BRUSELAS (AP) — La Unión Europea retrasará hasta mediados de abril sus represalias comerciales por el aumento de los aranceles de Estados Unidos sobre todas las importaciones de acero y aluminio, informaron el jueves altos funcionarios.

La UE tenía la intención de imponer medidas de represalia sobre productos de Estados Unidos por un valor de unos 26 mil millones de euros (28 mil millones de dólares) en dos fases, el 1 de abril y el 13 de abril.

Los aranceles se enfocarán en productos de acero y aluminio, pero también se aplicarán a carne de res, aves de corral, bourbon, motocicletas, mantequilla de maní y jeans estadounidenses.

Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también planea imponer aranceles "recíprocos" al aumentar los gravámenes estadunidenses para igualar las tasas impositivas que otros países cobran sobre las importaciones "por razones de equidad". Se prevé que estos aranceles recíprocos se anuncien el 2 de abril.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que "decidimos ajustar el momento de la entrada en vigor de los aranceles". La rama ejecutiva de la UE gestiona las negociaciones y disputas comerciales en nombre del bloque de 27 miembros.

Von der Leyen señaló que, con el retraso, el objetivo de la comisión es "lograr el equilibrio adecuado de productos, reflejando los intereses de nuestros productores, nuestros exportadores, nuestros consumidores y, por supuesto, minimizar el posible impacto negativo en nuestra economía".

El Comisionado de Comercio de la UE, Maroš Šefcovic, quien ha mantenido conversaciones con funcionarios estadounidenses para tratar de evitar una guerra arancelaria, advirtió a los legisladores el jueves que "la situación es bastante fluida, bastante volátil".

Šefcovic expresó que retrasar las medidas permitiría a la UE comprender mejor el posible impacto de los aranceles recíprocos de Trump y determinar la mejor manera de responder.

"Esto también nos daría tiempo para negociaciones con nuestros socios estadounidenses para tratar de encontrar una solución mutuamente aceptable, lo cual claramente sería lo preferente para nosotros", añadió.

Von der Leyen ratificó que el bloque comercial más grande del mundo está "en contra de los aranceles. Creemos que los aranceles son malos. Son como impuestos. Son malos para los consumidores. Son malos para los negocios a ambos lados del Atlántico sin lugar a dudas".