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Drones y juegos de guerra: Europa Central siente de cerca los movimientos de Putin
La alerta de ataque aéreo del sábado 13 de septiembre sorprendió a los residentes de Chelm y sus alrededores. Las sirenas de alarma comenzaron a sonar por toda esta ciudad del extremo este de Polonia, sembrando el pánico y la confusión entre muchos vecinos.La alerta de ataque aéreo del sábado 13 de septiembre sorprendió a los residentes de Chelm y sus alrededores. Las sirenas de alarma comenzaron a sonar por toda esta ciudad del extremo este de Polonia, sembrando el pánico y la confusión entre muchos vecinos. “No estaba preocupada por una guerra aquí, pero cuando escuché la alarma sonar tuve miedo”, confiesa Magda, empleada en un banco.
El municipio polaco de Chelm está situado a 20 kilómetros de la frontera con Ucrania. "Me preocupa una escalada y que la guerra llegue hasta aquí”, explican Peter y Anna, vecinos del centro de la ciudad.
En el extremo noroeste de Chelm se encuentra el bosque de Kumowa Dolina, y al este, el bosque de Borek. Soldados polacos han peinado la zona durante días en busca de restos de drones. Varsovia quiere saberlo todo sobre la nueva amenaza: respaldada por aviones de otros miembros de la OTAN, Polonia derribó el miércoles10 de septiembre al menos 19 drones que habían irrumpido a su espacio aéreo, la primera vez que se sabe que un miembro de la alianza militar occidental dispara durante la guerra de Rusia en Ucrania.
Dudas sobre Trump
Varios miembros de la alianza ponen en duda el compromiso del presidente Donald Trump con su defensa en caso de un ataque ruso real.
Presionado por los periodistas sobre la incursión del dron ruso, Trump dijo:
"Podría haber sido un error".
El líder de EU tiene antecedentes de cuestionar la alianza y tras la incursión rusa no mencionó —a diferencia que otros miembros de la OTAN— ninguna oferta de nuevas armas o equipo para Polonia. Los aviones de guerra estadounidenses no participaron en el derribo de los drones que violaron el espacio aéreo polaco.
La decisión de Trump de dejar que los europeos lideren la respuesta causa algo de ansiedad en Polonia. “Para cualquier reacción, se necesita al menos una unidad parcial, pero me temo que esa unidad es lo que les falta ahora tanto a Europa como a la OTAN”, explica a France 24 la politóloga polaca Klara Spurgjasz.
¿Qué hacer ante una amenaza de ataque?
La inquietud no ha desaparecido en Polonia desde que al menos 19 drones irrumpieron en su territorio.
Tras un informe del Mando Operativo de las Fuerzas Armadas sobre la amenaza de un ataque con drones en Ucrania, se desplegaron aeronaves militares en el espacio aéreo polaco.
Los residentes de Chelm, Krasnystaw, Wlodawa, Leczna y Swidnica recibieron pronto mensajes de texto de alerta RCB que advertían sobre una "amenaza de ataque aéreo". Estas alertas recomendaban precaución y acatar las órdenes de los servicios de emergencia, pero no especificaron medidas a tomar. Una hora después, los residentes recibieron mensajes de texto cancelando la alerta. El Mando Operativo de las Fuerzas Armadas Polacas les aseguró que no se había producido ninguna violación del espacio aéreo polaco y que las acciones tenían como objetivo garantizar la máxima seguridad.
El alcalde Jakub Banaszek indicó que la decisión de activar las sirenas se tomó a instancias de la autoridad regional de Lublin, la región suroeste de Polonia. Pasado el primer sobresalto, el miedo ha dejado paso a cuestionamientos sobre la eficacia del sistema de alerta. Algunos vecinos señalan que, aparte de tener miedo, no sabían qué hacer. Más tarde, el alcalde abordó la situación con más detalle. Enfatizó que activar las alarmas puede generar controversia, pero en su opinión, es mejor iniciar procedimientos "unas cuantas veces de más que una vez de menos".
El alcalde también anunció la preparación de una serie de actividades educativas para concienciar a los residentes, desde clases en las escuelas y reuniones vecinales hasta el uso de las aplicaciones municipales para recibir notificaciones adicionales.
Juegos de guerra muy cerca
Otro ingrediente en la inquietud latente que hay en poblaciones como Lublin, Wyryki o Chelm, situadas en el extremo este de Polonia, son las maniobras militares en la vecina Bielorrusia. Los anteriores ejercicios militares conjuntos ruso-bielorrusos en territorio de Bielorrusia tuvieron lugar del 10 al 20 de febrero de 2022. Cuatro días después empezó la invasión a gran escala de Ucrania.
Zapad, que significa "Oeste" en ruso, es la última versión de los ejercicios militares que comenzaron en la década de los setenta bajo la Unión Soviética y continuaron hasta su colapso. Zapad fue restablecido en 1999 y luego ampliado bajo el mandato de Vladimir Putin como parte de un ciclo de cuatro años de ejercicios militares que rotan por Rusia y las regiones geográficas de sus vecinos.
Moscú no esconde demasiado sus cartas. Al igual que Zapad-2017 y 2021, estas maniobras tienen como objetivo prepararse para un futuro conflicto con Occidente. Otra inquietud es que Zapad-2025 también podría permitir a Rusia ampliar su presencia militar en Bielorrusia, según apunta un informe de la Asociación Alemana de Política Exterior (DGAP):
“Actualmente, si estallara una guerra, todas las fuerzas terrestres bielorrusas estarían subordinadas al mando militar ruso, mientras que sus fuerzas aéreas ya llevan varios años operando de forma totalmente integrada”.
En Bielorrusia, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Bielorrusia, los ejercicios en el país se han llevado a cabo en tres campos de entrenamiento, en las regiones de Vitebsk, Minsk y Grodno: casi siempre lejos de la frontera, pero con algunas avanzadillas.
La sorpresa la han dado oficiales militares estadounidenses que han asistido como observadores a los ejercicios conjuntos. Algo inédito desde que Vladimir Putin inició la invasión a gran escala de Ucrania. Según los analistas de InformNapalm de fuentes de inteligencia, en las maniobras Zapad-2025 participaron reclutas de unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia con experiencia de combate en la guerra contra Ucrania. Varias de las unidades detectadas allí han participado en operaciones de combate en la zona de Lyman-Kupyansk del frente ucraniano.
Los ejercicios de este año dejan en el aire tres preguntas centrales: si Rusia ha estado usando Zapad para enmascarar posibles preparativos militares, cuáles son sus capacidades ofensivas mientras se alarga la guerra en Ucrania, y cómo encaja esto en el panorama geopolítico más amplio.
¿Riesgo de invasión?
Los expertos coinciden en que, aunque el riesgo es ahora mayor que hace dos años, una invasión rusa en el este de Europa no va a ocurrir mañana.
La mayor parte de las fuerzas terrestres y aéreas rusas están concentradas en Ucrania. Dichas capacidades serían necesarias para un ataque, aunque sea a escala limitada, probablemente contra el Báltico.
“Por esta razón, es improbable que Rusia sea capaz de lanzar una guerra contra territorio de la OTAN en este momento. Sin embargo, esto no debe llevar a la conclusión de que Rusia esperará hasta el final de la década (o hasta el final de la guerra contra Ucrania) para poner a prueba la preparación militar de la OTAN”, señala el informe de la DGAP.
"Creo que el objetivo de Putin es demostrar que sigue siendo fuerte, que la guerra en Ucrania no les ha afectado realmente. Pero no creo que sea cierto", afirma el teniente general retirado Lance Landrum.
El relato en el otro lado es el contrario. Lo que para Estonia, Letonia, Lituania o Polonia es robustecer su defensa, para Rusia o Bielorrusia es un factor de inestabilidad. El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, enfatizó que es improbable que el rearme de los vecinos de Bielorrusia promueva la seguridad o la estabilidad en la región. "¿Por qué sembrar campos minados a lo largo de las fronteras hoy? ¿Por qué gastar millones en construir vallas de hierro que los migrantes pueden atravesar en minutos? Se han invertido miles de millones, pero se están minando las fronteras y se están movilizando ejércitos con tropas y equipo. ¿Y para qué? ¿Quién se beneficia de esta locura? Estas medidas son principalmente peligrosas para quienes las inician. Los residentes de las zonas fronterizas están en riesgo", subrayó.
Las maniobras Zapad 2025 son, por un lado, una demostración de fuerza cuidadosamente orquestada. Pero también —al contar este año con menos soldados y drones— revela algunos límites de las capacidades rusas. Polonia y otros vecinos del confín oriental de la Unión Europea siguen de cerca cada movimiento del gigante ruso en su vecindario.