CDMX
Largas filas y una carga de trabajo sin fin en juzgados de la CDMX tras el fin del paro laboral
Los comisarios custodian expedientes y llevan papeles en diablitos, amarrados con cuerda.No les queda alternativa para solucionar el rezago acumulado en 41 días de paro de actividades.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luego de 41 días de paro de labores, poco a poco los trabajadores y usuarios de las oficinas del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX) retoman sus actividades entre largas filas y una carga de trabajo que cada día incrementa sin dar tregua.
Los comisarios custodian expedientes y llevan papeles en diablitos, amarrados con cuerda. Otros utilizan el hombro y los juntan como si fueran casilleros de huevos, con el apoyo de rafia blanca. No les queda alternativa para solucionar el rezago resultante, tan sólo trasladan de un lugar a otro los documentos, entre los edificios e instancias de la Ciudad Judicial, ubicada en la colonia Doctores.
Los trabajadores administrativos esperan una cantidad mayor de expedientes provenientes de las oficialías, fruto de los días de retraso.
Resignados, pero con una sonrisa, transportan los papeles. En el camino, conversan sobre que no han encontrado solución a sus demandas, incluso con quejas sobre “lo corriente de los materiales”.
“No, pues a echarle ganas, simple y sencillamente ahorita a echarle ganas con los compañeros. Y aparte ahorita va a seguir saliendo más trabajo porque están recibiendo ahorita las oficialías de todos”, confiesa José Antonio, comisario de la Séptima Sala Penal, quien no quiso dar su nombre completo por temor a represalias, luego de ser cuestionado sobre la estrategia para paliar el rezago en los trámites.

El pasado 4 de julio, los trabajadores y autoridades del gobierno capitalino firmaron un convenio para finalizar el paro en el que no lograron ni siquiera que la presidencia del PJCDMX, encabezada por Rafael Guerra, les diera una cantidad fija de posible aumento salarial para el año 2026 ni el compromiso certero de mejorar las condiciones de trabajo.
El acuerdo fue firmado luego de que el oficial mayor del PJCDMX, Sergio Fontes, emitió un aviso en el que indicó que, si los bloqueos de los trabajadores continuaban, no sería posible pagar la nómina, lo que ha sido tomado por los trabajadores como una forma de presionarlos para acabar con el paro.
Por ello, José Antonio piensa que no se logró nada con el paro de labores y que las cosas volvieron a la normalidad por las órdenes de sus superiores.
“Pues se terminó mal porque no se logró nada al final del día, es lo que estaba hablando con los compañeros, no se logró nada del objetivo, porque esto es desde el gobierno”, enfatizó.
Tres casas de campaña aún se mantienen frente al edificio Niños Héroes 150, conocido popularmente como la Torre Blanca. Todas agrupadas bajo una lona gris, sin bloquear el acceso a las instalaciones.
Leonardo Miguel, trabajador de salas, y Ricardo Isaac Rodríguez, trabajador de los juzgados civiles, son parte de ese último plantón de resistencia, quienes exigen por la dignificación mediante la basificación de los trabajadores y piden perdón por las molestias ocasionadas por los días de paro, en especial para las madres y sus trámites de pensión, y para las libertades de los presos en el ámbito penal.
Los guardias del edificio murmuran entre ellos. Sonríen para sí mismos.
"No creo que aguanten mucho”, confiesa uno de ellos, detrás del detector de metales.
En los juzgados familiares, ubicados en Av. Juárez 8 de la alcaldía Cuauhtémoc, la sala de lactancia para las madres está repleta, con todas las sillas ocupadas de mujeres amamantando a sus pequeños.
Dentro de las instalaciones, las mujeres esperan el trámite de custodia o pensión para sus hijos, incluso hay filas para tomar los ascensores y en la sección de Defensoría Pública.
No hay marcas de la cinta canela, ni de los carteles, antes usados para sellar las puertas, al igual que en la Ciudad Judicial, tan sólo las quejas de los trabajadores por los recursos limitados.
“Ahora debo racionar esta caja de papel para todo este mes”, comenta uno de los trabajadores.
Poco a poco los litigantes inician las primeras gestiones para reagendar audiencias y otras diligencias que no pudieron realizarse durante el paro.
Algunos incluso reciben la sorpresa de que hay juzgados en los que, en apoyo a la ciudadanía, realizaron estas gestiones de oficio como una forma de disculpa por las molestias ocasionadas por el paro.