Palestina

La risa, antídoto contra el miedo y herramienta contra genocidio de Israel: "Pallasos en Rebeldía"

El proyecto de “Pallasos en Rebeldía” no solo centra su atención en Palestina, sino que también se expandió a las comunidades zapatistas en Chiapas, México, que luchan por la justicia y la dignidad para los pueblos indígenas
sábado, 13 de septiembre de 2025 · 22:58

OAXACA, Oax. (apro).- En la franja de Gaza “aprendimos que la alegría es una herramienta, es un arma de construcción masiva, es ese gran antídoto contra el miedo”, afirmó Iván Prado, fundador de “Pallasos en Rebeldía (Payasos en Rebeldía), en la despedida de la Global Sumud Flotilla que llevó ayuda humanitaria al pueblo gazatí. 

Y recordó que Pallasos en Rebeldía nació “bajo las bombas en la franja de Gaza, en un campo de refugiados en el 2002 y ahí aprendimos que la risa es el antídoto contra el miedo, que la alegría es un gran alimento y una gran herramienta de resistencia contra el sistema global de terror que representa el monstruo genocida y sionista de Israel”. 

Antes de que se presentara la gala del circo con Kambahiota, Valeria Altmark y Amanda Wilsonta con el lema “globalizando la esperanza”, en el Moll de la Fusta en el puerto de Barcelona, Iván Prado, dijo que también “estamos aquí por Mohamed Abu Saja, que ha sido encarcelado varias veces por ser payaso”. 

Mohamed Abu Saja Mohammad Abu Saja, de 24 años es payaso de circo, malabarista y equilibrista, y fue detenido, el 14 de diciembre, por las tropas israelíes cuando iba en camino a su trabajo en la Escuela de Circo Palestina. 

Abu Saja trabajó en la escuela como intérprete, entrenador y coordinador de un programa para niños con discapacidad mental y ahora se encuentra recluido en una prisión israelí, en un procedimiento legal conocido como “Detención Administrativa”, que permite a Israel tener a los presos durante un período indefinido de tiempo sin cargos y sin juicio. 

Frente a cientos de personas que manifiestan su apoyo a Palestina, Iván Prado detalló que cuando “caían las bombas bajo la franja de Gaza en el campamento de refugiados, los niños y niñas, las 200 o 300 almas, no salían corriendo de aquel patio del colegio de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo, por sus siglas en inglés), no iban a esconderse”. 

Por el contrario, agregó, decidieron “que durante 40 minutos valía la pena esperar a que pasase el estruendo del mortero para ver aquella función tan mala y tan pésima de festi clown, de payasos en rebeldía. Y se quedaron para demostrarnos que el pueblo palestino está tejido de dignidad”. 

El proyecto de “Pallasos en Rebeldía” no solo centra su atención en Palestina, sino que también se expandió a las comunidades zapatistas en Chiapas, México, que luchan por la justicia y la dignidad para los pueblos indígenas, como lo hizo recientemente en el encuentro que se realizó en julio pasado. 

"Pallasos en Rebeldía" en Chiapas. Foto: Facebook: Pallasos en Rebeldía.

Hizo hincapié que “fue el pueblo palestino el que nos alumbró, el que nos puso en pie y desde ese año, 2002, no hemos parado de recorrer el mundo. Por eso hoy estamos aquí. Estamos aquí para devolverles un poquito de todo eso que hemos aprendido en territorio Palestino”. 

“Estamos aquí para poder abrazar a nuestras hermanas y hermanos de la Gaza Star Circus School, que durante todos estos meses de bombardeos y genocidio han seguido actuando y haciendo circo y levantando la esperanza en toda la franja de Gaza. Sin saber si mañana van a estar vivas”. 

“Estamos aquí por nuestra escuela, la Rebel Circus School, una escuela que se levanta en un campo de refugiados en Palestina, al lado del puto muro de la vergüenza en Belén, porque esos niños y niñas se enfrentan al peor ejército del mundo con malabares, con trapecios, con telas, con acrobacias Estamos aquí porque amamos la libertad. Estamos aquí porque somos artistas del circo “, puntualizó. 

Y finalizó afirmando que “estamos aquí para recordarle a la humanidad que los artistas de corazón, los que creemos en ese fuego interior que lo transforma todo, sabemos que más pronto que tarde, el gran monstruo va a caer y habrá una Palestina libre y feliz”. 

Ya durante la presentación circense resaltó que “hoy estamos aquí contra el genocidio y contra Israel. Estamos vivos y nos levantamos con nuestros gritos para esos niños y niñas que no tiene derecho ni al oxigeno ni al agua más que al hambre. Estamos aquí porque sentimos ese latido, esa empatía, esa piel que se pone a temblar cada vez que escucha el sonido de las bombas. 

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