CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con el voto disidente del subgobernador Jonathan Heath, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) recortó en 50 puntos base la Tasa de Interés Interbancaria, colocándola en un nivel de 8.00 por ciento.

Se trata del cuarto recorte consecutivo en el ciclo de política monetaria.

La medida si bien continúa con la tendencia de relajamiento, ha generado diferencias internas sobre su pertinencia en el actual contexto inflacionario.

Previamente, Heath expuso que el recorte ya no tiene sentido para controlar la inflación.

Una postura que encuentra eco en el análisis de Banco Base, que señaló que la presión sobre la inflación subyacente aún persiste, lo mismo que el encarecimiento de diversos productos y servicios a lo largo del año.

Proyecciones más elevadas y posibles recortes futuros

Pese al recorte, la Junta de Gobierno dejó abierta la posibilidad de nuevas disminuciones en la tasa de referencia.

No obstante, enfatizó que cualquier ajuste adicional deberá considerar con cautela “los efectos de todos los determinantes de la inflación”.

En su actualización más reciente, Banxico revisó al alza su pronóstico de inflación general para los próximos trimestres.

Las expectativas para el cierre de 2025 también subieron, mientras que las de más largo plazo se mantuvieron relativamente estables, aunque aún por encima de la meta oficial del 3%.

Entorno internacional adverso

En cuanto al panorama externo, Banxico estimó que durante el segundo trimestre del año la economía global habría mantenido un ritmo de expansión similar al observado a inicios de 2025.

Sin embargo, consideró que “ante el entorno de tensiones comerciales, se anticipa una desaceleración económica mundial y de Estados Unidos para este año y el próximo”.