Colombia
Desazón, incertidumbre y crispación política en Colombia tras atentado contra Uribe
Ciudadanos temen que el atentado que dejó gravemente herido al senador y precandidato presidencial devuelva al país a los días más aciagos de la violencia política.BOGOTÁ (apro).- El atentado que dejó gravemente herido al senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe, del opositor y derechista Centro Democrático, ha producido un clima nacional de desazón, incertidumbre y miedo entre los ciudadanos, quienes temen que ese hecho devuelva al país a los días más aciagos de la violencia política.
En ese contexto, la oposición al presidente Gustavo Petro ha reaccionado acusando al mandatario de ser el responsable político de ese hecho por el enfrentamiento que mantiene desde hace meses con los clanes políticos tradicionales, quienes le han bloqueado en el Congreso las reformas laboral y a la salud, las más emblemáticas de su mandato.
El resultado ha sido el surgimiento de un ambiente nacional de crispación política que contribuye a subir la desazón ciudadana y el miedo de que resurja en Colombia la violencia política que llegó a uno de sus puntos culminantes entre 1989 y 1990, cuando fueron asesinados los precandidatos y candidatos presidenciales Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Carlos Pizarro.
Las precandidatas presidenciales de la ultraderecha colombiana, Vicky Dávila y María Fernanda Cabal, se apresuraron a acusar a Petro de propiciar el atentado contra Miguel Uribe por sus constantes ataques y descalificaciones a los legisladores de oposición, al conservadurismo colombiano y a las elites económicas que rechazan sus reformas.
Según Dávila, el presidente –el primero de izquierda en la historia de Colombia— es “el principal responsable político (del atentado) porque ha promovido un ambiente de violencia” y “todos sus sicarios digitales nos persiguen”.
Cabal, quien al igual que Dávila se caracteriza por sus destempladas declaraciones, señaló que lo que ocurrió con Miguel Uribe “es el reflejo de una Colombia que se deshace a manos de un tirano”. El “tirano”, desde luego, es Petro.
Varias voces han criticado “el oportunismo político” de estas precandidatas y han llamado a la ponderación y a la unión.
El cardenal Luis José Rueda pidió “desarmar el lenguaje” y dijo que "no hay vida de izquierda o de derecha, hay vida humana".
En las muchas ciudades del país se han registrado protestas contra el gobierno de Petro por grupos del derechista partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez y en el cual milita Miguel Uribe, y también se realizan concentraciones en explanadas de iglesias para orar por la recuperación del senador, quien recibió un balazo en la cabeza y se encuentra en “estado crítico” tras haber sido sometido a dos cirugías.
En un mensaje a la nación la noche del sábado, Petro lamentó el atentado contra Uribe y dijo que garantizará la “más absoluta transparencia” para la identificación y judicialización de los autores intelectuales del atentado.
El autor material, un adolescente de 14 años, fue detenido en el lugar del hecho, ocurrido en un barrio del occidente de Bogotá. El joven tiene una herida de bala en la pierna derecha y se encuentra en una clínica de Bogotá bajo fuerte resguardo policiaco.
Petro, quien habló al país tras encabezar un consejo de seguridad, señaló que, más allá de las diferencias políticas, lo importante es que Uribe salve la vida. “Esa es la prioridad”, señaló, y dijo que siempre ha defendido que la política sea libre de violencia.
El mandatario criticó “el intento oportunista, bajo, de truhán, de utilizar con fines políticos el dolor de la familia y del mismo Miguel Uribe”.
Cambio de tono
Pero Petro tampoco ayudó con su alocución improvisada, que duró de 37 minutos, a propiciar un ambiente de unidad. Habló de la violencia política de otras épocas en el país, de las “hogueras humanas” en que se convertían las fosas comunes de las víctimas y hasta especuló sobre el atentado al afirmar que hubo una “falla de seguridad” y que había ordenado investigar a los escoltas del senador, que pertenecen a la gubernamental Unidad Nacional de Protección y a la policía.
El exsenador liberal Humberto de la Calle valoró el discurso de Petro y dijo que ahora tiene que dar garantías a los actores políticos.
El abogado y analista político Mauricio Albarracín señala que Petro debería escribir sus discursos y hacerlos con juicio, especialmente en momentos como éste, en el que los colombianos están estupefactos por el intento de asesinato de un destacado dirigente opositor.
Albarracín también señaló que la clase política, en general “debe actuar con la solemnidad que el país merece, llegar a acuerdos básicos y dejar la estridencia”. Es hora de trabajar unidos frente a la violencia política, que debe ser prevenida, investigada y sancionada.
La madre de Miguel Uribe, Diana Turbay, periodista e hija del expresidente Julio César Turbay, también fue víctima de la violencia. En 1990 fue secuestrada por sicarios del narcotraficante Pablo Escobar, que buscaba presionar al gobierno para proscribir la extradición de criminales, y el 25 de enero de 1991 resultó muerta en un intento de rescate.
Horas después del atentado contra Uribe, los medios de comunicación tradicionales reprodujeron el discurso anti-petrista de la oposición política, pero ante la andanada de críticas este domingo tendieron a equilibrar la cobertura.
La televisora Caracol incluso anunció que no daría espacio en sus informativos a quienes promuevan y usen “la violencia verbal”.
También la clase política mesuró su lenguaje y la tarde de este domingo todos los partidos del país emitieron un comunicado conjunto en el que rechazaron el atentado con el senador y precandidato presidencial y señalaron que ese acto de violencia “no solo amenaza la vida de un líder político, sino que también socava los cimientos democráticos de nuestra nación”.
Entre los partidos políticos estaban el derechista Centro Democrático, al que pertenece el senador, y el izquierdista Pacto Histórico, del presidente Petro.
Iván Cepeda, senador del Pacto Histórico, dijo que hoy más que nunca es necesario un acuerdo nacional para enfrentar la violencia política, que el marco del conflicto armado interno, entre 1985 y 2018 dejó 450 mil víctimas.