Cepal
La pandemia dispara la deuda de América Latina y el Caribe hasta el 79.3% del PIB, según la Cepal
Un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe revela que la contingencia sanitaria ha magnificado las brechas estructurales de Latinoamérica y ha puesto en riesgo su capacidad de recuperación.MADRID (EUROPA PRESS).- La pandemia de covid-19 ensanchó las necesidades financieras de los paÃses latinoamericanos para afrontar la emergencia sanitaria, lo que generó un aumento de los niveles de deuda en la región del 68.9% al 79.3% del Producto Interio Bruto (PIB) entre 2019 y 2020.
Esta situación, dijo, convierte a América Latina y el Caribe en la región más endeudada del mundo en desarrollo.
Un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revela que la contingencia sanitaria ha magnificado las brechas estructurales de Latinoamérica y ha puesto en riesgo su capacidad de recuperación.
"En todos los paÃses de la región, sin excepción, la situación fiscal se ha deteriorado y el nivel de endeudamiento del gobierno general ha aumentado, y se espera que dicho endeudamiento se incremente del 68.9% al 79.3% del PIB entre 2019 y 2020 a nivel regional, lo que convierte a América Latina y el Caribe en la región más endeudada del mundo en desarrollo y la que tiene el mayor servicio de deuda externa en relación con las exportaciones de bienes y servicios (57%)", indicó la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena.
Además, explicó que la brecha de financiación del sector público se agrava por la necesidad de apoyar la balanza de pagos, sobre todo en las economÃas más pequeñas de la región, debido a las interrupciones de la cadena de suministro y a la disminución de las exportaciones, en particular de la exportación de servicios y el turismo.
De 2019 a 2020, el déficit en cuenta corriente pasó del 1.4% al 4.5% del PIB en Centroamérica y del 4.8% al 17.2% del PIB en el Caribe.
Asimismo, el informe advierte de que en la región ha habido una importante caÃda de la inversión extranjera directa de entre el 45% y el 55%, aproximadamente, en el mismo perÃodo.
Según el análisis del organismo de Naciones Unidas, las necesidades financieras de los paÃses en desarrollo ascienden a 2.5 billones de dólares. En el caso de la región latinoamericana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) distribuyó hasta enero de 2021 66 mil 500 millones de dólares entre 21 paÃses del continente, lo que supone el 63% del desembolso total destinado a 85 economÃas en desarrollo.
Sin embargo, estos recursos solo cubrieron el 32.3% y el 23.1% de las necesidades de financiamiento internas y externas, respectivamente, de los paÃses de América Latina y el Caribe en 2020.
Además, dichos instrumentos financieros no benefician a todos los paÃses por igual. Los que tienen sólidos fundamentos económicos, como Chile, Colombia y Perú, pueden acceder al financiamiento sin lÃmites de cuota. No obstante, esta no es una opción que esté disponible para la mayorÃa de los paÃses, en particular para los pequeños estados insulares del Caribe.
Entre las posibles soluciones, Cepal propone sostener el consumo de las personas y las familias, especialmente las más vulnerables, para lo que será necesario adoptar medidas excepcionales transitorias de mantenimiento de los ingresos, como una renta básica temporal garantizada por los Estados.
La institución de Naciones Unidas ha propuesto cinco medidas para sobrepasar esta situación, entre las que se encuentra la ampliación y redistribución de emisiones de Derechos Especiales de Giro del FMI desde los paÃses desarrollados hacia los paÃses en desarrollo.
Esta redistribución de liquidez también puede llevarse a cabo a través de fondos multilaterales, como el Fondo para Aliviar la EconomÃa Covid-19 (FACE), que se financiarÃa con recursos de las economÃas desarrolladas canalizados a través de los bancos multilaterales de desarrollo y constarÃa de 516 mil millones de dólares.
Otro factor destacado para la recuperación es una mayor cooperación regional, asà como el aumento de la capacidad de préstamo y la respuesta de las instituciones financieras regionales.
La Cepal también considera relevante una serie de reformas institucionales sobre la deuda con las multilaterales, donde se incluya la creación de un mecanismo internacional de reestructuración de deuda soberana y una agencia multilateral de calificación crediticia.
El organismo cree que la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) del G20 también debe ampliar su alcance, para incluir al sector privado y las instituciones multilaterales y a los paÃses vulnerables de renta media, y debe extenderse más allá de 2021.
Por último, la Cepal propone un conjunto de instrumentos destinados para aumentar la capacidad de reembolso de deuda, para evitar el endeudamiento excesivo, y la integración de medidas de liquidez y de reducción deuda en una estrategia de financiación para el desarrollo.