Navidad

Tlalpujahua: la tradición del vidrio soplado frente al aumento de la esfera china (Video)

El “pueblo de la eterna Navidad” enfrenta una crisis por la invasión de esferas asiáticas, más baratas y producidas en masa, las cuales han desplazado el trabajo artesanal y puesto en riesgo la economía local.
sábado, 27 de diciembre de 2025 · 18:12

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Tlalpujahua, un pueblo mágico de Michoacán que durante décadas se ha dedicado al mercado de vidrio soplado, enfrenta una crisis ante el aumento masivo de esferas navideñas importadas de China.

El también conocido como “pueblo de la eterna Navidad”, se caracteriza por producir esferas hechas a mano, pintadas una a una por artesanos que heredaron el oficio de padres y abuelos. 

Este lugar cuenta con alrededor de 500 talleres de decoraciones navideñas, que producen cerca de 100 millones de esferas al año, dando empleo a más de 10 mil personas.

Pero hoy, este oficio que solía dejar una importante derrama económica para cientos de familias mexicanas, enfrenta una crisis profunda: la invasión de esferas importadas de China, más baratas y producidas en masa, las cuales han desplazado el trabajo artesanal y puesto en riesgo la economía local.

De acuerdo con productores locales, la competencia comenzó a sentirse con fuerza hace más de una década, pero se agravó en los últimos años.

Las esferas chinas —fabricadas industrialmente, con costos de producción mínimos y vendidas a precios hasta 70% más bajos— dominan anaqueles de supermercados, tiendas departamentales y plataformas digitales en todo el país.

En 2024, más del 60% de adornos navideños en México provenían de China, de acuerdo con el Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño, lo que generó un fuerte impacto en la economía de artesanos nacionales.

“La venta ha sido menos porque prácticamente los chinos, su esfera es muy barata, de plástico y eso ha bajado la economía, sí nos ha afectado. Antes nuestra producción era más, pero ha bajado porque antes se exportaba a Estados Unidos, a varios países y ahora se prefieren las más baratas”, contó a Proceso Marisela Mora, decoradora de esferas, originaria de Tlalpujahua. 

Una competencia desigual

Mientras los talleres de Tlalpujahua producen las esferas de forma manual, y muchas veces en espacios familiares, los productos importados ingresan al país por grandes volúmenes, con escasa regulación sobre su impacto en las economías locales. 

Ante esta problemática, los artesanos y habitantes del pueblo han recurrido a estrategias como la Feria de la Esfera, que comienza en octubre y termina en diciembre, meses durante los cuales reciben entre 400 mil y 500 mil personas.

“El turismo no ha bajado, viene mucha gente y es lo que prácticamente nos ha ayudado mucho, como la Feria de la Esfera. Es una medida para aumentar las ventas, el flujo de gente”, añadió Mora. 

Aunque no es el caso específico de Tlalpujahua, Roberto Monroy, secretario de Turismo estatal, aseguró que la ola de violencia que atraviesa Michoacán generó un impacto en la afluencia de turistas, así como un aumento de desconfianza por la inseguridad en la entidad. 

“(Fortalecer la promoción de estado) no va a ser fácil. Es una ruta que va a necesitar del acompañamiento de todos los michoacanos y michoacanas. Hay que ver cómo encontrar los temas de paz y de estabilidad en este momento que estamos pasando tan complejo (….) pero el trabajo es de todos, no solamente del gobierno”, dijo Monroy a medios locales, pocos días después del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. 

Afortunadamente, Tlalpujahua ha podido mantener activo el turismo, el cual es una pieza clave de su economía. Sin embargo, los nuevos retos respecto a la invasión de productos chinos, han desequilibrado la balanza, poniendo en riesgo miles de oficios. 

“Aquí en Tlalpujahua todo el año vivimos prácticamente de la Navidad, porque es nuestro trabajo (…) y está en riesgo”, señaló Mora.

Aunque existen programas gubernamentales de apoyo a la artesanía, algunos productores aseguran que son insuficientes, pues las ferias no logran contrarrestar el poder del mercado global.

Algunos talleres han comenzado a explorar la venta directa en redes sociales y plataformas digitales, pero la falta de capacitación tecnológica sigue siendo un obstáculo.

El futuro de una tradición 

La crisis de la esfera en Tlalpujahua no es un caso aislado, sino el reflejo de un modelo económico que privilegia el bajo costo sobre el valor cultural. 

Mientras las esferas chinas se multiplican en el mercado, el vidrio soplado de Tlalpujahua resiste, frágil pero persistente.

Cada esfera artesanal que no se vende es tiempo, técnica y una historia que queda en el olvido, y con ello, una parte de la identidad cultural de México. Por eso, Mora invita a los consumidores a apreciar el trabajo manual, “que se hace con mucho cariño, y sobre todo, que es con el que muchos michoacanos vivimos”.

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