Venezuela

Elecciones legislativas en Venezuela, entre la abstención masiva y el temor al fraude

Está vigente el fantasma del fraude de julio de 2024, cuando Nicolás Maduro fue declarado ganador pese a su derrota ante Edmundo González Urrutia. La oposición denuncia un proceso amañado, mientras el chavismo, con control judicial y actas sin QR, se perfila para arrasar.
domingo, 25 de mayo de 2025 · 06:00

BOGOTÁ (Proceso).– El director del proscrito Observatorio Electoral Venezolano (OEV), Ignacio Ávalos, dice que el ambiente que precede los comicios legislativos y regionales de este domingo se advierte con claridad en las calles de Caracas, donde la propaganda proselitista es casi inexistente y los ciudadanos transitan absortos en su difícil cotidianidad.

Fresco está todavía el agravio del fraude electoral de julio último, cuando Nicolás Maduro perdió los comicios presidenciales ante el candidato opositor Edmundo González Urrutia –según actas electorales identificadas con código QR y avaladas por el Centro Carter–, pese a lo cual el chavista fue declarado ganador por el Poder Judicial, que él controla. 

La gente está convencida –afirma Ávalos– de que la vía electoral para lograr una transición democrática en el país está cerrada, y eso genera mucha impotencia porque hay un hartazgo con el chavismo.

Y, por tanto, agrega el sociólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), lo que se espera en los comicios de este domingo, en los que se elegirán 285 diputados de la Asamblea Nacional y 24 gobernadores, es “una abstención descomunal”.

Varias encuestas así lo anticipan. Un sondeo realizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la firma Delphos indicó que sólo 15.9% de los votantes están convencidos de acudir a las urnas este domingo, lo que es una buena noticia para Maduro y el chavismo.

“Históricamente, entre más abstención haya en los comicios, mayor es la posibilidad del chavismo de ganar y, en último caso, de maquillar los resultados en su favor, y ese es el escenario esperado en estas elecciones”, señala Ávalos.

El chavismo tiene la mesa puesta para “arrasar” en esos comicios. Diferentes encuestas anticipan que obtendrá, al menos, las dos terceras partes de los escaños en la Asamblea Nacional y 20 de 24 gubernaturas. 

Y es que la oposición también le ha facilitado las cosas al régimen y al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pues acude dividida a esta elección. La mayoría de las fuerzas políticas aglutinadas en la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) decidieron no participar en estos comicios. 

Maduro. Otras elecciones a modo. Foto: Cristian Hernández / AP

Boicot electoral

El opositor Edmundo González Urrutia, reconocido como presidente electo de Venezuela por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y varios países latinoamericanos, llamó a los votantes a no acudir a las urnas.

“Esta elección no es democrática y tiene mucho de teatro”, señaló desde España, donde se refugió tras una persecución judicial del régimen.

La popular dirigente opositora María Corina Machado, quien impulsó la candidatura de González Urrutia y se encuentra en la clandestinidad en Venezuela, es la principal partidaria de no presentarse en estas elecciones y en ninguna otra “hasta que Maduro reconozca los resultados del 28 de julio (de 2024), que perdió por un amplio margen”.

En un video divulgado el miércoles último, Machado afirmó que lo que ocurrirá en las urnas este 25 de mayo “no es una elección, es una farsa, es una trampa; por eso te pido algo muy simple: este domingo quédate en tu casa, no salgas, no los obedezcas”

El llamado de Machado. Foto: X @MariaCorinaYA

 

Y aún cuando el chavismo tiene bajo control los comicios de este domingo, no cesa la represión desatada para sofocar las protestas por el fraude electoral del 28 de julio pasado. 

El viernes último, el dirigente opositor Juan Pablo Guanipa, brazo derecho de Machado, fue detenido por la policía del régimen bajo cargos de “terrorismo”.

La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) denunció que en la última semana han sido detenidos 70 dirigentes opositores en diferentes partes del país, y alertó que también se han producido desapariciones forzadas, lo que revela “un patrón sistemático de persecución por motivos políticos”.

Según las actas electorales recopiladas por la oposición en los comicios presidenciales del 28 de julio, Maduro apenas obtuvo 30.4% de los votos, mientras que González Urrutia ganó esa contienda con 67% de los sufragios. Las participación, según esos datos, se ubicó en las dos terceras partes de los votantes inscritos.

Pese a la posición de abstencionista de los principales líderes antichavistas, un sector minoritario de la oposición encabezado por el excandidato presidencial Henrique Capriles considera que es un error dejar de participar en estas elecciones, a pesar del desequilibrio que existe y del fantasma del fraude, porque eso sería dejarle el camino libre al chavismo para que se apodere de todos los cargos de elección popular.

Para Capriles, quien es candidato a la Asamblea Nacional, el voto “es una forma de protestar para mantener viva la voz de la mayoría de venezolanos que apoyaron a Edmundo González Urrutia el 28 de julio”.

Juan Requesens, un expreso político que, como Capriles, forma parte de la oposición dura al chavismo, es el abanderado a la gobernación de Miranda, en la zona metropolitana de Caracas, mientras que el también opositor Manuel Rosales busca repetir como gobernador del estado Zulia.

Pero incluso los escasos sectores de la oposición que presentaron candidatos van divididos y varios de ellos enfrentan acusaciones de ser “comparsas” del chavismo.

“Hay candidatos opositores que son usados por el régimen como medio de legitimación electoral y para dar una fachada de multipartidismo a este proceso, pero que están cooptados”, dice el abogado y analista político Adrián Montoya.

Por eso, agrega, “y por el fraude electoral del 28 de julio, este proceso electoral y el régimen que lo controla son vistos con mucha desconfianza por la gran mayoría de venezolanos”.

Intimidación oficialista 

Según la encuesta de la UCAB y Delphos, las razones que más esgrimen los ciudadanos para no acudir a votar en estos comicios son: la falta de confianza en el Consejo Nacional Electoral (27.4%), la convicción de que no vale la pena (23.9%) y la certeza de la lucha por exigir respeto a los resultados de los comicios del 28 de julio (14.4%).

Luisa Vivas, dirigente comunitaria en un barrio popular de Caracas, dice vía telefónica que en varios sectores de la capital venezolana hay pintas con la frase “Yo ya voté”, en referencia a los comicios presidenciales del 28 de julio, los que perdió Maduro, según todos los datos disponibles –el Consejo Nacional Electoral no ha revelado, hasta la fecha, resultados desglosados.

 

Universidad Nacional Experimental del Táchira. Protesta contra los comicios de Maduro. Foto: X @CesarPerezVivas 

 

La activista y religiosa señala que integrantes del aparato territorial chavista están recorriendo “casa por casa para intimidar y chantajear a la gente para que vaya a votar por sus candidatos”. 

Afirma que “hasta los amenazan con suspenderles la entrega de bolsas CLAP (como se conoce a las cajas con alimentos que reparte el gobierno) y les dicen que ellos saben por quién vota cada venezolano”.

El director del proscrito OEV, Ignacio Ávalos, sostiene que esas amenazas del régimen “acaban por surtir efecto entre las bases chavistas, que acaban votando mayoritariamente por los candidatos que les indican”.

Ávalos, cuya organización fue perseguida y suprimida por Maduro, señala que los pocos venezolanos que acudirán a las urnas en estos comicios legislativos y regionales votarán mayoritariamente por los candidatos oficialistas.

También es probable, asegura, que se “maquillen” las cifras de participación electoral para dar una fachada de legitimidad democrática a la contienda.

“La abstención que vaticinan las encuestas ronda entre 70% y 80%”, indica el sociólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

El factor social

Para Roberto Briceño León, quien es director del Laboratorio de Ciencias Sociales (Lacso), lo que marca hoy el ánimo de los venezolanos es “una creciente incertidumbre en la cotidianidad y una tristeza persistente”.

Esto, explica el doctor en ciencias de la UCV, tiene que ver con el desplome del ingreso familiar –el salario mínimo mensual equivale a un dólar–, con la hiperinflación, que llegó a 172% en los últimos 12 meses; con la inseguridad y con la deriva dictatorial que ha tomado el país.

Ávalos. Se espera “una abstención descomunal”. Foto: oevenezolano.org

La pobreza en Venezuela cerró 2024 en 86% y este año la esperada recesión –la economía caerá -4%, según el Fondo Financiero Internacional (FMI)— agravará aún más las deplorables condiciones de vida de la población.

Esta semana el secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, confirmó que el sábado 27 se canceló la licencia para que la petrolera Chevron pueda operar en Venezuela, lo que agravará la situación de quiebra de las financias públicas pues esa compañía era la principal productora de crudo en el país, con unos 250 mil barriles diarios. 

De acuerdo con Briseño León, el difícil panorama económico, político y social lleva a la gente a pensar que hoy se debe ocupar de su trabajo, de su familia y de subsistir, y que su responsabilidad ciudadana ya la cumplió con su voto en las elecciones presidenciales del 28 de julio, “un voto que no se respetó”.

Y cuando los ciudadanos salieron a protestar por el fraude electoral, la represión fue despiada. La policía y la Guardia Nacional de Maduro mataron a balazos al menos a 24 manifestantes y detuvieron a unos dos mil 400, de los cuales 900 –dirigentes opositores, activistas humanitarios, estudiantes y periodistas– permanecen encarcelados por motivos políticos, esencialmente por pedir respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.

Y nada indica que los sufragios se respetarán en lo sucesivo. Al contrario.  La opositora Plataforma Unitaria Democrática denunció que el chavista Consejo Nacional Electoral decidió eliminar el código QR de las actas de escrutinio, lo cual “destruye una garantía esencial de transparencia electoral”.

Esos códigos, que equivalen a una firma digital que comprueba la validez de un documento, fueron los que permitieron a la oposición documentar el fraude electoral del pasado 28 de julio.

“El chavismo ya no quiere eso”, dice el sociólogo Ignacio Ávalos.

Comentarios