Hernán Bermúdez Requena
Así operó "La Barredora" bajo Hernán Bermúdez; la ruptura que desató la violencia en Tabasco
De acuerdo con la carpeta, Bermúdez repartió el territorio entre lugartenientes; cada uno le entregaba semanalmente 2 mdp en su domicilio particular, producto de la venta de droga, robo de gas LP, venta de huachicol, cobro de piso a escorts, tráfico de migrantes y armas.CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Desde 2018 los principales líderes de “La Barredora”, célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) controlaron las actividades criminales en el estado de Tabasco hasta diciembre de 2023, cuando ocurrió un atentado que provocó una ruptura dentro de la organización.
De acuerdo con la carpeta de investigación FED/FEMDO/FEITATA-JAL/0000224/2025, que la Fiscalía General de la República (FGR) inició en marzo de este año que le llevó a vincular a Hernán Bermúdez Requena “El abuelo” con “La Barredora”, desde febrero del año 2022 el exsecretario de Seguridad de Tabasco mostró su inconformidad con sus supuestos operadores, quienes constantemente peleaban entre sí.
El testigo de la FGR identificado, con las iniciales C. T. D. R., quien fue secretario particular de Bermúdez Requena, detalló ante el ministerio público federal que una vez que el entonces gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández lo nombró Secretario de Seguridad en la entidad, repartió el territorio entre diversos lugartenientes para controlar las actividades ilícitas en los mismos.
Según sus declaraciones, Ulises Pinto Madera “El Mamado” recibió el control de los municipios de Huimanguillo, Paraíso, Cunduacán, parte del Centro, Balancán, Emiliano Zapata y Tenosique.
Daniel Hernández Montejo “Prada” recibió Cárdenas, Nacajuca, parte de Comalcalco, parte del Centro, Centla y parte de Macuspana.
Gabriel Gómez Vázquez, “Indeco”, recibió parte de Comalcalco, parte del Centro, parte de Macuspana.
El testigo recibió el control de parte de Comalcalco, Jalpa de Méndez, parte del Centro, Jalapa, parte de Teapa, parte de Jalcotalpa, parte de Macuspana y Jonuta.
Cada uno le entregaba semanalmente a Bermúdez Requena la cantidad de dos millones de pesos en su domicilio particular, como producto de la venta de droga, robo de gas LP, venta de huachicol, cobro de piso a escorts, tráfico de migrantes y de armas.
Sin embargo, C. T. D. R. afirmó que el 28 de febrero del año 2022, Bermúdez Requena le pidió salirse de la organización y entregar los municipios que le asignó para la venta de droga y huachicol dejándole tres o cuatro meses de explotación de huachicol, es decir, siguió vendiendo combustible robado entre marzo y mayo de ese año.
Esto, debido a las peleas que había entre los lugartenientes de “La Barredora”, por lo que, una vez que cumplió la orden de Bermúdez Requena, el testigo dijo que decidió irse a vivir a Mérida, Yucatán donde permaneció hasta diciembre de 2023.
“En diciembre de 2023 recibió varias llamadas de Ulises Pinto Madera, en las que le decía que ‘papá’ (refiriéndose a Hernán Bermúdez Requena) ya había dado la indicación de eliminar a Daniel Hernández Montejo, alias ‘Prada’ o ‘Chichirria’”, indica la solicitud de orden de aprehensión contra todos los implicados, que presentó la FGR el pasado 15 de septiembre ante el juez de control adscrito al Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, Mario Elizondo Martínez.
Por ello, indicó que Pinto Madera le pidió regresar a Tabasco para reincorporarse a sus actividades.
Para el 21 de diciembre de 2023 C. T. D. R. regresó a Tabasco y al día siguiente, Bermúdez Requena le pidió que llevara a Hernández Montejo a su domicilio particular en el fraccionamiento Campestre, calle La Venta número 132, colonia Tabasco 2000, en Villahermosa, afuera del cual ambos fueron emboscados pero lograron escapar con vida.
“Que entró por la parte del gimnasio, estuvo en la sala que está abajo del gimnasio lugar en el que le reclamó a Hernán Bermúdez Requena alias ‘El abuelo’, estando el declarante lleno de sangre por las heridas que había recibido a las afueras del domicilio (…), permaneciendo en dicha área un lapso de cuatro horas aproximadamente, hasta que después lo llevaron a un hospital los guaruras de Hernán Bermúdez Requena alias ‘El abuelo’”, citó la FGR.
Ese 22 de diciembre de 2023 también desaparecieron dos elementos de la Secretaría de Seguridad de Tabasco, cuyas cabezas aparecieron en Chiapas en enero de 2024.
C. T. D. R. indicó a la Fiscalía que el atentado fue orquestado por Bermúdez Requena y Ulises Pinto y que cuando Daniel Hernández se enteró de ello, comenzó a crear disturbios en la ciudad mediante la quema de tiendas Oxxo, bloqueos en avenidas y quemas en lugares en los que pudiera estar “el Mamado”.
“Hernán Bermúdez Requena, alias ‘el Abuelo’ le ordenó al declarante que hablara con Daniel Hernández Montejo, alias ‘Prada’ o ‘Chichirria’, para que se calmara y dejara de estar haciendo la quema del Estado de Tabasco, porque Daniel Hernández Montejo, alias ‘Prada’ o ‘Chichirria’, no le recibía la llamada a Hernán Bermúdez Requena porque estaba muy encabronado porque era claro que Hernán Bermúdez Requena y Ulises Pinto Madera eran los que se habían puesto de acuerdo para matarlos”, refirió la FGR.
“En una llamada que tuvo el declarante con Daniel Hernández Montejo, alias ‘Prada’ o ‘Chichirria’, este le comentó que el día del atentado, cuando él estaba escapando del fraccionamiento campestre donde está la casa de Hernán Bermúdez Requena (…), la gente que él llevaba de seguridad y que estaba a las afueras de dicho fraccionamiento, vio también que estaba la gente de Ulises Pinto Madera, entre ellos, Isabelino García de la Rosa a quien le decían ‘Chabelo’ y José Zapata Jiménez a quien le decían ‘Pepe Zapata’; eran policías en activo y que estaban bajo el mando de Ulises Pinto Madera, le contó que él, es decir Daniel Hernández Montejo alias ‘Prada’ o ‘Chichirria’ aprovechó el momento y había levantado (llevado) en ese momento del atentado a Isabelino y a José”.
Según el testigo, Hernández Montejo le contó que ambos policías confesaron que ellos le dieron la información sobre la hora, lugar y vehículo en el que ingresarían tanto “Prada” como C. T. D. R. al fraccionamiento.
Por ello, Daniel Hernández le dijo a C. T. D. R. que le enviaría las cabezas de los policías a Hernán Bermúdez y a Ulises Pinto.
El testigo dijo a la FGR que informó de esto a Bermúdez Requena, quien le pidió tranquilizar a Hernández Montejo porque el gobernador interino, Carlos Manuel Merino Campos, le encargó controlar la violencia en la entidad para la visita del entonces presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador quien iría a pasar las fiestas decembrinas a Chiapas y regresaría a Tabasco a inicios de 2024 para inaugurar un evento en Villahermosa.
“Hernán Bermúdez Requena alias ‘el Abuelo’ le pidió a C.T.D.R., que le dijera a Daniel Hernández Montejo alias ‘Prada’ o ‘Chichirria’ que no les convenía que el estado estuviera con tanto desmadre porque él, es decir Hernán Bermúdez Requena, ya tenía encima al ejército, a la fiscalía y a la guardia nacional; que si les tenía que dar para bajo (matar) a los policías (…), que lo hiciera, que estaba bien, que inclusive el autorizaba que los matara pero que no lo hiciera en esos días, que solo le pedía que los cuerpos aparecieran en otro lado, después de que el presidente estuviera en Tabasco, y que además no los fuera a dejar en Villahermosa, que los aventara a Chiapas o Campeche, pero que no los dejara en Tabasco porque no le convenía a nadie”, refirió el testigo.
Días después de la visita del expresidente, en enero de 2024, en el municipio de Pichucalco, Chiapas, apareció la cabeza de uno de los policías y Daniel Hernández le llamó a C. T. D. R. para enviarle un mensaje a Hernán Bermúdez.
“Ahí ya les dejé su basura a los culeros de Hernán (Bermúdez Requena alias ‘el Abuelo’ y Ulises (Pinto Madera)”, fue el mensaje.
Previo al hallazgo, el 3 de enero de 2024, Hernán Bermúdez, el testigo y Daniel Hernández sostuvieron un encuentro en una explanada a campo abierto camino a Jalapa, a la que “Prada” llegó con cerca de 300 personas armadas.
En dicha reunión, el testigo afirmó que Bermúdez Requena le pidió a Hernández liberar a los policías estatales así como regresar a los elementos, patrullas, equipo táctico y armas de la policía en activo que le fueron puestas bajo sus órdenes para que pudiera cometer delitos en los municipios que le fueron entregados por el propio exsecretario de Seguridad.
Para entonces el gobernador interino, Merino le pidió la renuncia a Bermúdez Requena, por lo que requería todo el equipo para entregar sus informes en orden. Sin embargo, Daniel Hernández no regresó nada y las rencillas entre él y Ulises Pinto arreciaron hasta la detención de este último ocurrida en julio pasado.