Rancho de Teuchitlán
Narcocampamento en Teuchitlán, la huella de muerte y complicidades del CJNG
El caso salió a la luz pública el 5 de marzo gracias a la labor del colectivo de buscadores de personas desaparecidas Guerreros Buscadores de Jalisco, que denunció el hallazgo de numerosos restos óseos y cientos de prendas de vestir y objetos en el predio.CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Si bien ha sido mucho lo que se ha dado a conocer de las acciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que incluso ya fue catalogado como terrorista por Estados Unidos, alrededor de la poderosa organización criminal aún hay muchas incógnitas.
En las últimas semanas algunas de las secretas prácticas que sigue para estructurar su ejército, que se estima en al menos 19.000 hombres, quedaron al descubierto tras la intervención de uno de sus campos de adiestramiento que operó por varios años en el “Rancho Izaguirre” del municipio Teuchitlán, a las afueras de la capital del estado occidental de Jalisco.
También fue detenido uno de sus operadores, José Gregorio Lastra, alias “El Lastra”, que tenía a su cargo el reclutamiento de miembros.
El CJNG está liderado por Nemesio Rubén “El Mencho” Oseguera Cervantes, por el que el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a su detención. “El Mencho” volvió a adquirir notoriedad esta semana a raíz de que su imagen fue proyectada en un festival de música en Jalisco durante el fin de semana.
El caso salió a la luz pública el 5 de marzo gracias a la labor del colectivo de buscadores de personas desaparecidas Guerreros Buscadores de Jalisco, que denunció el hallazgo de numerosos restos óseos y cientos de prendas de vestir y objetos en el predio, de casi una hectárea, que por varios meses había permanecido en el olvido a pesar de que fue intervenido por las autoridades en septiembre del 2024.
A continuación, algunos datos clave y nuevas evidencias sobre el CJNG tras el hallazgo.
¿Cómo opera la red de reclutamiento del Cártel?
Se estima que el CJNG surgió al separarse del Cártel de Sinaloa, luego del asesinato en julio de 2010 de uno de los líderes de ese grupo, Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal en manos de los militares.
Desde su conformación, ha mantenido tres modalidades de reclutamiento: el voluntario que, según especialistas, conforma el grueso de sus filas; la captación de exmilitares y expolicías que operan como mercenarios y que gracias a su capacitación previa entran a la organización como jefes, instructores y líderes de comandos; y el reclutamiento forzado que se evidenció en el “Rancho Izaguirre”.
Las recientes investigaciones de las autoridades mexicanas permitieron determinar que el CJNG utiliza las redes sociales —se han detectado al menos 60 páginas— para ofrecer oportunidades de trabajo falsas, especialmente de vigilantes, con sueldos semanales de unos 600 dólares y captar así nuevos miembros de manera forzada.
Gracias al testimonio de un sobreviviente del “Rancho Izaguirre” se conoció que los candidatos eran buscados en centrales de autobuses y llevados bajo engaño al predio para recibir entrenamiento en manejo de armas de fuego y acondicionamiento físico por un mes, informó el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch.
Los que se negaban a recibir el adiestramiento o intentaban escapar del lugar eran golpeados, torturados y asesinados.
¿Cómo es su estructura organizativa?
Según explicó el especialista en seguridad David Saucedo, el CJNG tiene una estructura vertical encabezada por Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, por el que Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve a su captura.
Dentro de la organización, hay “comandancias regionales” y un área que se dedica a la producción droga y la comercialización, precisó Saucedo.
La agencia estadounidense de Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ha reconocido que el cártel tiene presencia en 21 de los 32 estados de México, superando al Cártel de Sinaloa que se estima que opera en 19 estados mexicanos. Algunos analistas consideran que la presencia del CJNG se extiende incluso a 25 estados, con predominio en Jalisco que es considerado el bastión de la organización. Las operaciones del cártel también se han extendido a un centenar de países, entre ellos Estados Unidos, según la DEA.
¿Cómo consolidó su expansión?
El CJNG se ha convertido en menos de dos décadas de existencia en una de las organizaciones criminales más poderosas de México y ha logrado arrebatarle el control de algunas de regiones al histórico Cártel de Sinaloa. Éste se ha ido debilitando debido a los conflictos internos de sus facciones y a la captura de varios de sus emblemáticos líderes como Joaquín “El Chapo” Guzmán, que fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, e Ismael “El Mayo” Zambada, quien fue apresado en julio pasado en Texas junto a uno de los hijos de Guzmán.
Al evaluar los factores que han favorecido la expansión del CJNG, el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Carlos Flores, afirmó que su “capacidad de acción violenta” y sus prácticas de “corte de guerra irregular” han contribuido al crecimiento de su poderío, que coincidió con el desarrollo de la producción del fentanilo que ha dejado ganancias exorbitantes a los cárteles mexicanos.
Saucedo indicó que el CJNG también ha mantenido la práctica de aliarse con grupos criminales importantes, lo que le ha permitido llegar a algunos territorios de México y conformar una suerte de “franquicias” del cártel en algunas regiones como Aguascalientes y Tijuana.
Sus vínculos con autoridades y fuerzas de seguridad
El caso de Teuchitlán también permitió evidenciar cómo suele operar el Cártel Jalisco Nueva Generación en los territorios que controla gracias a redes de complicidades que desarrolla con las autoridades y fuerzas policiales que le permiten operar libremente, reconoció Flores.
A pesar de que el “Rancho Izaguirre” fue intervenido en septiembre de 2024 por la Guardia Nacional y la Fiscalía de Jalisco —y diez personas fueron apresadas por el caso—, las investigaciones en el predio no avanzaron por seis meses, lo que ha alimentado las dudas sobre la actuación de las autoridades mexicanas. Recientemente fueron detenidos tres policías municipales por su presunta participación en la desaparición de personas en el rancho.
“Hay indicios que apuntan de manera pública cómo ese tipo de acuerdos han facilitado al Cártel Jalisco posicionarse en determinadas entidades (estados), al tiempo que van eliminando a sus contrarios con la propia ayuda, en algunas ocasiones, de elementos de fuerza pública”, sostuvo el investigador.