Checo Pérez

Las claves del regreso de Checo Pérez y Bottas a la Fórmula 1 con Cadillac

Para ambos, la nueva oportunidad representa un regreso por la puerta grande después de que Sauber y Red Bull los descartaran de formas no muy elegantes.
martes, 26 de agosto de 2025 · 18:11

Los antiguos escuderos de los dos pilotos que han dominado la Fórmula 1 durante los últimos años ahora están aliados para dar el impulso definitivo a la categoría reina del automovilismo en Estados Unidos. El anuncio de Sergio Pérez y Valtteri Bottas como los pilotos de Cadillac para el debut de la escudería en 2026 es el punto de partida del plan de conquista del mercado más grande del mundo.

El espectacular anuncio de Cadillac este 26 de agosto de que su entrada en la Fórmula 1 el próximo año será de la mano de Sergio Pérez y Valtteri Bottas cierra con el actor Keanu Reeves diciéndoles “los estábamos esperando”. Entre los dos contribuyeron a conseguir siete campeonatos de constructores, y es a esa veteranía que apela Cadillac para su debut.

“Creemos que su experiencia, su liderazgo y su perspicacia técnica son realmente lo que necesitamos. Es la combinación correcta, los conductores correctos en el momento indicado”, los describió Dan Towriss, director ejecutivo de TWG Motorsports, la división de deportes de motor de Cadillac.

“Lo han visto todo y saben lo que se necesita para tener éxito en la Fórmula 1, pero lo más importante es que entienden lo que significa ayudar a construir un equipo”, se le sumó el director de la nueva escudería Graeme Lowdon.

 

 

 

Los méritos de los elegidos

 

Entre Pérez y Bottas suman más de 500 carreras (281 para el mexicano y 246 para el finlandés), 106 podios y 16 triunfos (seis ‘Checo’ y 10 Bottas), pero lo más importante: fueron parte de los dos proyectos más importantes de la historia reciente de la Fórmula 1.

El equipo Mercedes en el que Bottas militó hasta 2021 y el Red Bull del que Pérez se despidió al final de la temporada pasada ganaron siete de los últimos ocho títulos de constructores, pero ya antes de que ellos llegaran habían sumado otras siete coronas entre los dos.

Bottas es percibido como un compañero confiable, que clamó poco protagonismo y estuvo dispuesto a trabajar de manera desprendida para las glorias de Lewis Hamilton.

Pérez, por su parte, vivió unas tempestuosas temporadas finales con Red Bull, y desde su salida no ha perdido oportunidad de subrayar sus sospechas sobre las diferencias entre su auto y el de Max Verstappen. Pero incluso con objeciones, el mexicano atendió las instrucciones del equipo cuando éstas beneficiaron al neerlandés.

Su adición puede ser un guiño a la importante afición latinoamericana de la Fórmula 1 en Estados Unidos, tanto que Pérez ha definido a Cadillac como “el equipo de las Américas”, pero también es la apuesta por un hombre que todavía tenía cosas por demostrar en el circuito.

Curiosamente, el habitualmente seguro Bottas protagonizó dos inusuales choques con Pérez, uno en Hungría en 2021 y otro en Abu Dhabi en 2024. Sin embargo, la química entre dos veteranos llamados a construir para el futuro no está en duda.

Towriss reconoció en su anuncio que las oportunidades de patrocinio pesaron a la hora de tomar la decisión. De hecho, se espera que continúe el millonario apoyo del multimillonario Carlos Slim a la carrera de Pérez. Pero el ejecutivo dejó claro que el potencial comercial no fue el criterio decisivo: “Fue su experiencia”.

Para ambos, la nueva oportunidad representa un regreso por la puerta grande después de que Sauber y Red Bull los descartaran de formas no muy elegantes. Los dos han firmado contratos que los atan hasta 2027, lo que significa que tendrán cierta estabilidad en el proceso de la construcción de la divisa.

Bottas ofrecerá al equipo la ventaja de que ha estado involucrado de una forma muy cercana con los nuevos reglamentos técnicos que prometen revolucionar la Fórmula 1 a partir del próximo año, y es un gran conocedor de los motores Ferrari, que surtieron a Sauber mientras él estuvo allí e impulsarán también a Cadillac.

A diferencia de Pérez, Bottas no ha estado desvinculado en 2025, porque ha sido piloto de reserva de Mercedes. Eso le da un elemento de continuidad que facilita el empalme con el nuevo proyecto. También ha ayudado en la exitosa adaptación del novato Kimi Antonelli, un aporte que lo propone como un valioso mentor para el futuro.

 

Estados Unidos se abre paso  

 

Estados Unidos tiene el segundo mercado automotor más grande del mundo, solo superado por China, con 16 millones de vehículos vendidos (incluyendo un récord de 1,3 millones de autos eléctricos) y un aumento de 2,2% en las ventas en 2024, pero hasta no hace mucho estaba prácticamente ausente del escenario por excelencia del negocio.

Solo tiene una escudería, la modesta Haas, basada en Kannapolis, Carolina del Norte, un estado que se ha consolidado como la capital nacional del NASCAR, que es la principal categoría de los deportes a motor en el país.

Tampoco tiene corredores en el circuito, más allá de la fugaz participación de Jak Crawford como piloto de pruebas de Aston Martin la temporada pasada, y el caótico paso de Logan Sargeant con Williams, con la que solo puntuó una vez en 36 carreras, y se retiró en cinco.

Pero al país solo le tomó dos años pasar de contar con solo una válida en el calendario de la Fórmula 1 (Austin) a tener tres, con la adición de Miami y Las Vegas entre 2022 y 2023, lo que refleja un notable aumento del interés en el circuito.

Ahora la adición de Cadillac es presentada como el ingreso de “los padrinos de la gloria estadounidense”, como reza el anuncio oficial en la voz de Keanu Reaves, en un escenario en el que no apunta a “una temporada, sino al futuro”.

La nueva escudería estará dotada con motores Ferrari en sus primeros años, pero el plan a mediano plazo es que General Motors esté en capacidad de fabricar en casa sus propias unidades de poder.

Su base de operaciones es Silverstone, en el Reino Unido. Sin embargo, se espera que el equipo pronto comparta esa locación con dos escenarios locales icónicos: Fishers, en Indiana, y Charlotte, en Carolina del Norte, los epicentros de la IndyCar y el NASCAR, respectivamente.

Las escuderías estadounidenses no han tenido un paso particularmente exitoso en la Fórmula 1, con experiencias de poca trascendencia como Parnelli y Haas, y otras de éxito limitado, como Penske, Shadow y Eagle, que consiguieron una victoria cada uno.

Cadillac espera cambiar esa tradición, pues llega respaldado por capitales con resultados comprobados en sus experiencias deportivas, y por la experiencia de una leyenda de las carreras como Mario Andretti, el único piloto que ha logrado ganar las 500 Millas de Indianápolis, las 500 Millas de Daytona y la Fórmula 1.

Andretti, italiano nacionalizado estadounidense, considerado por la revista especializada ‘Racer’ como el Piloto del Siglo XX, es consejero y miembro de la junta de Cadillac F1.

TWG Global, la casa matriz a la que pertenece la división TWG Motorsports, tiene participaciones mayoritarias en los Dodgers de Los Ángeles campeones de las Grandes Ligas, y el Chelsea de la Premier League, que viene de ganar el Mundial de Clubes, y minoritaria en los Lakers de Los Ángeles, el segundo equipo más ganador de la historia de la NBA.

La división de motores, por su parte, es accionista principal de Andretti Global, un equipo de automovilismo con representantes en IndyCar y la Fórmula E de autos eléctricos, y tiene intereses en NASCAR y la clase GTP del campeonato IMSA.

Tal vez este proyecto sea la mejor oportunidad para que la gigantesca afición de los deportes a motor en el mercado más grande del mundo finalmente cambie el gusto por los óvalos, y se entusiasme por los circuitos sinuosos de la categoría reina a nivel mundial.

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