Ernesto Zedillo
México ya es una “autocracia de partido dominante”: Ernesto Zedillo
El expresidente consideró que Morena está construyendo las bases de un “Estado policial”, y deploró que "existen las condiciones para que prevalezca un solo partido en el país".CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de sostener que México ya no es un Estado democrático sino una “autocracia de partido dominante”, el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León pidió a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que no deje que el “poder real lo ejerza un caudillo oculto instalado en la oficina anexa a la Presidencia de la República”, en una referencia evidente al expresidente Andrés Manuel López Obrador, al que voces opositoras acusan de seguir gobernando el país tras bambalinas.
Durante una presentación que dio hoy en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Zedillo expresó su preocupación de que Morena esté construyendo las bases de un “Estado policial” en México, combinando el sometimiento de los jueces a los intereses del poder, el uso de militares en las labores de seguridad pública y como ministerios públicos, la ampliación de la prisión oficiosa y la anulación del derecho a la información.
“Todas estas piezas juntan los elementos para un Estado policial”, sostuvo el exmandatario, quien deploró que “existen las condiciones para que prevalezca un solo partido en el país”.
Zedillo, quien asumió una postura de crítica abierta a la llamada Cuarta Transformación hace más de un año, retomó las declaraciones de Sheinbaum según las cuales México es una de las mejores democracias del mundo; la exhortó a cesar el “proceso de destrucción” de normas e instituciones, y aseveró que “necesitamos una presidenta que gobierne con mucha autoridad y mucho poder un país democrático”.
Para ello, recomendó a la presidenta “convencer” a Morena de aprobar dos artículos transitorios: uno que posponga la entrada en vigor de las reformas constitucionales para corregirlas, y otro que desaparezca la “barbaridad” de la revocación de mandato, a la que calificó como “píldora de cianuro en la democracia”.
Durante su presentación, que terminó con una nutrida ola de aplausos en el auditorio Raúl Baillères –el nombre del patriarca de la multimillonaria familia Baillères, dueña del ITAM--, Zedillo se lanzó contra las reformas constitucionales impulsadas por López Obrador al final de su sexenio y aprobadas por Morena en el arranque de la administración de Sheinbaum.
Se refirió a ellas como “felonías”, aprobadas por una mayoría calificada que Morena obtuvo mediante “tropelías a la Constitución”. “Los ciudadanos no votaron para que la democracia sea destruida”, dijo, al añadir que las reformas convierten a México en una “autocracia de partido dominante” y regresan el país a “lo que fuimos durante décadas en el siglo XX”.
La alusión al régimen priista toma otro sabor en boca de Zedillo, el último en la cadena de presidentes del PRI que se sucedieron en el poder de manera ininterrumpida durante más de 70 años, pues su sucesor, Vicente Fox Quesada, emanaba del PAN. Según Zedillo, el gobierno actual se está pareciendo al que él conoció –y por el que trabajó--, es decir, un “régimen que se dice democracia, pero que en los hechos no lo es”.
En una larga digresión, que dio de manera virtual desde la universidad estadunidense de Yale, Zedillo criticó particularmente la “contrarreforma” al Poder Judicial de la Federación (PJF), pues sostuvo que pretende transformar a la justicia en “sirviente del poder Ejecutivo y del partido en el poder”. También lamentó que la llamada “supremacía constitucional” impulsada por Morena rompió con la reforma judicial de 1994, en la que se ampliaron los alcances de las controversias constitucionales.