Ultraderecha

El pinochetista José Antonio Kast gana la presidencia de Chile

El abogado de 59 años encabezará a partir del 11 de marzo próximo un gobierno que aspira a enfrentar con medidas de mano “muy dura” los fenómenos de la inseguridad y la inmigración
domingo, 14 de diciembre de 2025 · 17:19

BOGOTÁ (apro).- El candidato del ultraderechista Partido Republicano, José Antonio Kast, quien reivindica la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), ganó este domingo los comicios presidenciales en Chile con el 58.6% de los votos, 17.2 puntos porcentuales por arriba de la abanderada centroizquierdista Jeanette Jara.

Según los resultados del Servicio Electoral de Chile (Servel, que incluyen el escrutinio del 83% de las mesas de votación, la amplia diferencia entre ambos candidatos hace irreversible la victoria de Kast.

En la primera vuelta electoral del mes pasado, Jara, candidata de la coalición centroizquierdista Unidad por Chile, obtuvo el 26.6% de los votos, mientras que Kast se quedó con el 24.1% de los sufragios.

En esta segunda vuelta, Kast se benefició de los votos de otros candidatos derechistas que compitieron en la primera vuelta: Evelyn Matthei, Johannes Kaiser y Franco Parisi, que en conjunto obtuvieron las dos terceras partes de los sufragios.

Kast, un abogado de 59 años de larga trayectoria política en la derecha tradicional –con la que rompió-- y luego en la extrema derecha, encabezará a partir del 11 de marzo próximo un gobierno que aspira a enfrentar con medidas de mano “muy dura” los fenómenos de la inseguridad y la inmigración, que son los que más preocupan a los chilenos.

El exdiputado y tres veces candidato presidencial, incluida esta contienda, deberá sin embargo pactar con el Congreso bicameral –donde no cuenta con mayorías calificadas-- para aprobar las iniciativas que ha prometido impulsar, como declarar delito el ingreso irregular de extranjeros al país.

Según la última medición oficial, que data de 2023, en Chile radican 1.9 millones de extranjeros que representan cerca del 10% de la población del país. Más de 130 mil se encuentran en situación irregular y la mayoría de ellos son venezolanos.

Los ejes de la campaña de Kast fueron, precisamente, la inseguridad, la migración y la austeridad gubernamental. Ha propuesto un recorte de seis mil millones de dólares en el gasto fiscal, lo que para muchos expertos implicaría una disminución considerable del gasto social orientado a los sectores más vulnerables.

En cambio, propone recortar el impuesto corporativo a las empresas del 27% al 23%.

La profesora de ciencia política de la Universidad de Chile Claudia Heiss ha dicho que la llegada de Kast al poder marcaría “un claro giro hacia el conservadurismo y el autoritarismo” ya que el político ultraconservador defiende los valores de la dictadura pinochetista y tiene posturas extremistas que cuestionan el Estado de derecho y la separación de poderes.

Heiss considera, sin embargo, que lo que haga Kast como presidente va a depender de los límites que le pongan las élites económicas y los partidos de la derecha tradicional, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), que son mucho más moderados que el candidato ganador y cuentan con importantes bancadas en el Congreso.

Por eso no ha sorprendido el tono conciliador que ha mostrado el fundador del Partido Republicano en las últimas semanas. Incluso esta mañana, al acudir a votar, dijo a periodistas que gane quien gane tendrá que gobernar para todos los chilenos y que los principales problemas del país "no tienen color político".

Giro a la ultraderecha

Kast sustituirá en la presidencia a Gabriel Boric, un joven izquierdista que llegó al poder hace cuatro años cuando aún estaba fresco el estallido social de 2019 y 2020, cuyas demandan centrales eran mayor participación del Estado en la educación, la salud y la vivienda, sectores que en Chile están mayoritariamente privatizados.

Pero esa agenda de avances sociales pasó a segundo plano frente a dos temas: la seguridad y la migración, que todos los estudios ubican como los principales que enfrenta el país y ante los que Kast se posicionó como el candidato que con propuestas más radicales para resolverlos.

Kast, al igual que su referente, el mandatario estadunidense Donald Trump, propone realizar deportaciones masivas de indocumentados en vuelos chárter, convertir en delito la inmigración irregular y cerrar la frontera norte, que colinda con Perú y Bolivia.

En materia de combate a la inseguridad, propone la construcción de cárceles de máxima seguridad como las de Nayib Bukele en El Salvador; prohibir los “narcofunerales” (en los que se rinde tributo con música y disparos al aire a los delincuentes fallecidos) y desplegar fuerzas especiales para recuperar territorios dominados por las bandas.

Pero en un país polarizado, el político ultraderechista estará sometido a la fiscalización permanente de la oposición de centroizquierda, que tiene una importante presencia en el Senado y la Cámara de Diputados y que lo ha tildado de autoritario por sus simpatías con la dictadura de Pinochet, a pesar de las miles de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones que cometió el militar en ese periodo.

Los referentes del futuro presidente

Kast es el hijo menor de Michael Kast Schindele, un inmigrante alemán que llegó a Chile en 1950 tras militar en el Partido Nacionalsocialista de Adolfo Hitler y servir como soldado en las Wehrmacht del Ejército nazi.

Michae Kast, hermano del candidato ultraderechista, fue ministro del Trabajo de Pinochet.

Los referentes del futuro presidente de Chile son, además de Trump, los mandatarios de El Salvador, Nayib Bukele, y de Argentina, Javier Milei.

El gobierno de Kast será el primero de extrema derecha en Chile en este siglo. Desde el fin de la dictadura de Pinochet, en 1990, el país ha tenido seis gobiernos de centroizquierda y dos de centroderecha.

 

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