Suspensión de vuelos
Golpe “grave y unilateral”, el sector aeronáutico mexicano en problemas tras suspensión de vuelos
El anuncio del Departamento de Transporte de Estados Unidos provocó un caos; la aerolínea Volaris reportó una caída de 5% en el precio de sus acciones al cierre del 29 de octubre, al cotizarse en 11.97 pesos en la Bolsa Mexicana de Valores.CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El sector aeronáutico mexicano enfrenta un nuevo golpe mientras lucha para que no se le dé fin a la alianza Delta - Aeroméxico. Con shock y preocupación reaccionaron aerolíneas, pilotos y cámaras empresariales tras la decisión del gobierno del presidente Donald Trump de cancelar 13 rutas aéreas entre México y Estados Unidos.
El anuncio realizado el 28 de octubre por el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT), provocó que en las primeras horas posicionamientos inmediatos.
Entre las primeras en pronunciarse estuvo Viva Aerobus, que calificó la decisión como “grave” y criticó la poca antelación con la que se emitió la orden.
La empresa explicó que la disposición afectará a los vuelos que iniciarían operaciones desde el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hacia Los Ángeles, Chicago, Orlando, Austin, Dallas, Denver, Houston, Miami y Nueva York.
“La medida generará afectaciones a miles de pasajeros norteamericanos y mexicanos en plena temporada vacacional”, se lee en su posicionamiento.
Por su parte, Volaris informó que también resentirá las consecuencias de las disposiciones del DOT, las cuales impactan tanto al AICM como al aeropuerto de Newark, Nueva Jersey.
De hecho, la compañía reportó una caída de 5% en el precio de sus acciones al cierre del 29 de octubre, al cotizarse en 11.97 pesos en la Bolsa Mexicana de Valores.
“Volaris está en contacto con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), así como con la industria, a fin de dialogar y encontrar una solución a esta situación, que evite afectaciones futuras”, señaló la aerolínea.
Horas más tarde, la Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO) reconoció que la decisión del gobierno estadunidense impactará directamente las operaciones de aerolíneas mexicanas de pasajeros y carga.
La organización expuso que el golpe no sólo recae sobre las empresas, sino también sobre los pasajeros y las cadenas logísticas que dependen de los servicios aéreos binacionales.
El organismo insistió en la necesidad de “mantener una relación bilateral basada en la cooperación, la certidumbre y el beneficio mutuo”, al tiempo que pidió al gobierno mexicano emprender acciones diplomáticas para revertir la medida.
Por su parte, la Concanaco también señaló que habrá un impacto al sector turístico, situación que preocupa más por la llegada del mundial.
“No nada más es un impacto turístico, sino también en movilidad, ¿no? Y parte del turismo no nada más es el que viene a disfrutar de la playa, sino el turismo de negocios”, dijo.
Críticas desde los pilotos
Para la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), el problema pudo haberse evitado si el gobierno mexicano hubiera escuchado al sector aeronáutico.
“Esta situación evidencia la falta de una visión de Estado que reconozca la importancia estratégica de la aviación como motor de conectividad, desarrollo y empleo”, se lee en el posicionamiento publicado la mañana del 29 de octubre.
El gremio recordó que, en repetidas ocasiones, ha manifestado su disposición a colaborar con las autoridades para construir políticas públicas que fortalezcan la aviación nacional.
“Sin embargo, nuestra voz no ha encontrado el eco necesario”, señaló ASPA.
Raíces de la crisis
Representantes del sector coincidieron en que la crisis actual tiene su origen en una serie de decisiones unilaterales del Estado mexicano, tomadas sin consultar al sector privado.
Entre ellas destacan la reconfiguración del espacio aéreo en favor del AIFA y, como antecedente directo, la cancelación del aeropuerto de Texcoco, acciones que alteraron el equilibrio de la conectividad aérea del país.
“Lo advertimos con antelación: las decisiones adoptadas sin una perspectiva técnica ni de largo plazo han derivado en un escenario de incertidumbre laboral y económica que hoy se materializa a raíz de las órdenes emitidas por el DOT”, sostuvo ASPA.
El analista en Comercio Internacional Jorge Molina explicó a Proceso que en Washington el AIFA es percibido como una barrera no arancelaria, lo que ha despertado preocupación entre las autoridades estadunidenses.
“El nuevo aeropuerto, al ser promovido como sustituto del AICM sin un consenso técnico ni operativo con Estados Unidos, se interpreta como un obstáculo a la competencia en el espacio aéreo compartido”, sostuvo.