WASHINGTON (apro).-A minutos de reunirse con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, anunció que su gobierno revive y reinstaura en el Hemisferio Occidental la “Doctrina Monroe”: América para los americanos.

“Después de años de abandono, Estados Unidos reafirma e instrumenta la Doctrina Monroe para restaurar la preminencia en el Hemisferio Occidental y para proteger la seguridad nacional y tener acceso a puntos geográficos clave en la región”, subraya Trump en el Estrategia Nacional de Seguridad que dio a conocer la Casa Blanca.

El informe con el que Trump notifica al Congreso federal sobre los objetivos del Poder Ejecutivo en materia de seguridad en todo el mundo revive lo que por décadas se conoció como el imperialismo yanqui.

“A competidores no regionales les negaremos la habilidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, que se adueñen o controlen activos vitales en nuestro Hemisferio”, subraya el documentos divulgado por el Casa Blanca que tiene la firma del presidente estadunidense.

El inciso en el documentos con el título; “Hemisferio Occidental: El Corolario de Trump de la Doctrina Monroe”, es claramente el restablecimiento de acciones intervencionistas que Estados Unidos llevó a cabo durante la ya desaparecida Guerra Fría.

“Este Corolario de Trump de la Doctrina Monroe es de sentido común y una potente restauración del poder y prioridades de Estados Unidos, consistente con los intereses de seguridad de los estadunidenses, nuestros objetivos para el Hemisferio Occidental se pueden resumir como ‘Enlistar y Expandir”, se destaca en el documento.

La Estrategia Nacional de Seguridad explica el por qué desde al año pasado Trump en su campaña electoral prometió al electorado que si ganaba los comicios, recuperaría el control del Canal de Panamá.

Otro ejemplo de lo que ahora tiene sentido es la injerencia del mandatario estadunidense en las elecciones recientes de Argentina y Honduras con promesas de ayuda económica para el primer caso, y de indulto por narcotráfico al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández; que ya se consumó.

Otro punto en este sentido es la orden que dio a la CIA de llevar a cabo acciones encubiertas dentro de Venezuela para intentar derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, de amenazar además de intervenir militarmente dentro de la nación sudamericana.

Se entiende ahora también el despliegue en la frontera sur de Estados Unidos que colinda con la del norte de México a más de 10 mil soldados bajo el mando del Comando Norte.

Trump también ante la ineficiencia de la DEA, a esta le arrebató la guerra que perdió contra el narcotráfico y se la dio al Pentágono para militarizar lo que ahora la Casa Blanca llama lucha contra el narcoterrorismo.

Los ataques en aguas del Caribe y el Pacífico contra 22 lanchas destruidas por el Pentágono y la ejecución extrajudicial de 87 de los tripulantes de los navíos por presuntamente transportar drogas y ser narcoterroristas, encuadra en el Corolario de Trump.

“Enlistaremos y estableceremos amigos en el Hemisferio para controlar la migración, parar el flujo de las drogas, fortalecer la estabilidad y seguridad en mar y tierra. Nos expandiremos cultivando y robusteciendo nuevas alianzas al mismo tiempo que reforzaremos el atractivo de nuestra nación como la opción económica y de seguridad”, apunta la Estrategia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos.

Trump notifica al Capitolio que “se debe reconsiderar la presencia militar en el Hemisferio Occidental”, por los siguientes objetivos.

- Un reajuste a la presencia militar en el mundo para abordar las amenazas urgentes en el Hemisferio, especialmente las misiones identificadas como estrategia, lejos de teatros cuya importancia relativa a la seguridad nacional de Estados Unidos ha declinado en años y décadas recientes.

- Una presencia más cómoda de la Guardia Costera y de la Marina para controlar líneas marítimas para contener la migración ilegal y no deseada, reducir el tráfico de drogas y de personas y para controlar el rutas clave durante una crisis.

- Hacer desplazamientos objetivos para garantizar la seguridad en la frontera y derrotar a cárteles, incluyendo, donde sea necesario el uso de la fuerza letal para reemplazar a la fracasada aplicación de la ley como única estrategias implementada por varias décadas.

- Y, establecer y expandir el acceso en localidades estratégicamente importantes.

Tras informar al Capitolio lo anterior que se puede traducir como una notificación de que no cumplirá ni respetará leyes internacionales ni el debido proceso jurídico cuando se trate de echar mano de la fuerza letal del Pentágono como lo hace con la destrucción de las lanchas, el mandatario estadunidense hace la siguiente acotación:

“Estados Unidos priorizara la diplomacia comercial para fortalecer a nuestra economía e industria usando tarifas y acuerdos de comercio recíprocos como herramientas poderosas”.