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La NASA estudia una anomalía del campo magnético que se expande sobre Sudamérica
Investigadores de la NASA estudian la anomalía magnética del Atlántico sur, una región donde el campo terrestre pierde intensidad y afecta el funcionamiento de satélites.CIUDAD DE MÉXICO (apro).— La NASA estudia una zona de debilitamiento del campo magnético terrestre que se expande sobre el Atlántico sur y parte de Sudamérica. El fenómeno, conocido como Anomalía del Atlántico Sur (AAS), se caracteriza por una reducción en la intensidad del campo magnético, lo que permite que partículas cargadas procedentes del espacio se acerquen más a la superficie del planeta.
De acuerdo con las investigaciones, esta región de menor intensidad magnética no es estática. En los últimos años, los registros han mostrado un desplazamiento hacia el oeste y el noroeste, junto con un proceso de expansión que abarca cada vez más territorio sobre Sudamérica.
Origen del fenómeno en el núcleo terrestre
Los científicos de la NASA explican que el fenómeno se origina en la dinámica del núcleo externo de la Tierra, donde el hierro fundido genera corrientes eléctricas que dan forma al campo magnético. Las variaciones internas y la inclinación del eje terrestre provocan irregularidades que pueden manifestarse en zonas como la SAA.
El campo magnético terrestre actúa como escudo protector frente a partículas de alta energía. En las áreas donde esta barrera es más débil, como en la SAA, las misiones espaciales en órbita baja enfrentan una exposición mayor a radiación, lo que puede causar fallas en equipos electrónicos o interrupciones en instrumentos de medición.
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Precauciones en satélites y misiones espaciales
Por esta razón, los satélites que atraviesan la anomalía suelen ajustar sus operaciones o apagar temporalmente ciertos sistemas para evitar daños. Estas precauciones son parte de los protocolos estándar en misiones que orbitan a bajas altitudes.
La NASA realiza un seguimiento constante de la SAA mediante satélites de observación y modelos geofísicos que permiten estudiar su forma y evolución. Los datos recientes indican que la anomalía podría dividirse en dos núcleos de menor intensidad magnética, lo que sugiere cambios estructurales en su composición.
Expansión sobre Sudamérica y el Atlántico sur
Aunque la región de la anomalía incluye zonas sobre el Atlántico sur y parte del continente sudamericano, la NASA no ha reportado efectos directos en la vida cotidiana o la infraestructura terrestre. Los impactos actuales se limitan a la operación de satélites y sistemas en órbita.
El seguimiento del fenómeno tiene relevancia científica, ya que las variaciones del campo magnético pueden ofrecer información sobre los procesos en el interior del planeta y la evolución del núcleo terrestre. Además, estos estudios ayudan a mejorar la protección de las misiones espaciales frente a la radiación.
Monitoreo y próximos pasos de la NASA
Especialistas de la agencia estadounidense sostienen que el monitoreo continuo es fundamental para anticipar los efectos en la tecnología espacial. Por el momento, la anomalía no representa un riesgo inmediato para las poblaciones ubicadas dentro de su área de influencia.
El fenómeno es parte natural de la dinámica geomagnética de la Tierra y ha sido registrado desde hace décadas. Sin embargo, los estudios recientes muestran que su extensión y desplazamiento se han vuelto más pronunciados, lo que convierte a la región en un punto de interés prioritario para la investigación científica.