Alejandro Sanz

Fan expone relación con Alejandro Sanz: “Sus acciones traspasaron cualquier límite moral"

Ivet Playà, de 26 años, una fanática de Alejandro Sanz, confesó a través de un video que se sintió usada por el artista, quien la contrató para formar parte de su equipo de trabajo.
lunes, 16 de junio de 2025 · 18:21

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ivet Playà, joven española que fue una fan declarada de Alejandro Sanz, acusó al cantante de establecer contacto con ella desde que era una adolescente, para años después, cuando alcanzó la mayoría de edad, contratarla como parte de su equipo y establecer un vínculo con ella.  

En TikTok, la joven compartió lo que vivió con el cantante, que, aunque no lo calificó como abuso, usuarias han identificado que podría tratarse de un caso de grooming. Este tipo de acoso se presenta cuando un adulto se aprovecha de su poder y experiencia para manipular a un menor de edad con el fin de tener relaciones sexuales. 

“Necesito contar mi historia con Alejandro Sanz. Esto es por la niña que fui, pero sobre todo por la mujer que soy hoy”, expresó la joven al principio del video.  

Ivet explicó que todo comenzó en 2015, cuando ella era fan del cantante y Sanz la siguió en redes sociales. En ese momento, empezaron a interactuar. “Me mandaba mensajes privados, me comentaba mis fotos o incluso publicaba cosas mías en sus redes sociales”, relató la joven, que era gimnasta y compartía videos de sus competencias.  

“El vínculo fue a más y quedamos por primera vez en privado cuando yo tenía 18 años. Él tenía 49 años en ese momento”. Aunque no menciona la fecha de ese primer encuentro, por la edad del cantante, habría ocurrido en 2017, es decir, dos años después de sus primeras interacciones en redes sociales.   

Posteriormente, a los 19 años, Ivet entró a trabajar de dependienta para ahorrar dinero y asistir a los conciertos de Alejandro Sanz en su gira por España. Fue a 10 conciertos en un mes y medio.  

“Con 22 años deje mi hogar en Barcelona para mudarme a Madrid sola porque Alejandro Sanz me contrató para trabajar para él. (...) Mi vínculo personal con Alejandro Sanz fue irremediable y se transformó en íntimo y sexual”, explicó la joven.  

“Se suponía que estaba viviendo un sueño, uno más de su mano, pero la realidad es que se convirtió en una terrible pesadilla”, dijo Ivet en el video, en el que profundizó en sus sentimientos. “Me siento engañada, utilizada, humillada”.  

La joven también explicó que mientras trabajaba con Alejandro Sanz, otras personas espiaban sus conversaciones. Esto la hizo sentir vulnerada. “No sé quién ha podido llegar a ver lo que yo le mandaba en mi más absoluta e íntegra intimidad”, mencionó.  

“Sus acciones llegaron a traspasar cualquier límite de lo que yo considero moral e incluso humano”, resaltó sobre Sanz, aunque no detalló más acciones del cantante durante ese periodo. 

“Creo que vive en una realidad paralela que lleva construyéndose desde hace muchísimos años y creo que se siente que está por encima del bien y el mal. Eso es tremendamente peligroso porque creo que en el fondo lo está. (...) Todo el mundo se lo consiente y nadie es capaz de plantarle cara”, expresó en el video.  

Además, la joven resaltó que sentía la responsabilidad moral de sacar a la luz su historia, ya que con ella “no se firmó ningún papelito”.    

“Ya no soy esa niña que estaba dispuesta a todo por estar más cerca de él. La Ivet de hoy sabe lo que es un vínculo sano, proporcional y recíproco, y reconoce cuando alguien hace las cosas de corazón y cuando alguien se siente tan vacío por dentro que solo se siente bien utilizando el corazón de los demás” enfatizó.  

El video ha recibido más de dos mil comentarios en TikTok, y las personas también han abordado el tema en X, antes Twitter. El tema ha generado un debate, entre quienes la critican porque dicen que solo busca “manchar” la reputación del cantante; y entre quienes critican al cantante por la diferencia de edad y lo acusan de grooming.  

¿Qué es el grooming?  

El grooming es cuando un adulto utiliza engaños para ganarse la confianza de un menor de edad a través de Internet, con el fin de obtener imágenes o videos con connotación o actividad sexual.   

Esta práctica tiene diferentes niveles de interacción y peligro: desde hablar de sexo y conseguir material íntimo, hasta llegar a mantener un encuentro sexual, de acuerdo con la organización Save the Children.  

Cuando se genera el vínculo de confianza, el acosador intenta aislar a la víctima de su red de apoyo, para generar un ambiente de secretismo e intimidad.  

En su informe “Violencia Viral” la organización Save the Children incluyó una encuesta con casi 400 jóvenes de entre 18 y 20 años de España, en el que uno de cada cinco había sufrido grooming y el 15% en más de una ocasión. En promedio, la primera vez que sufrieron esta violencia fue a los 15 años. 

Para reducir los riesgos y la vulnerabilidad de las niñas, niños y adolescentes a este fenómeno, la organización apuntó a una educación afectivo-sexual, así como a la formación en un uso seguro y responsable de las herramientas digitales. 

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