El gobierno de López Obrador está lejos de reivindicar las demandas que dieron origen al levantamiento de los pueblos originarios, afirman el comandante insurgente Germán y tres actores cercanos al obispo emérito Samuel Ruiz García. La insurgencia indígena y la 4T, por dos caminos distintos
Chiapas ocupa el sótano del crecimiento económico respecto de las entidades vecinas, el saqueo permanente ha fomentado la expulsión de los pobladores, el control territorial y la influencia (ésta, otrora del EZLN) hoy los detenta el crimen organizado. A tres décadas del despertar indígena: todo cambió... para seguir igual
Conocido en las filas zapatistas como el doctor del subcomandante Marcos y de la comandante Ramona, Gerardo González expone en entrevista las necesidades de la organización insurgente hacia el futuro, dado que sus líderes “están enfermos o tienen cierta edad”. Habla el médico de Marcos: el zapatismo debe transitar de lo militar a lo político
Pocos zapatistas quedan en el corazón del EZLN, donde el 1 de enero de 1994 lanzaron su declaración de guerra. Fundadores del movimiento dicen que los conflictos internos datan de 2003, con deserciones y familias que migraron por necesidad. La migración se llevó a los rebeldes de Las Margaritas
Trasiego de drogas, armas y combustible, secuestros, tráfico de migrantes y extorsión son actividades del narco, que se ha ido apoderando de Chiapas sin que políticos y militares hayan podido frenarlos, denuncia el EZLN. Los cárteles, con base social en el bastión zapatista
Chiapas es el estado más militarizado de México. Por cada médico hay dos militares y por cada cinco profesores un soldado. Con todo y esa fuerza, la delincuencia organizada ha ido conquistando la entidad, atraída por el floreciente tráfico de migrantes y el tradicional de drogas y armas. Chiapas, entre la militarización y el narco