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No se bajan tasas por voluntad ni por decreto: responde el IMEF a Sheinbaum
Este 14 de abril, Claudia Sheinbaum pidió al secretario de Hacienda, Édgar Amador, que en el marco de la Convención Bancaria se gestione que los banqueros bajen las tasas de interés.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo no puede reducir por decreto ni por simple voluntad política, las tasas de interés que rigen el sistema financiero mexicano. Esta intención se ve aún más lejana en un contexto marcado por la aprobación de una reforma al Poder Judicial que ha generado incertidumbre en los mercados, coincidieron especialistas.
Al respecto, el exasesor de la Junta de Gobierno del Banco de México, Federico Rubli Kaiser, explicó que el sector financiero no responde a iniciativas políticas ni a decisiones unilaterales del Ejecutivo.
Si el gobierno del Segundo Piso de la Cuarta Transformación realmente busca impulsar una baja en las tasas de interés, debió haber considerado el impacto institucional de alterar el equilibrio entre poderes, en especial al modificar la operación del Sistema Judicial.
Y es que la reforma al Poder Judicial —que aún no aclara cómo funcionarán los tribunales bajo las nuevas reglas— introduce un factor de alto riesgo para los otorgantes de crédito.
“Porque va a ser mucho más caro la recuperación de créditos que tengan que judicialmente proceder para su recuperación”, apuntó Rubli, autor del capítulo La perspectiva de género en la inclusión financiera de la ponencia del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) 2025.
Según el especialista, se trata de un golpe a la certidumbre jurídica que, en lugar de favorecer condiciones de crédito más accesibles, podría agravar las tasas debido al aumento en los costos financieros derivados de una justicia más incierta.
A esta visión se suma el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Víctor Manuel Herrera Espinosa, quien desestimó la viabilidad técnica de la propuesta presidencial de reducir las tasas para pequeñas y medianas empresas (pymes), dada la elevada cartera vencida en ese segmento.
“Cuando tienes un crédito al consumo que lleva mucho tiempo vencido (...) ves que se recupera aproximadamente la mitad de los créditos otorgados. Ese quebranto que tienen los bancos lo tienen que cubrir con algo y lo cubren con tasas más altas que se le da a los clientes de mayor riesgo”, explicó.
En otras palabras, intentar forzar una reducción en las tasas sin atender primero los factores estructurales del sistema —como el rezago judicial, la morosidad o la falta de garantías efectivas para las instituciones financieras— es construir sobre una base frágil.
Herrera Espinosa insistió en que México aún arrastra las secuelas de una cultura de pago deficiente.
“Si hubiera una buena cultura de crédito (...) entonces tendríamos costos de la banca más bajos en estos rubros. Y ahí es en donde quizás se tenga que trabajar de la mano”, añadió, recordando que la erosión de dicha cultura comenzó tras la crisis de 1994.
La presidenta nacional del IMEF, Gabriela Gutiérrez Mora, apuntó que el debate sobre las tasas también debe incluir un análisis del riesgo inherente a las pymes y su capacidad para ser sujetos de crédito.
“Si la mayoría de créditos que se quieren dar son hacia las pymes, las pymes necesitan estar fortalecidas para poder manejar ese nivel de riesgo hacia los bancos (...) Porque muchas veces no es la tasa, es la falta de poder acreditarse por las prácticas de las pymes”, consideró.
Bajar tasas de interés
Este 14 de abril, Claudia Sheinbaum pidió al secretario de Hacienda, Édgar Amador, que en el marco de la Convención Bancaria se gestione que los banqueros bajen las tasas de interés.
“Que busque, junto con los bancos tanto desarrollo como banca comercial, que bajen las tasas”, dijo en su conferencia mañanera.