Jeffrey Epstein

Republicanos causaron expectación de archivos sobre Epstein por años; ahora Trump enfrenta presión

El asunto llegó a un punto crítico esta semana. Tras meses de esfuerzos por parte del gobierno de Trump para anularla, ambas cámaras del Congreso aprobaron una medida que obliga a que se hagan públicos los archivos sobre Epstein con un apoyo casi unánime.
sábado, 22 de noviembre de 2025 · 14:35

WASHINGTON (AP) — Lo que comenzó como una promesa de campaña para hacer públicos los archivos sobre Jeffrey Epstein se ha convertido en una de las pruebas más difíciles del segundo mandato del presidente Donald Trump —lo que abre una fisura dentro de su coalición política e incrementa los riesgos para un gobierno bajo intensa presión para que divulgue documentos que podrían estar muy por debajo de las expectativas del público.

El asunto llegó a un punto crítico esta semana. Tras meses de esfuerzos por parte del gobierno de Trump para anularla, ambas cámaras del Congreso aprobaron una medida que obliga a que se hagan públicos los archivos sobre Epstein con un apoyo casi unánime.

Trump, quien cambió de postura días antes de la votación para aprobar la iniciativa, firmó la ley el miércoles, lo que dio inicio a un plazo de 30 días para que el Departamento de Justicia entregue los registros.

Las expectativas son altísimas, avivadas por años de teorías de conspiración promovidas por muchos que están ahora en la órbita de Trump. No obstante, con algunas afirmaciones ya declaradas inexistentes por las autoridades federales —como una supuesta “lista de clientes” de hombres prominentes vinculados a Epstein—, la coalición antisistema que Trump construyó, en parte al exaltar esas teorías, muestra grietas que podrían agravarse con la divulgación tan esperada.

“Observar esto convertirse de hecho en una pelea ha destrozado al movimiento MAGA”, dijo esta semana la representante Marjorie Taylor Greene, republicana por Georgia, rodeada de sobrevivientes de los abusos de Epstein, antes de la votación en la Cámara de Representantes. “MAGA” es acrónimo en inglés de “Devolvamos la grandeza a Estados Unidos”.

“Lo único que resonará con las mujeres poderosas y valientes que están atrás de mí es que ya se tomen medidas para hacer públicos estos archivos”, agregó Greene, quien anunció el viernes por la noche que renunciará al Congreso en enero. “Y el pueblo estadunidense no tolerará ninguna otra m...”.

 

Cómo los archivos sobre Epstein se enclavaron en la corriente política dominante

Los abusos por parte de Epstein, y su muerte en 2019 en una celda de Nueva York, han generado teorías conspirativas durante años, especialmente en la derecha política.

Durante la campaña electoral, Trump se mostró dispuesto a hacer públicos los documentos de la investigación, e hizo un guiño a las exigencias antisistema para que se dieran a conocer los archivos del gobierno sobre otros casos de alto perfil, como los asesinatos de John F. Kennedy y Martin Luther King Jr.

Pero una vez que Trump regresó al cargo, divulgar los registros de las pesquisas federales, así como satisfacer el apetito de los fanáticos de las teorías de conspiración, se volvió menos atractivo. Pam Bondi, la secretaria de Justicia, generó las expectativas de que se publicarían por completo, pero dio un giro radical de postura durante el verano. Su intento de pasar la página sobre la saga de Epstein indignó a muchos en la derecha.

Esa fue la primera señal de una ruptura en la coalición de Trump, y los demócratas se percataron de ello.

En el Congreso, comenzaron a buscar maneras de obligar a los republicanos a votar a favor de hacer públicos los archivos sobre Epstein. Finalmente, encontraron impulso con dos vías: iniciar una investigación en la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y dar pleno apoyo a una petición —rara vez exitosa— que evade el control del presidente de la Cámara baja sobre qué proyectos de ley se someten a votación.

El esfuerzo demócrata, al que se unieron algunos republicanos clave, entre ellos Greene, culminó la semana pasada con la aprobación del proyecto de ley con un apoyo abrumador de ambas cámaras del Congreso. Fue una señal de que los archivos sobre Epstein habían pasado del ámbito de los oscuros fanáticos de teorías de conspiración a una fuerza política que ningún partido podía negar.

Sin embargo, no está claro si se publicarán los archivos completos —ni si en algún momento se satisfará el interés público en ellos.

 

La publicación y el alcance de lo que pueden contener los archivos

El martes, en una conferencia de prensa previa a la votación en la cámara baja, los promotores del proyecto de ley —los legisladores Ro Khanna, demócrata por California, y Thomas Massie, republicano por Kentucky— se unieron a Greene y a varios sobrevivientes de los abusos de Epstein para advertir al gobierno que no se guarde nada.

“La prueba verdadera será si el Departamento de Justicia hace públicos los archivos, o si todo sigue enredado en las investigaciones”, dijo Greene, y agregó que si se divulga una lista de nombres “será la prueba verdadera”.

Aunque Bondi declaró en febrero en el canal de noticias Fox News que una “lista de clientes” de Epstein se encontraba “sobre mi escritorio ahora mismo para que la revise”, su Departamento cambió de postura desde entonces y dice ahora que dicha lista no existe. En una carta de julio, el Departamento de Justicia escribió que su revisión no descubrió ninguna “lista de clientes” incriminatoria.

Este es un ejemplo de cómo el gobierno de Trump contribuyó a generar expectación para la divulgación de los archivos —y un recordatorio del peligro político que supone no poder entregar el material que su coalición cree desde hace mucho tiempo que se mantiene oculto.

Antes que el Congreso interviniera, se publicaron decenas de miles de páginas de registros a lo largo de los años mediante demandas civiles, los expedientes penales públicos de Epstein y Ghislaine Maxwell, divulgaciones públicas y solicitudes amparadas en la Ley de Libertad de Información.

Los legisladores creen que hay muchísimos más documentos, pero han recibido pocos indicios de que el Departamento de Justicia está dispuesto a divulgar esa información a pesar de una citación que la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes emitió en agosto.

Khanna dijo que a él aún le preocupa el grado de cumplimiento del gobierno, pero cree que la aprobación del proyecto de ley —y la posibilidad de desacato al Congreso— otorgan a los legisladores una mayor capacidad de ejercer presión. Declinó especular sobre quiénes podrían aparecer en los archivos, pero expresó que espera que surjan informantes si se oculta algo.

“El presidente se ha dado cuenta, como dijo Marjorie Taylor Greene, de que esto está dividiendo a su base MAGA”, agregó Khanna.

“Sería una tontería de su parte enzarzarse en una lucha a cuentagotas. Me refiero a que, si quiere pelear por el tema de Epstein el resto de su presidencia, supongo que podemos (hacerlo). Pero eso no es nada inteligente”.

 

“El Estados Unidos olvidado contra la clase Epstein”

Khanna, un progresista de Silicon Valley con aspiraciones a ascender en la política, espera que la lucha contra Epstein se convierta en un movimiento más amplio, y lo describió como una versión moderna de la “clase olvidada contra los monárquicos económicos” del presidente Franklin D. Roosevelt.

“Este es el Estados Unidos olvidado contra la clase (vinculada a) Epstein”, dijo Khanna en una entrevista.

“Hay una verdadera indignación contra una élite que la gente cree que está desconectada (de la realidad) y que les está quitando el control sobre sus vidas”, agregó.

Al tiempo que los demócratas buscan maneras de reconectar con los votantes de clase trabajadora, Khanna cree que el partido debería impulsar causas como la divulgación de los archivos sobre Epstein. Ya ha iniciado conversaciones con Massie, Greene y otros para volver a colaborar.

“Esta grieta”, dijo Khanna respecto a la votación por los archivos sobre Epstein, “es la respuesta para enfrentar a Trump”.

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