Internacional
Ricardo Núñez, expreso político, advierte: unidad progresista, clave para frenar a la ultraderecha
Ricardo Núñez, exsenador y expreso político, afirma que sólo la unidad progresista puede frenar a la ultraderecha en América Latina. Los errores de la izquierda y problemas como la inseguridad han facilitado su avance, dice el también exembajador chileno en México.SANTIAGO, Chile (Proceso).– La única manera de evitar el regreso de la ultraderecha chilena al poder es con la unidad de todas las fuerzas progresistas, con la utilización de todos los mecanismos que la democracia nos da, asegura Ricardo Núñez Muñoz, exsenador por el Partido Socialista en Chile, representante de la región de Atacama, y quien fue preso político durante el régimen de Augusto Pinochet.
Entrevistado el 27 de noviembre último, el también exembajador de Chile en México durante el sexenio de Peña Nieto, consideró que América Latina vive “un ciclo muy peligroso con el regreso de la derecha al poder” en países como Argentina “porque la ultraderecha que se está instalando en varios países de América Latina y del mundo es una derecha que todavía se inclina por valores propios del neofascismo (...) una ultraderecha muy despreciativa de valores que se habían desarrollado progresivamente en la sociedad moderna.
“Las fuerzas progresistas cometieron tantos errores en todas partes del mundo, incluyendo en nuestro país, que le dieron posibilidades también a la ultraderecha. No siempre hay que mirar el surgimiento y el desarrollo de perspectivas ultraderechistas, producto de las virtudes que ellos dicen encarnar, sino fundamentalmente por los errores que hemos cometido la izquierda y el progresismo en general”, dice.
Núñez Muñoz hace un diagnóstico del panorama que afronta la población y el electorado de Chile, de cara a la “segunda vuelta” entre la candidata Jeannette Jara y el candidato José Antonio Kast, quienes serán votados el 14 de diciembre próximos para elegir a la persona que sucederá a Gabriel Boric en la Presidencia.
Asimismo advierte que, en caso de ganar el candidato Kast, los sectores más perjudicados serían “el pueblo mapuche; segundo, los emigrantes; tercero, los sectores populares”.
Sobre los desafíos del nuevo parlamento chileno, expolica: “Los parlamentarios del mundo progresista tendrán la obligación de oponerse a cualquier intento de cambios legislativos que lleven a Chile al retroceso y a visiones conservadoras de la sociedad”.
Los pendientes de Boric
Su trayectoria política, experiencia académica (sociólogo) y liderazgo dan fuerza a sus opiniones. Ricardo Núñez es una voz que pesa en el análisis y crítica del gobierno de Gabriel Boric, quien llegó a la presidencia impulsado por una coalición de izquierda.
Aunque el entrevistado reconoce avances durante la transición democrática en Chile, como “un ataque frontal a la pobreza que había generado la dictadura, de un país que tenía cerca de 30% de pobres, incluyendo los sectores más desprotegidos, pasamos a un 12%”, también señala los pendientes:
“Durante su gobierno no se disminuyó la desigualdad, la nueva constitución no se materializó, la gestión económica fue mediocre y algunas reformas clave, como la del sistema de salud y educación, quedaron como pendientes (...)
“Por cierto, un desafío que tienen todos los países de América Latina es cómo modernizar sus economías de modo tal que puedan enfrentar todos los nuevos retos que está significando en el mundo las políticas del nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump”.
Respecto de los desafíos que enfrenta los mandatarios de América Latina, como Claudia Sheinbaum, frente al estilo de gobernar de Trump, dice confiar en la “resistencia” del pueblo latinoamericano, pese a que observa dificultad en la “unidad” de distintos países para hacer frente el renacer del imperialismo norteamericano.
Desde esa perspectiva plantea la importancia de recurrir a los principios y valores heredados de la República, especialmente aquellos por Salvador Allende, para enfrentar el renacer del imperialismo norteamericano, que actualmente se muestra cada vez más retrógrado y generador de inestabilidad.
En ese contexto, Núñez considera que la posibilidad de que Estados Unidos recurra a la violencia, a la invasión o a una intervención armada en Venezuela, representa un riesgo para toda América Latina.
Las necesidades chilenas
El también sociólogo por la Universidad de Chile fue encarcelado y torturado tras el golpe militar en su país, vivió exiliado en República Democrática Alemana y en España. Décadas más tarde representó a Chile como embajador en México durante las gestiones de Michelle Bachelet y de Enrique Peña Nieto.
Desde su trayectoria marcada por la dictadura de 1973, la transición democrática y los debates al interior del socialismo, explica:
Sigo convencido de que Chile y América Latina requieren profundas transformaciones. Son países muy desiguales, son países donde hay mucha injusticia, muchos abusos. Yo viví cuatro años en México como embajador y me percaté de las enormes diferencias sociales, políticas, culturales que hay en un país tan hermoso, pero tan particularmente interesante para todos los latinoamericanos como es México.
Al reflexionar sobre la izquierda mexicana, Núñez dice que “México ha generado una izquierda muy propia. Lázaro Cárdenas es la expresión misma de cómo México fue capaz de enfrentar los desafíos del progreso, y esa virtud la ha recogido bien Morena".
El exembajador de Chile en México habló sobre el combate a los cárteles del narcotráfico y grupos del crimen organizado, problemática que en sus matices afrontan los países de América Latina (Colombia, México y Chile, entre otros).
“Uno de los errores que hemos cometido en Chile, particularmente, es no haber sabido enfrentar bien el tema de la delincuencia, narcotráfico y lo que esto significa. Creo que uno de los grandes esfuerzos que tiene América Latina, y particularmente países como México, Colombia, Venezuela, es cómo enfrentamos el enorme poder que están adquiriendo los cárteles o los grupos delincuenciales que hacen prácticamente invivibles zonas enteras de nuestros países (...)
“La derecha y la ultraderecha se han integrado fundamentalmente porque ellos son portadores del orden, de la seguridad y del combate a los cárteles y grupos delincuenciales.
“Éste es un ciclo, un ciclo que espero termine pronto, pero para eso va a tener que reorganizarse nuevamente las fuerzas progresistas en Chile y en el mundo”, concluye.
* Centro Universitario de Periodismo de Investigación/ Universidad Autónoma de Querétaro