canales, una auxiliar de enfermería certificada de 49 años, quien vive en Hialeah, reportó que su madre la trajo de Honduras de pequeña con una visa y se quedó más tiempo del permitido. Les tomó muchos años legalizar su estatus y poder traer a otros miembros de su familia.

"Por eso estoy totalmente de acuerdo en que hay que sacar a los inmigrantes ilegales de Estados Unidos. Lo siento, pero deberían hacerlo", dijo Canales, y añadió que, en su opinión, la mayoría de los inmigrantes que han llegado en los últimos años son diferentes. "Cuando entras con una visa, la historia es totalmente diferente".

Canales dice que, si bien el presidente republicano ha hecho de la inmigración su tema principal, los gobiernos demócratas anteriores han estado igual de dispuestos a hacer cumplir las leyes de inmigración y deportar a personas que habían construido sus vidas en Estados Unidos. El expresidente Barack Obama se ganó el apodo de "deportador en jefe" por parte los grupos de defensa que se opusieron a su uso de la aplicación de la ley.

"La realidad es que, si estás aquí infringiendo las reglas, tienes que sufrir las consecuencias", agregó Canales.

Los exiliados cubanos de Miami están divididos

Miami es particularmente reconocida por su comunidad de exiliados cubanos que huyeron del gobierno del líder comunista Fidel Castro. Alrededor de dos tercios de los votantes cubanos en Florida apoyaron a Trump en 2024, según AP VoteCast, y aproximadamente un tercio apoyó a Harris.

Desde hace mucho tiempo, los cubanos se han enorgullecido de haber llegado aquí legalmente a través de varios programas para refugiados y familias, y han obtenido la "green card" —la tarjeta de residencia permanente para inmigrantes— con mayor facilidad que personas de otros países gracias a una ley de la época de la Guerra Fría.

Después de que Obama pusiera fin en 2017 a la política de "pies mojados, pies secos" —que consideraba a cualquier cubano que pisara tierra firme como una llegada legal— los cubanos que dejan la isla rumbo a Estados Unidos han encontrado más obstáculos.

Eso no impidió que muchos llegaran.

Entre 2021 y 2022, el gobierno estadounidense registró la mayor migración de exiliados cubanos desde el movimiento del Mariel en 1980, cuando casi 125.000 cubanos llegaron a Estados Unidos en un período de seis meses.

"Todos estamos a favor de la inmigración legal. Mis padres son producto de la inmigración legal, como muchos de sus padres, si no (es que) ustedes directamente", dijo el alcalde de Hialeah, Esteban Bovo, firme aliado de Trump, durante la reciente reunión del consejo municipal sobre una colaboración con ICE.

Trump obtuvo el apoyo de nuevos inmigrantes cubanos como Luis Boulart, de 85 años, quien llegó en 2015, obtuvo su ciudadanía en 2022, y emitió su primer voto presidencial por Trump en 2024. Boulart manifestó recientemente que confiaba en el presidente y creía que el Partido Republicano podría manejar mejor la inmigración, la economía, la inmigración y la política exterior.

"La tarea que tiene (es) gigantesca, pero él tiene la capacidad para resolver los problemas que tiene este país", opinó Boulart.

Pero esos cambios de política han significado que los recién llegados tienen un camino más difícil para obtener un estatus legal que las generaciones anteriores.

Julián Padrón, un hombre de 79 años quien dijo haber sido encarcelado en Cuba, llegó hace décadas, cuando el presidente Jimmy Carter negoció con Castro la liberación de cientos de presos políticos a Estados Unidos. Añadió que se opone firmemente a Trump y que considera que sus acciones son antidemocráticas.

Frecuenta el Domino Park (Parque Dominó), ubicado en la Calle Ocho de la icónica Pequeña Habana de Miami, donde en un día reciente, muchos de los jugadores sentados en mesas para cuatro personas apoyaban a Trump. Padrón dijo que normalmente se guarda lo que piensa, a menos que le pregunten su opinión. Un empleado del parque informó inicialmente a una periodista de The Associated Press que no se permiten las preguntas políticas en este parque para evitar discusiones. Pero cuando se le preguntó qué directiva lo prohibía, el empleado replicó que lo averiguaría y luego permitió que las entrevistas continuaran.

"Van a empezar a recoger gente", dijo Padrón, y miró por todo el parque. "¿Que no saben ellos que la gente todavía huye del comunismo"?

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