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Reseña: Un “Superman” extraño es mejor que uno aburrido

Para aquellos que prefieren a su héroe dibujado de manera clásica, la película de James Gunn probablemente parecerá demasiado irreverente y desordenada.
miércoles, 9 de julio de 2025 · 04:59

¿Es un pájaro, es un avión, es un... ¿un compuesto químico que cambia de forma y es de color púrpura y naranja?

La película "Superman" del guionista y director James Gunn siempre tuvo potencial para ser una extraña química entre cineasta y material. Gunn, la mente detrás de "Guardians of the Galaxy" ("Guardianes de la Galaxia") y "The Suicide Squad" ("El Escuadrón Suicida"), tiene una inclinación hacia un reino de superhéroes de clase B poblado (usualmente sobrepoblado) con los menos conocidos fenómenos, rarezas y grotescos de los cómics.

Pero no hay nada más convencional que Superman. Y seamos sinceros, a menos que Christopher Reeve esté en el traje, el hombre de acero de mandíbula cuadrada puede ser un poco aburrido. Gran parte de la diversión y frustración de la película de Gunn es ver cómo se esfuerza y para hacer que Superman sea, ya sabes, interesante.

En la última reinvención del superhéroe arquetípico, Gunn hace mucho para darle un impulso a Superman (interpretado con un encanto natural por David Corenswet). Elimina la historia de origen. Le da a Superman un perro. Y no solo incluye a los habituales esperados como Lois Lane (Rachel Brosnahan) y Lex Luthor (Nicholas Hoult), sino también algunas elecciones menos convencionales, como ese colorido revoltijo de elementos, Metamorpho (Anthony Carrigan).

Metamorpho, un hombre melancólico y mutilado cuyos poderes nacieron de la tragedia, es sólo uno de los muchos espectáculos secundarios en "Superman". Pero es el más representativo de lo que Gunn busca. Gunn podría preferir un héroe de aspecto tradicional en el centro, como el Star-Lord de Chris Pratt en "Guardians of the Galaxy". Y Corenswet, con su rizo en el cabello, también tiene el aspecto. Pero el corazón de Gunn está con los raros que siguen adelante.

El gran desafío de "Superman" es argumentar que el ser superhumano perfecto con una "S" en el pecho también es extraño. Es un hacedor de bien en un momento en que nadie hace el bien.

No todo funciona en "Superman". Para aquellos que prefieren a su Superman dibujado de manera clásica, la película de Gunn probablemente parecerá demasiado irreverente y desordenada. Pero para cualquiera que haya encontrado la versión anterior de Zack Snyder dolorosamente pesada, este "Superman", al menos, tiene pulso.

Sería difícil encontrar un cambio más drástico en la dirección de la franquicia. Las películas de Snyder eran choques míticos super-serios de colosos, el "Superman" de Gunn es ligeramente terrenal, peculiar y sentimental. Cuando este Superman vuela, incluso mantiene los brazos hacia atrás, como un atleta olímpico.

Comenzamos no en Krypton o Kansas, sino en la Antártida, cerca de la Fortaleza de la Soledad. Hace tres siglos, los metahumanos aparecieron por primera vez en la Tierra. Hace tres minutos, Superman perdió una batalla por primera vez. Tendido ensangrentado en la nieve, silba y su fiel superperro, Krypto, viene corriendo.

Como algunos de los otros gags novedosos de Gunn (te estoy mirando a ti, Groot), Krypto es tanto un punto culminante como un gag sobreutilizado a lo largo de la película.

De regreso en Metrópolis, Clark Kent vuelve al Daily Planet. Allí está Wendell Pierce como el editor en jefe, Perry White, y Skyler Gisondo como Jimmy Olsen. Pero el personaje de verdadero interés aquí es, por supuesto, Lois.

Ella y Kent ya son pareja en "Superman". Cuando están solos, Lois lo reprende por la cuestionable ética periodística de entrevistarse a sí mismo después de alguna hazaña, y por su vuelo a países sin la aprobación de sus líderes. Brosnahan se desliza tan cómodamente en el papel que me pregunto si "Superman" debería haber sido "Lois", en su lugar. Sus escenas con Corenswet son las mejores de la película, y la película pierde su chispa cuando ella no está presente.

Eso es desafortunadamente por una cantidad sustancial de tiempo. Luthor atrapa a Superman en un universo de bolsillo (ahí están Metamorpho y otros) y los excéntricos miembros de la Pandilla de la Justicia: el Linterna Verde de Nathan Fillion, el Señor Terrífico de Edi Gathegi y Hawkgirl de Isabela Merced, son llamados para echar una mano. Van, pero de mala gana. Si hay alguien más que se acerca a robarse la película, es Gathegi, quien enfrenta cataclismos cada vez más absurdos con un seco tono irónico.

El destino del mundo, naturalmente, vuelve a ser incierto. Hay una grieta en el universo, sin mencionar algunos problemas vagamente definidos en Boravia y Jarhanpur. En tales escenas, el acto de malabarismo de Gunn es especialmente incómodo y se puede sentir la película tambaleándose de una cosa a otra. Usualmente, esa es la señal para que Krypto vuelva a la película y cause estragos.

Gunn, quien ahora preside DC Studios junto con el productor Peter Safran, es mejor con los conflictos internos que con la política internacional. A menudo se llama a Superman "el kryptoniano" o "el alienígena" por los humanos, y Gunn se inclina hacia su estatus de forastero. No es la primera vez que los oponentes de Superman intentan pintarlo como un extranjero poco confiable. Con un mínimo de actualidad, "Superman" es una historia de inmigrantes.

La recepción inevitablemente variará cuando se trata del toque idiosincrático de Gunn. Puede ser extravagante y dulce, a menudo al mismo tiempo. En una conversación entre metahumanos, insertará una dona en la escena sin ninguna razón real, y pasará de un cuerpo cayendo por el aire a una tableta de Alka-Seltzer cayendo en un vaso. Algunos podrían llamar a tales momentos frívolos, una etiqueta no injusta para Gunn. Pero yo diría que hacen de este "Superman" agradablemente imperfecto, algo bastante raro en la línea de ensamblaje del cine de superhéroes de hoy: humano.

"Superman", un estreno de Warner Bros., tiene una clasificación PG (que sugiere cierta orientación de los padres) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por violencia, acción y lenguaje. Duración: 129 minutos. Tres estrellas de cuatro.

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