Puebla
Expertos piden a Sheinbaum rectificar plan de saneamiento del río Atoyac
Proponen acciones para que los recursos y esfuerzos se orienten a atacar las causas de fondo de la contaminación del afluente y no en obras “simbólicas” o “cosméticas”.PUEBLA, Pue. (apro).- En una carta abierta a la presidenta Claudia Sheinbaum y a los gobernadores de Tlaxcala y Puebla, académicos, ambientalistas y organizaciones, que por años han trabajado en la Cuenca del río Atoyac, proponen acciones para que los recursos y esfuerzos se orienten a atacar las causas de fondo de la contaminación del afluente y no en obras “simbólicas” o “cosméticas”.
Al presentar este escrito, el ambientalista Francisco Castillo Montemayor, ex secretario del Medio Ambiente del Estado, dijo la propuesta a la presidenta y a los gobernadores es “enmendar” el camino que se ha seguido en este primer año para el saneamiento del Atoyac, que es uno de los compromisos presidenciales plantados como parte del Plan Hídrico Nacional.
Con base en el conocimiento de investigadores y organizaciones que por más de 15 años han estudiado y trabajado en la problemática del afluente, apuntó que se proponen en este escrito seis acciones concretas que van orientadas a las causas reales de contaminación y a soluciones de fondo con participación social, y no a los efectos que es lo que se ha propuesto como solución hasta ahora.
“Con este oficio les estamos diciendo: reflexionen está es la lógica que los investigadores y los resultados de diagnósticos están presentando…lo demás, nos parece son acciones de distracción, de simulación y que no van a obtener ningún resultado para las personas que están padeciendo y muriendo por las enfermedades producto de la contaminación”, explicó el ambientalista.
Abundó que lo que se ha hecho en este primer año para sanear el Atoyac no es distinto a lo que han hecho otras administraciones en el pasado, en las cuales sólo se han gastado recursos sin sanear la cuenca, que es considerada una de las tres más contaminadas del país.
LA CARTA
La carta dirigida a la presidenta Sheibaum, a Lorena Cuéllar, gobernadora de Tlaxcala y a Alejandro Armenta, de Puebla, está firmada por 34 académicos entre ellos Gabriela Pérez Castresana, Andrés Barreda Marín, Aurelio Fernández Fuentes, María Eugenia Ochoa García, Ana Lluvia García Vilchis y Valentina Campos Cabral.
Si bien se reconoce la iniciativa de la presidenta para sanear los ríos Zahuapan, Atoyac, Alseseca, la presa de Valsequillo y otros afluentes derivados, los especialistas advierten que las acciones de saneamiento hasta ahora efectuadas, “lejos de mitigar el deterioro perpetúan su condición como una de las principales Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental del país, o también definida como Infierno Ambiental”.
Agregan que la atención a la Cuenca del Alto Atoyac requiere soluciones profundas y sostenidas en forma transexenal y acciones interinstitucionales donde converjan los sectores de salud, ambiente y economía, entre otras, así como la comunidad científica y las organizaciones sociales de base comunitaria para lograr dar atención integral a las causas reales.
“El saneamiento del Atoyac no puede seguir abordándose mediante acciones aisladas o de carácter simbólico o cosmético. La experiencia demuestra que las jornadas de limpieza, las acciones de corto alcance o las plantas de tratamiento dispersas no han logrado revertir la contaminación, que se ha incrementado más del 60 % en las últimas dos décadas”, sostienen los firmantes.
Entre las “acciones urgentes” que plantean está la regulación inmediata, efectiva y permanente de las descargas industriales que arrojan la mayor carga tóxica (metales pesados, compuestos orgánicos e inorgánicos) a los afluentes y suelos.
De la misma forma plantean hacer cumplir de manera “cabal e inmediata” el título de concesión a la empresa Concesiones Integrales “Aguade Puebla” para que garantice las tres fases de tratamiento de aguas residuales de la zona metropolitana de esta capital conforme a la norma vigente. “Esto aseguraría que al menos el 80 % del volumen vertido al río Atoyac llegara al cauce con una calidad aceptable”.
Igual, señalan que como parte de un Plan de Justicia Socio-Ambiental para la Cuenca, se tendría que incluir atención médica adecuada, suficiente y sostenida, para las enfermedades crónicas que padece la población de la región -como cáncer, padecimientos renales y deformaciones congénitas- y otorgamiento de los tratamientos y medicamentos necesarios.
Plantean además la creación de un mecanismo interinstitucional con participación social, que evite la dispersión institucional, garantice la transparencia en el uso de recursos y asegure el avance adecuado de las acciones y la auténtica participación comunitaria, ciudadana y académica.
También proponen un Plan Integral de Cuenca que aborde los factores estructurales que han deteriorado la región: la industrialización acelerada y desregulada, la deforestación, la erosión de suelos y la contaminación del aire, las normatividades permisivas que excluyen contaminantes altamente peligrosos y los ineficientes sistemas de vigilancia y sanción.
Este plan, indican, debe ir acompañado de un programa que garantice los derechos de las comunidades afectadas, la reducción de la incidencia de enfermedades, la recuperación de ecosistemas; dar garantía del acceso a la información, reparación del daño, reconocimiento y fortalecimiento de capacidades locales y mecanismos de transparencia que restituyan la confianza ciudadana.
ATENDER LA CAUSA
En la rueda de prensa en la que fue presentado este escrito, la académica María Eugenia Ochoa subrayó que en Puebla las acciones de la supuesta restauración del Atoyac hasta ahora no están incluyendo la participación social. “Si no hay esa participación desde los territorios, si no hay un seguimiento a lo que se vaya acordando, si esto no está claro, si no hay transparencia, información, mecanismos claros, esto no va a ser posible”, manifestó.
En tanto que Castillo Montemayor explicó la propuesta que proyectan hasta ahora las autoridades es construir plantas de tratamiento donde no hay focos graves de contaminación, cuando la problemática de descargas está en el tramo de la Volkswagen hasta la presa Valsequillo. Además, otra acción es usar “barquitos” para sanear las aguas de la presa.
“Están atendiendo el efecto y no la causa: la presa Valsequillo no es la causa de la contaminación, la presa es un recipiente. La causa es que las empresas y los grandes municipios están descargando al río y los contaminantes llegan a la presa. Entonces, están (actuando) al revés”, puntualizó al proponer que se empiece con las causas mayores de esta problemática y no por soluciones menores que no harán ningún cambio.