BOGOTÁ (apro).- Este día, el Departamento de Estado estadunidense anunció “represalias” contra Colombia por la decisión del presidente Gustavo Petro de no permitir el aterrizaje en Bogotá de dos aviones militares con indocumentados deportados por el gobierno de Donald Trump.

La primera de ellas fue el cierre, a partir de este lunes 27, de la sección de visas de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, lo que impedirá a miles de colombianos tramitar ese documento, que es necesario para ingresar a ese país.

“Próximamente se implementarán medidas de represalia adicionales”, señaló el Departamento de Estado en una declaración divulgada por medios colombianos, lo que anticipa una escalada de tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos a pocos días de que Trump haya tomado posesión como mandatario de ese país.

Según el Departamento de Estado, el presidente Petro ya había autorizado el ingreso de vuelos con deportados colombianos.

La canciller colombiana designada, Laura Sarabia, quien asumirá el cargo el próximo 1 de febrero, señaló en su cuenta de X que el compromiso de Colombia es “un regreso digno de connacionales”, en el que se les garantice un trato “respetuoso y humano”, con condiciones de transporte adecuadas, en aviones civiles.

En ese marco, Colombia está abierta al diálogo con Estados Unidos, aseguró Sarabia.

Petro anunció este domingo que prohibió el aterrizaje en su país de dos aviones militares estadunidenses con 160 indocumentados colombianos deportados por la administración de Trump, y pidió un trato digno para loa migrantes.

“Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”, señaló Petro en su cuenta de X.

El mandatario señaló que no puede hacer que los migrantes permanezcan en un país que no los quiere, “pero si ese país los devuelve debe ser con dignidad y respeto con ellos y con nuestro país”.

Aseguró que si Estados Unidos devuelve a los migrantes debe ser en aviones civiles, y “sin trato de delincuentes”.

El gobierno de Brasil también se quejó por el trato “degradante” que dio Estados Unidos a los primeros deportados brasileños que llegaron el pasado viernes a Manaos esposados y con cadenas.

La cancillería brasileña anunció que pedirá explicaciones al gobierno de Trump sobre “el trato degradante dado a los pasajeros del vuelo”.