Guerra Israel-Hamas
Padre del último rehén estadunidense en Gaza espera que Trump logre traer de vuelta a su hijo
Edan Alexander, un soldado israelí-estadunidense de 21 años que creció en Estados Unidos, es uno de los 59 rehenes que aún están en Gaza, más de la mitad de los cuales se cree que han muerto.TEL AVIV (AP) — A diferencia de muchas familias que culpan al gobierno de Israel por no liberar a sus seres queridos del cautiverio en Gaza, Adi Alexander es reacio a echar culpas.
Pragmático y mesurado, el padre del último estadunidense vivo retenido como rehén por Hamás solo quiere que su hijo vuelva a casa.
"No quiero entrar en discusiones sobre qué fue primero, el huevo o la gallina", afirmó Alexander el viernes a The Associated Press desde su casa en Nueva Jersey. Aun así, mientras el alto el fuego, que alguna vez fue prometedor, da paso a la reanudación de los combates entre Israel y Hamás, se pregunta si Israel puede garantizar la libertad de su hijo y tiene más esperanzas en las posibilidades de Estados Unidos para lograrlo.
Edan Alexander, un soldado israelí-estadunidense de 21 años que creció en Estados Unidos, es uno de los 59 rehenes que aún están en Gaza, más de la mitad de los cuales se cree que han muerto.
La semana pasada, Hamás dijo que liberaría a Edan y los cuerpos de otros cuatro rehenes si Israel se comprometía nuevamente con el acuerdo de alto el fuego, que se ha estancado.
Sin embargo, días después, Israel lanzó cohetes sobre Gaza, rompiendo el acuerdo de dos meses y matando a cientos de palestinos. Las hostilidades no muestran signos de disminuir, e Israel prometió el viernes avanzar más profundamente en Gaza hasta que Hamás libere a los rehenes restantes.
El regreso a los combates ha encendido el debate en Israel sobre el destino de los cautivos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta una creciente presión interna, con multitudinarias protestas por su manejo de la crisis de los rehenes. Pero también afronta las exigencias de sus aliados de línea dura para que no acepte ningún acuerdo que no implique la destrucción de Hamás.
La esperanza de un padre
Adi Alexander dijo que, en su opinión, Netanyahu quiere que todos vuelvan a casa, pero en sus propios términos. Cuestiona los planes del mandatario israelí y, al mismo tiempo, cree que el mensaje del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es claro: está enfocado en traer a los rehenes a casa. Alexander dijo que cuenta con Estados Unidos para cerrar la gran brecha entre Israel y Hamás. Su mensaje a Trump sobre los esfuerzos de su gobierno para liberar a su hijo y a los demás: "Sigan con este trabajo".
Muchas familias de los rehenes dicen que Trump ha hecho más por ellos que Netanyahu, y atribuyen al presidente estadounidense el alto el fuego. En diciembre, antes de asumir el cargo, Trump exigió la liberación inmediata de los rehenes, diciendo que, si no eran liberados antes de que asumiera su segundo mandato, "se desataría el infierno".
La primera fase del acuerdo comenzó semanas después y produjo la liberación de 25 rehenes israelíes y los cuerpos de otros ocho a cambio de casi 2.000 prisioneros palestinos. Se suponía que el alto el fuego se mantendría mientras continuaran las conversaciones sobre la segunda fase, pero Netanyahu se negó a entrar en negociaciones sustantivas.
En su lugar, intentó obligar a Hamás a aceptar un nuevo plan de alto el fuego propuesto por el enviado de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff. Ese plan habría requerido que Hamás liberara a la mitad de sus rehenes restantes, el principal recurso de negociación del grupo armado, a cambio de una extensión del alto el fuego y una promesa de negociar una tregua duradera.
Hamás ha dicho que solo liberará a los rehenes restantes a cambio de un alto el fuego duradero y una retirada completa de Israel de Gaza, como se estipuló en el acuerdo de alto el fuego original mediado por Estados Unidos, Egipto y Qatar.
Estados Unidos negocia directamente con Hamás
Como soldado, Edan habría sido liberado durante la segunda fase del acuerdo. Pero Hamás anunció este mes que liberaría a Edan después de que la Casa Blanca dijera que había participado en "conversaciones y discusiones continuas" con el grupo, independientemente de las negociaciones principales. Es el primer contacto directo conocido entre Hamás y Estados Unidos desde que el Departamento de Estado lo designó como una organización terrorista extranjera en 1997.
Adi Alexander dijo que Adam Boehler, que contribuye a liderar los esfuerzos del gobierno de Trump para liberar a los rehenes, dirigió esas conversaciones independientes porque la segunda fase estaba estancada. Pero afirmó que no creía en la afirmación de Hamás de que liberaría a su hijo porque había surgido de la nada y no se consideraba como una parte de las discusiones entre el grupo y Boehler.
El atribulado padre dijo que habla con Witkoff y Boehler casi a diario y entiende que las negociaciones continúan a pesar de la reanudación de los combates.
Nativo de Tenafly, un suburbio de la Ciudad de Nueva York en Nueva Jersey, Edan se mudó a Israel en 2022 después de la escuela secundaria y se enlistó en el ejército. Fue secuestrado en su base durante el ataque del 7 de octubre de 2023 que desató la guerra, cuando Hamás mató a unas 1.200 personas en Israel y tomó a otras 251 como rehenes.
La agotadora espera
Desde el secuestro de Edan, ha habido pocas noticias sobre él.
Hamás publicó un video de él el fin de semana de Acción de Gracias en noviembre. Su familia dijo que fue difícil verlo mientras lloraba y suplicaba ayuda, pero fue un alivio saber que estaba vivo.
Los rehenes liberados le han dado más noticias a la familia, según su padre. Algunos dijeron que Edan había perdido mucho peso. Otros dijeron que había ayudado a los otros rehenes, defendiendo a los trabajadores tailandeses secuestrados y diciéndoles a sus captores que no eran israelíes y debían ser liberados.
Aunque sabe que la reanudación de los combates significa que tomará más tiempo recuperar a su hijo, Adi Alexander cree que ambas partes se habían sentido demasiado cómodas con el alto el fuego y que esta fue una de las razones por las que la segunda fase nunca comenzó. Quiere que la guerra termine y espera que los combates sean limitados y dirigidos y que hagan que todos vuelvan a la mesa de negociaciones.
"Creo que alguien tenía que sacudir este árbol para crear caos, y el caos crea oportunidades", dijo. "El único objetivo es volver a la mesa de negociaciones para sacar a esas personas".