Arte

Una década del Taller Huachinango; comunidad con artistas plásticos jóvenes

. ¿Qué pensamos hoy? ¿Qué podemos aportar a nuestras comunidades?¿Cómo podemos seguir coinspirándonos para transformar la realidad?
viernes, 18 de julio de 2025 · 20:16

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Con una subasta de 28 obras a sobre cerrado se celebran los 10 años de la fundación del Taller Huachinango, donde ha surgido la pregunta: “¿Qué podemos hacer desde el arte?”. 

Otras interrogantes para reflexionar han brotado, a decir del pintor Jorge Tanamachi en un texto enviado a este medio: 

“Hoy, cumplir una década nos invita a la reflexión, el Huachinango cumple un ciclo y se convierte en Uroboros. ¿Qué pensamos hoy? ¿Qué podemos aportar a nuestras comunidades?¿Cómo podemos seguir coinspirándonos para transformar la realidad? ¿Cómo evitar el individualismo y la violencia sí en nuestra propia casa hay desencuentros, incomprensión, desencantos y rupturas? ¿Cómo conservar el entusiasmo? ¿cómo reencantar al mundo?”. 

Este viernes 18 de julio, a las 19 horas es la subasta y celebración, en la sede del taller, Chupícuaro 45, colonia Letrán Valle, alcaldía Benito Juárez. Son obras de Aarón González, Itzama Miranda, Jonatan Amador, Eduardo Moreno, Metztli Martínez, Nicole Escalante, Citlali Herrera, Marissa Delfín, Alejandro Loyola y Tanamachi. 

El también muralista Tanamachi, quien estudió Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala: 

“Hace diez años creamos Taller Huachinango como un espacio cultural con la esperanza de que nos permitiera trabajar de lo que más nos gusta y aportar lo que pudiéramos a nuestras comunidades. Es verdad que estábamos casi recién salidos de la facultad de artes, probablemente las ideas que teníamos eran ingenuas y aún no cortábamos el cordón umbilical que nos unía a la universidad. 

“Fundamos el taller con tres pilares: comunidad, trabajo y amor. Pensábamos entonces que podríamos concretarlos realizando arte público, cursos y talleres, y que ello crearía un espacio de resistencia y disidencia desde el cual podríamos cambiar el mundo, o al menos oponernos a la violencia e individualismo crecientes”. 

Sigue: 

“¡No! no fuimos ingenuos, es esta una parte del camino que elegimos, es esa una lección fundamental en nuestros tiempos: compartimos mundo pero cada quien vive y cuenta su propia historia. Las historias no siempre coinciden, a veces se juntan un rato, se acompañan con ternura y luego se alejan por diversos senderos, otras veces chocan y hay conflicto. Esa es la lección fundamental que nos dejan diez años de trabajo en las artes: para cambiar el mundo primero debemos aprender a escuchar otros mundos, a leer otros cuentos, a contar otras historias. 

“Por eso, con diez huachiaños, seguimos comprometidos con nuestros valores: comunidad, trabajo y amor. Pero entendemos que nuestro trabajo no es crear un espacio de resistencia y disidencia. Sino construir un espacio de concordia, de encuentros, de escucha. No sabemos si esto puede cambiar el mundo, pero si es seguro que puede mejorar y ampliar nuestros mundos. Gracias por formar parte de nuestras historias, juntas y juntos ¡todos somos Huachinango!”.

 

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