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Posicionamiento del nuevo fiscal de Tamaulipas, Jesús Eduardo Govea Orozco
Ciudad Victoria, TAMPS.- 5 de diciembre.- En las últimas horas se han difundido versiones falsas y tendenciosas con el objetivo de desacreditar mi integridad y generar desinformación sobre hechos ocurridos hace más de dos décadas. Frente a estas calumnias, considero indispensable aclarar con precisión y contundencia la verdad jurídica de los hechos.
1. Nunca participé en la liberación de Rogelio González Pizaña, alias “El Kelín”.
Los propios señalamientos refieren que la puesta a disposición y las actuaciones relacionadas fueron atribuidas únicamente al Ministerio Público de la entonces Procuraduría General de la República. La Procuraduría de Justicia de Tamaulipas, donde yo me desempeñaba, jamás intervino en esos hechos. Toda afirmación en sentido contrario es absolutamente falsa.
2. Fui detenido de manera ilegal y arbitraria; jamás existió evidencia en mi contra.
El 7 de febrero de 2002, diversos servidores públicos federales y estatales fuimos detenidos de manera irregular en Matamoros, bajo una supuesta red de complicidad sin una sola prueba que la acreditara. Se trató de un operativo improvisado, sin sustento y profundamente injusto, que derivó en procesos construidos sin sustento jurídico.
3. El Poder Judicial Federal ordenó de manera firme mi libertad absoluta.
En septiembre de 2002, el Magistrado del Segundo Tribunal Unitario del Segundo Circuito resolvió, de manera definitiva, que no existía ningún elemento que justificara mantenernos vinculados a proceso. Esta resolución ordenó mi libertad inmediata y no admitía recurso alguno, pues se trató de una ejecutoria de apelación con carácter firme.
Es falso que mi libertad hubiese sido condicionada, el caso quedó resuelto y cerrado de forma definitiva.
4. Tras mi exoneración judicial, fui reinstalado plenamente en mis funciones.
Una vez conocida la resolución federal que determinó mi inocencia, en diciembre de 2002, la Procuraduría General de Justicia del Estado ordenó mi reincorporación inmediata a la institución. Se reconoció la improcedencia de la detención y se restituyeron las percepciones que dejé de devengar por aquella arbitrariedad.
5. Igualmente fui absuelto de toda responsabilidad administrativa.
En 2003, la Contraloría Gubernamental me absolvió por completo de cualquier responsabilidad administrativa asociada al caso. A partir de ese momento, pude continuar mi trayectoria institucional sin restricción alguna y conforme a derecho.
6. Toda mi carrera ha sido resultado de méritos y evaluaciones permanentes.
Tras mi reinstalación, ocupé diversos cargos dentro de la institución, siempre sujeto a evaluaciones, supervisión, capacitación y desempeño conforme a los estándares del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Mi trayectoria se ha construido con trabajo, integridad y estricto apego a la ley.
7. Siempre he cumplido de manera rigurosa con todos los controles de confianza y certificaciones.
Para permanecer y ascender en la institución he sido evaluado conforme a la Constitución, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y los lineamientos que regulan la permanencia de los servidores públicos encargados de la seguridad y la procuración de justicia. Quien pretenda atribuirme cualquier tipo de vínculos con la delincuencia ignora, o pretende de forma maliciosa ocultar, que tales cargos son absolutamente incompatibles con cualquier incumplimiento de estos controles.
8. Las calumnias difundidas contradicen deliberadamente las resoluciones judiciales firmes.
Afirmar que “enfrento un proceso desde hace 20 años” o que “nunca fui absuelto” es una falsedad comprobable. Existen resoluciones judiciales firmes que determinaron mi inocencia y dieron por concluido el caso. Quien sostiene lo contrario actúa con dolo y busca confundir a la opinión pública.
9. Mi compromiso profesional y personal es construir un mejor sistema de justicia.
Fui víctima de una detención ilegal y de una infamia cometida por servidores públicos sin escrúpulos. Esa experiencia marcó mi vida y fortaleció mi convicción de impedir que abusos como ese se repitan. Hoy, desde la Fiscalía General de Justicia del Estado, reafirmo mi compromiso total con la verdad, la legalidad, la independencia institucional y las víctimas de los delitos.
10. Nada ni nadie me desviará del deber que he asumido con Tamaulipas.
Quienes buscan manchar mi nombre lo hacen porque conocen la importancia de la responsabilidad que hoy desempeño. A todos ellos les reitero que no me van a intimidar ni a distraer. Mi vida profesional ha sido y seguirá siendo ejemplo de honestidad y servicio público. Mi labor estará guiada únicamente por la ley, la ética y el bienestar de las familias tamaulipecas.