Iberdrola

Iberdrola se va de México y Cox compra su infraestructura por 4 mil 200 millones de dólares

Cox, también de origen español, informó que la adquisición responde a una visión de largo plazo sustentada en la percepción de que existen oportunidades jurídicas en México. 
jueves, 31 de julio de 2025 · 12:06

CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Luego de que hace unos días trascendiera que Iberdrola se retirará de México, sin que hasta el momento la compañía española haya emitido un posicionamiento oficial, la firma Cox, dedicada a los sectores de agua y energía, anunció la compra de Iberdrola México por un monto de 4 mil 200 millones de dólares. 

A través de un comunicado, Cox, también de origen español, informó que la adquisición responde a una visión de largo plazo sustentada en la percepción de que existen oportunidades jurídicas en México.  

En ese sentido, explicó que la operación busca aprovechar su “presencia consolidada en el mercado mexicano”, además de que visualiza “altas oportunidades de crecimiento”. 

“Dada su seguridad jurídica, México representa un mercado estratégico para Cox”, se lee en el documento.  

La empresa proyecta un plan de inversiones por 10 mil 700 millones de dólares en el periodo 2025-2030. Este monto incluye la adquisición de la plataforma de Iberdrola México, nuevos activos energéticos por más de 4 mil millones de dólares, activos concesionales de agua en el país por hasta mil 500 millones de dólares, así como un “polo de desarrollo para el bienestar mexicano”.  

Además, se contempla ampliar las inversiones mediante coinversiones en nuevos proyectos de generación junto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). 

Cox consideró que México es ya el segundo mercado eléctrico más importante de América Latina, respaldado por “sólidos fundamentos macroeconómicos y una economía con calificación investment grade, sostenida por una política fiscal responsable”. 

“El país ofrece un amplio potencial para una mayor penetración y crecimiento del sector eléctrico, apoyado en un sistema bancario sólido y estable. Además, enfrenta una creciente demanda que requiere inversiones sustanciales”, agregó el comunicado. 

La adquisición se enmarca dentro del plan estratégico de Cox, originalmente diseñado para el periodo 2025-2028, pero que ahora se adelanta tres años. Con ello, la compañía proyecta cerrar 2025 con una cifra de ventas promedio cercana a los 3 mil millones de euros y un EBITDA estimado de 750 millones de euros. 

La transacción incluye una capacidad instalada operativa de 2 mil 600 megawatts (MW): mil 368 MW corresponden a centrales de ciclo combinado y cogeneración, mientras que mil 232 MW provienen de activos renovables. También se adquiere una cartera de proyectos de generación por 12 gigawatts (GW). 

Uno de los activos clave es la mayor empresa suministradora de energía eléctrica en México, con una participación del 25% del mercado nacional, que distribuye más de 20 terawatts-hora (TWh) entre más de 500 grandes clientes. 

“El precio acordado, situado en 4 mil 200 millones de dólares, supone un múltiplo de 6.5x el EBITDA estimado de 2025. Esta transacción es transformacional para la compañía, elevando a Cox a un nuevo nivel en cuanto a tamaño y posicionamiento estratégico”, señaló el documento. 

La operación contempla también la incorporación de más de 800 profesionales que actualmente forman parte del equipo de Iberdrola México. No obstante, la transacción aún está sujeta a la obtención de las aprobaciones regulatorias correspondientes. 

Salida de Iberdrola y el entorno jurídico 

Aunque Cox insiste en que su decisión obedece a razones estratégicas y de expansión, la salida de Iberdrola ocurre en un contexto marcado por la incertidumbre jurídica que afectó al sector energético durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y de la reforma energética de Claudia Sheinbaum Pardo. 

El martes 29 de julio, durante la inauguración de la exposición “Mi vida con el viento” en la estación Buenavista del Tren Suburbano en la Ciudad de México, el presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), Gerardo Pérez Guerra, sostuvo que, si bien la salida de Iberdrola obedece a una estrategia empresarial, “no puede desligarse por completo” del entorno de inseguridad jurídica que enfrentaron las compañías del sector en el sexenio anterior, aunque evitó mencionar directamente al expresidente López Obrador. 

De acuerdo con información recabada por personal vinculado a la empresa, Iberdrola dejó de ver un plan de negocios viable en México, particularmente en el área de transmisión de energía, misma que sigue sujeta a restricciones constitucionales que limitan la participación privada. 

El 23 de julio, el medio español “El Confidencial” reveló que Iberdrola ya había iniciado los trámites para su salida definitiva del país durante la administración de Claudia Sheinbaum.  

Según la noticia, la empresa contrató a Barclays Bank para gestionar la venta de un paquete de 15 plantas de energías renovables aún operativas en México. 

La nota destaca que la multinacional ha optado por replegarse de aquellos países donde no percibe condiciones adecuadas de certidumbre jurídica.  

“Iberdrola sigue con su política silenciosa de salir de los negocios o de los países en los que no tiene la seguridad jurídica”, se lee textualmente en el artículo publicado por “El Confidencial”. 

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