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El hambre es más fuerte que la guerra

Ahora es la hambruna padecida por los gazatíes lo que más ha pesado internacionalmente como un argumento sólido para insistir en los dos Estados como la solución más viable para alcanzar la paz en la región, por eso es necesaria la creación del Estado palestino.
lunes, 11 de agosto de 2025 · 14:04

Y ningún mal me ocurrió por la voluntad de Dios que es el Señor de toda la Eternidad.

Knut Hamsun

 

En Palestina el hambre se ha convertido en un factor más definitivo que la guerra en favor del reconocimiento de un Estado que lleve su nombre. El 24 de julio el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que en septiembre de este 2025 reconocerá el Estado palestino de acuerdo con Arabia Saudita. Será así el primer país del G7 con ese compromiso, lo cual significa también dos votos en el Consejo de Seguridad de la ONU en la próxima Asamblea de este organismo. 

Canadá ha anunciado su beneplácito, con algunas condiciones para limitar al grupo armado de Hamas. El Reino Unido considera apoyar la propuesta a menos que Israel permita la ayuda humanitaria y el flujo de alimentos o, en su caso, sólo lo hará si se formula un plan global. 

Existe previamente el acuerdo de varios países europeos que ya han reconocido el Estado palestino, tales como España y Suecia; por su parte Alemania no lo considera en el corto plazo. 

La declaración de Macron fue por supuesto mal recibida por Estados Unidos y por Israel, donde se escuchan las voces más altisonantes en contra, según el discurso que se ha venido conformando que sería reconocer el estado terrorista de Hamas. Tal afirmación tendría sentido si se hiciera a un lado la historia y se considerara que ésta comenzó el fatídico 7 de octubre de 2023. Hay que recordar que varios años atrás Gaza fu considerada la prisión a cielo abierto más grande del mundo, porque los palestinos se encontraban confinados y sin nada que garantizara su futuro. 

Pese a todo, la ONU en 1947 por la resolución 181 estableció que la Palestina británica se dividiría otorgando 55% del territorio para los judíos y el resto, donde se incluía la franja de Gaza, para los árabes. Con Jerusalem bajo control internacional por ser la ciudad de las tres religiones monoteistas: judaismo, cristianismo e islam.

Desde entonces, justificado por fuertes guerras, dicho acuerdo fue ignorado, de tal manera que por la acción de Israel, lo que le fue conferido se ha incrementado, rompiendo la continuidad territorial de Palestina. De tal forma que el obstáculo más fuerte para la creación de su Estado son los asentamientos judíos que se han construido en Cisjordania, mermando lo que le fue conferido y colocando en su interior colonos en constante oposición con sus habitantes, de donde han salido los ministros más conservadores aliados de Benjamin Netanyahu.

Macron. Reconocimiento del Estado Palestino.Foto: AP/Christophe Ena, Archivo

Ahora es la hambruna padecida por los gazatíes lo que más ha pesado internacionalmente como un argumento sólido para insistir en los dos Estados como la solución más viable para alcanzar la paz en la región, por eso es necesaria la creación del Estado palestino. Aunque la discusión en el parlamento israelí por la anexión de Gaza es motivo de fuertes discusiones. 

Cuando se creyó que lo peor había pasado al ver las imágenes de la destrucción y de la muerte, lo peor estaba todavía por venir con el horror de lo que está resultando con la hambruna, a la que se coincide en calificar como arma de guerra. 

A la cifra de más de 60 mil palestinos muertos (casi el doble que dejó la bomba atómica sobre Nagasaki) en más de 20 meses de conflicto, se suman ya la de más de cien muertos por las condiciones que se les han impuesto. 

La cancelación de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA), alegando Israel una connivencia con los grupos terroristas de Hamas que no se demostró, provocó la desorganización que han padecido los supervivientes de la guerra. La distribución de alimentos fue trasladada a una empresa militar de Estados Unidos con el acuerdo de Israel. Lo primero que se hizo fue reducir los numerosos centros de distribución por apenas cuatro del tamaño de una cancha de futbol, en un pequeño pedazo del territorio de Gaza al que han sido confinados los gazatíes. 

Aunado al cierre de los pasos hacia el territorio que bloqueó la ayuda internacional y la de la ONU durante tres meses, el aislamiento terminó el 15 de mayo, cuando entraba en función la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), creada con financiamiento desconocido y el Foro Mikveh Yisrael (NYT, 24/05/25). Participan otras empresas como Safe Reach Solutions (SRS) y UG Solutions, en la primera se puso en la cabeza a Phillip F. Reilly, que se presenta a sí mismo como “un oficial superior del Servicio de Inteligencia, con 29 años de experiencia en el Servicio Clandestino Nacional (CIA/NCS) de la Agencia Central de Inteligencia. Cuenta en su trayectoria haber entrenado a la contra en Nicaragua y fungió como jefe de la CIA en Afganistán (Times of Israel, 25/05/25).

En su estrategia estuvo reducir al mínimo los centros de distribución, cancelando los 800 de los que había dispuesto la UNRWA, iniciando la hambruna que ha venido creciendo desde que entró en funciones. Las escenas que se produjeron cuando lograba ingresar un camión, semejante a un panal cubierto por miles de hambrientos que lo cubrían totalmente, son tan escalofriantes como las que se reproducen de los campos en la Segunda Guerra Mundial.

Trump y Netanyahu. Aliados. Foto: Alex Brandon / AP

Cuerpos famélicos amontonados frente a esos contados puestos de distribución de alimentos, destacando la presencia de niños, con adultos que logran atrapar algo para sus familias y, lo más insólito, los disparos de miembros del ejército israelí para contener a los hambrientos asaltantes. 

En la narrativa que ya resulta difícil de creer, se afirma que Hamas es causante de la pésima distribución y sólo cuando las manifestaciones de apoyo a los gazatíes se han extendido por el mundo y los gobiernos han sido forzados a hacer declaraciones, expresando su horror, es que revive la causa de la creación de un Estado palestino. 

Y en esa guerra de imágenes se reprodujeron dos videos con los horrores que también sufren los rehenes que mantiene Hamas que resultan insoportables y merecen todas las críticas.

La habilidad política del presidente francés, más la consideración de que Francia tiene en su territorio el mayor número de musulmanes y de judíos en Europa, le han llevado a declarar la intención de proponer en la próxima asamblea de la ONU la creación del Estado palestino. Esta vez aparece más viable, como lo han demostrado la acción de varios países, aun cuando se desconoce la acción que pueda tomar el gobierno de Netanyahu para impedirlo. 

Gaza. Objetivo sin fin de Israel. Foto: AP foto/Jehad Alshrafi

También pesa el requisito del desarme y disolución de Hamas, como lo expresaron los integrantes de la Liga de Países Árabes y otro grupo más, entre los que participa México, pero no deja de ser una intención con el fin político de saber los apoyos que cuenta y, sobre todo, lo que Estados Unidos es también capaz de hacer para frustrar la iniciativa. 

Por lo tanto, apenas es una intención o ilusión de lo que aparece a dos meses de la Asamblea de la ONU, para presentarse ante los 193 Estados miembro, de los que ya 142 reconocieron desde 1988 la proclamación del Estado palestino. Por eso, el reclamo que se escucha, de que la medida ha tardado tanto que más que un Estado, se estará reconociendo un gran cementerio.

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